Los litigios de patentes son frecuentes, pero los relacionados con los secretos empresariales y comerciales son menos habituales. Los últimos cambios normativos en Europa hacen presagiar que esto podría cambiar drásticamente.
Cada vez es más corriente encontrarse con litigios relacionados con los secretos empresariales. La mayor parte de las causas judiciales sobre este tipo de información se dan en Estados Unidos, donde, desde hace años, se presta especial atención a su protección.
Sin embargo, esta tendencia podría cambiar tanto por la directiva europea relativa a la protección de los conocimientos técnicos y la información empresarial no divulgados contra su obtención, utilización y revelación ilícitas como por la Ley de Secretos Empresariales española, que entró en vigor el 13 de marzo de 2019.
Uno de los últimos, y llamativos, casos de sentencia sobre este asunto se ha dado en EEUU. La Corte Federal de Arkansas ha condenado a Walmart a pagar a Ecoark y a Zest Labs 95 millones de euros por una infracción de secretos empresariales.
Ecoark demostró que el gigante de los grandes almacenes utilizó de forma ilícita y divulgó secretos empresariales de Zest Labs relacionados con una tecnología sobre la reducción del desperdicio y pérdida de alimentos frescos. Según explica Javier Fernández-Lasquetty, socio del área legal de Elzaburu, este sistema protegido mediante obligación contractual de confidencialidad rastreaba «la frescura de la comida en toda la cadena de suministro desde las granjas a las tiendas, monitorizando a los proveedores de alimentos en tiempo real».
Por estas razones, apunta Cristina Espín, asociada de Elzaburu, «el jurado popular de la Corte de Arkansas determinó, el pasado 9 de abril, que Walmart se había apropiado de secretos empresariales de manera intencionada y con mala fe, y que había incumplido la obligación de confidencialidad, por lo que debía indemnizar a la demandante con 95 millones de euros».
Como curiosidad, ambos abogados destacan que «el jurado indicó específicamente en su veredicto que con su resolución entendía que estaba haciendo lo correcto para dar seguridad a futuras operaciones de negocios en Arkansas basadas secretos empresariales».
UNA QUÍMICA QUE CONOCE LA FÓRMULA DE LA COCA-COLA
El pasado 22 de abril, el Tribunal de Distrito Este de Tennessee condenó a una trabajadora de Coca-Cola por cometer espionaje empresarial y sustraer secretos comerciales de la fórmula de los recubrimientos de las latas de bebidas. Xiaorong You, una ciudadana estadounidense de origen chino, trabajó como ingeniera principal de la multinacional y fue una de las pocas personas que tuvo acceso a los secretos comerciales logrados en una investigación global de Coca-Cola. Según explica el fallo, la trabajadora, antes de abandonar su puesto en la compañía de Atlanta, copió archivos en un disco duro externo con el único objetivo de crear una nueva empresa competidora de recubrimientos de latas en China.
DIECIOCHO MESES DE CÁRCEL POR ROBAR A GOOGLE
Anthony Levandowski, ingeniero de profesión, fue denunciado por Google por la supuesta apropiación ilícita de secretos empresariales sobre el proyecto del vehículo autónomo desarrollado por el gigante estadounidense. El trabajador, que se enfrentaba a 33 cargos por robo de propiedad intelectual e industrial, llegó a un acuerdo de culpabilidad con el Ministerio Público el pasado mes de agosto. El tribunal le sentenció a cumplir 18 meses de prisión y a entregar una compensación económica de más de 621.000 euros. Meses después, el expresidente de EEUU Donald Trump firmó su indulto, junto al de muchos otros, justo antes de dejar la Casa Blanca.
UN PRODUCTO CAPILAR QUE PUEDE SALIR MUY CARO
Olaplex, una ‘start up’ californiana, decidió demandar a L’Oréal en 2016 por robar sus secretos comerciales, incumplir un contrato e infringir dos patentes relacionadas con un producto para la protección del cabello durante los tratamientos de decoloración. La pequeña compañía acusaba a L’Oréal de haber sustraído sus secretos en una reunión comercial, mientras que la francesa aseguraba haber ideado, de forma independiente en 2014, el componente controvertido. Tras años de litigio, el jurado popular de un tribunal de Wilmington (Delaware) determinó que la actuación de la multinacional de cosméticos fue intencional y el juez ordenó que L’Oréal indemnizara a la ‘start up’ con 81,5 millones de euros. La francesa anunció directamente que recurriría este fallo.
CONSEGUIR BILLETES DE AVIÓN AL MEJOR PRECIO
Uno de los asuntos nacionales con mayor controversia y directamente relacionado con los secretos empresariales es el que ha enfrentado a la empresa española Trappit con American Express (Amex). La causa, que ha pasado por diferentes fases de instrucción y que todavía no se ha resuelto, investiga la presunta copia por parte de la estadounidense de ‘Arpo’, un algoritmo desarrollado por Trappit que monitoriza en tiempo real el precio de los billetes de avión para encontrar el mejor. La española siempre ha afirmado que mantuvo conversaciones con Amex para la comercialización de este sistema, momento en el que esta última empresa tuvo acceso a los códigos fuente del programa y, supuestamente, gracias a cuyos secretos pusieron en marcha su propia herramienta Lastfare.
Fuente: Expansión.com