El Gobierno ha dado un paso más este lunes para desbloquear la reforma fiscal que tiene comprometida con Bruselas al alcanzar un acuerdo entre los socios de coalición para impulsar una batería de medidas que incluyen la creación de un nuevo impuesto sobre bienes de lujo y la aplicación de un IVA del 21% sobre los apartamentos turísticos.
El acuerdo entre PSOE y Sumar ha sido alcanzado in extremis este lunes, hasta el punto de que en el último momento se optado por desconvocar la Comisión de Hacienda en el Congreso de los Diputados que tenía previsto abordar las propuestas para la reforma fiscal. Las iniciativas de cada grupo parlamentario han sido presentadas como enmiendas a la transposición del proyecto de ley del tipo mínimo global del 15% para multinacionales, cuyo texto iba a quedar articulado este lunes para ser votado por el Pleno del próximo jueves en medio de un gran incertidumbre.
Finalmente, los socios del Ejecutivo de coalición han articulado un pacto, sobre la base del preacuerdo ya alcanzado por PSOE con Junts y PNV, al que aspiran a sumar al resto de socios parlamentarios el jueves en Comisión y la próxima semana en Pleno.
El acuerdo respeta finalmente la cesión del PSOE a Junts y PNV de sacrificar el impuesto a las entidades energéticas a cambio de mantener vigente, tres años más, un impuesto -suavizado- a las entidades financieras.
A cambio, el ala socialista del Gobierno abraza algunas de las propuestas presentadas por Sumar. La principal es la creación, en el plazo de un mes, de un nuevo impuesto sobre los bienes de lujo que obligará a tributar por la «posesión de aviones privados, yates, coches de lujo y otros bienes suntuarios».
En paralelo, después de que la Unión Europea haya abierto la veda para ello, el PSOE ha aceptado la pretensión de Sumar de que los inmuebles destinados al alquiler turístico pasen a tributar por IVA, concretamente a un tipo del 21% .
En paralelo, se elimina la exención sobre las primas de seguros sanitarios privados, una de las medidas que más puede complicar la negociación con el resto de grupos parlamentarios dada la reticencia de grupos como sumar.
Otro de los elementos que ha permitido engrasar el acuerdo es el compromiso de elevar en dos puntos la tributación en el IRPF de las rentas de capital por encima de los 300.000 euros «para seguir avanzando en la equidad horizontal con las rentas del trabajo».
Más allá, el pacto mantiene viva el resto de la reforma fiscal acordada por PSOE con Junts y PNV, que incluye equiparar fiscalmente diésel y gasolina (sin afectar a los transportistas) a partir del próximo abril; reactivar la triple subida fiscal en Sociedades impulsada por Cristóbal Montoro en 2016 que el Tribunal Constitucional tumbó este año; o crear un impuesto sobre el vapeo.
Fuente: Expansión