El grupo ‘naranja’ presenta una propuesta similar a la que anunció Cifuentes en marzo.

El PP necesita a Ciudadanos para poder seguir gobernando en la Comunidad de Madrid y Ciudadanos ya le ha hecho saber al PP que ese apoyo no le va a salir gratis. Tras la dimisión forzosa de Cristina Cifuentes, y a un año de las próximas elecciones, la batalla política entre los dos partidos más próximos al espectro ideológico del centro-derecha en la Asamblea regional ha empezado a librarse en el terreno de la bajada de impuestos.

Para entrar en el cuerpo a cuerpo, la formación naranja se desmarcó ayer con la presentación en el registro de la Cámara de una proposición de ley con un triple alivio fiscal para el bolsillo del contribuyente: la reducción de medio punto en el tipo impositivo del IRPF, la exención del pago de tributos en donaciones entre hermanos y bonificaciones para los padres con hijos escolarizados de entre cero y tres años.

Estas medidas son muy similares a las que Cifuentes anunció dentro de un paquete más amplio el pasado 13 de marzo, justo una semana antes de que estallara el caso Máster, y que siguen su trámite administrativo en forma de anteproyecto sometido a información pública hasta el 22 de mayo. Sólo seis meses antes el PP había criticado a su socio de investidura por tratar de imponerle una bajada de impuestos a cambio de su apoyo a los presupuestos que el partido de Gobierno calificó de «irresponsable y desleal».

Ante este panorama político, y dada la matemática parlamentaria actual, lo único seguro para el contribuyente madrileño es que cuando el año que viene tenga que elegir qué papeleta mete en la urna tendrá una carga fiscal más liviana que la que soporta a día de hoy. Otra cosa es quién se colgará la medalla de haberlo liberado ese peso.

Sin elevar el tono, pero con determinación, la consejera de Economía y Hacienda criticó ayer que la propuesta de reforma tributaria del grupo naranja sea «nada novedosa» y «mucho menos ambiciosa» que la presentada por el Ejecutivo del PP hace dos meses porque «beneficia a muchos menos madrile- ños». «Si a esto le añado que en el programa electoral de Ciudadanos no venía ninguna rebaja impositiva, ni en el acuerdo que se hizo de investidura (…), la verdad es que me cuesta mucho trabajo entenderlo», explicó Engracia Hidalgo, que prefirió «no ponerle calificativos» a una medida que sotto voce compa- ñeros suyos de bancada calificaron como «oportunismo puro y duro».

La formación que permitió gobernar a Cifuentes y que la semana que viene hará lo propio con su sucesor, Ángel Garrido, se defendió diciendo que «esto es política útil». Habla Ignacio Aguado, portavoz del partido minoritario en el hemiciclo de Vallecas pero clave para neutralizar al bloque de izquierda que suman PSOE y Podemos: «Vamos a intentar recuperar el pulso de la mejor manera posible y seguir pensando cada día en los madrileños, en cómo resolver sus problemas, y en este caso en garantizar que tienen más dinero disponible en el bolsillo para poder llevar a cabo su vida diaria».

Dada la normativa en vigor, se va a dar la circunstancia de que previsiblemente lo primero que se debatirá en la Asamblea será la proposición de ley de Ciudadanos con las tres bajadas de impuestos. Para poder registrarla ayer no fue necesario que el grupo promotor la acompañara de una memoria económica sobre su viabilidad ni de informes jurídicos, como sí deben incluir los proyectos de ley que elabora el Gobierno.

Es el caso del de medidas fiscales anunciado en marzo por Cifuentes, aún en fase de presentación de alegaciones, y que, entre otras cosas, amplía las bonificaciones en el Impuesto Sucesiones y Donaciones a tíos y sobrinos. Sólo cuando concluya este paso será trasladado a la Cámara regional para su votación.

Y ahí puede pasar cualquier cosa: Ciudadanos permitió ayer con su abstención que comience la tramitación de una ley de residencias de mayores y otra de educación inclusiva presentadas por Podemos, apoyadas por el PSOE y con el PP en contra. La precampaña ha comenzado.

Fuente: ElMundo.es