Es un impuesto «muy malo, malísimo». Así calificó Mauricio Macri los aranceles a las exportaciones que él mismo ha impuesto para equilibrar las cuentas de Argentina en uno de sus momentos más delicados. La industria pesquera española da fe de ello y apenas puede ocultar su preocupación por una tasa que tendrá un impacto nefasto en su negocio.
O si no que se lo pregunten a Nueva Pescanova o Iberconsa, las compañías españolas con mayor exposición en Argentina. La primera cuenta con más de 45 trabajadores y 16 buques en la Patagonia (12 tangoneros, dos poteros, uno arrastrero y un palangrero), una de las mayores flotas del grupo. Su filial argentina, Argenova, comenzó sus operaciones hace 30 años en Santa Cruz, donde cuenta con una planta de procesado y un frigorífico. Desde allí captura, procesa y exporta incontables toneladas de gambón, pota y merluza negra a 80 países de los cinco continentes.
El presidente de Argentina está renegociando las condiciones de un préstamo millonario con el FMI mientras busca vías para aumentar la recaudación y frenar el desplome del peso. Una de ellas es aplicar una retención superior al 7% a las exportaciones de productos del mar, pese a los daños colaterales de esta medida en la industria pesquera. Macri ha pedido a las empresas que arrimen el hombro ante una situación de «emergencia».
¿Cómo afectará a las empresas españolas? Si tenemos en cuenta que el peso argentino se ha depreciado un 50% frente al euro en lo que va de año —aunque la inflación aumenta a un ritmo del 30%—, hay margen para afrontar el coste del arancel. «No creo que sea tan problemático, porque en parte quedará compensado por la devaluación de la moneda», indica Lorenzo Dávila, profesor del departamento de economía de la Universidad Carlos III de Madrid.
«Si venden en dólares, los costes de producción disminuyen por la depreciación del peso aunque suban por la inflación». Las empresas que dedican más del 70% de su negocio a las exportaciones suelen dolarizar sus tarifas, prosigue Dávila. La ‘tasa Macri’ a las exportaciones será del 10% para bienes primarios y del 7,5% para elaborados, categoría en la que se enmarcan los productos del mar.
No obstante, la Cámara de Armadores Pesqueros de Argentina (CAPECA) estima una reducción en los ingresos de las empresas de unos 200 millones de dólares —un 10,2% de los 2.000 millones exportados por productos pesqueros en 2017— como consecuencia de los aranceles. Las medidas económicas de Macri tendrán un fuerte impacto sobre toda la actividad pesquera del país, pues las tasas sobre las exportaciones se suman a la rebaja de los reintegros hasta 2020, explica Eduardo Román, gerente de CAPECA.
Según fuentes del sector en Argentina, ambas medidas «suponen casi un 11% de impuestos directos nuevos sobre la facturación en el caso del langostino», una de las especies más importantes para las empresas españolas. «Nos han sacado unos 200 millones de dólares de golpe a todos. Es una barbaridad y la mejor propaganda para que sigan sin venir nuevas inversiones productivas al país».
La Confederación Española de Pesca (CEPESCA) también rechaza la ‘tasa Macri’ con rotundidad. «Las medidas arancelarias a las exportaciones nunca benefician. En última instancia, son los productos exportados los que pierden competitividad frente a otras opciones del mercado (…) La apuesta de las empresas pesqueras españolas que operan en ese país es comprometida y a largo plazo. Tenemos la certeza de que este mercado estratégico seguirá creciendo en el futuro», zanjan fuentes de esta asociación.
Iberconsa opera una veintena de buques en aguas argentinas, donde su cuota supera las 57.500 toneladas (un 54% del total) al ser su principal caladero. Desde allí exporta sobre todo moluscos a Europa, cuenta con dos fábricas y tiene contratados a 100 trabajadores. La merluza argentina, el langostino austral y la pota son su especialidad.
La crisis argentina no ha ‘pillado’ al grupo gallego su mejor momento. La firma de capital riesgo Portobello Capital puso a la venta el 55% que controla en Iberconsa y contrató al banco de inversión Nomura para sondear el mercado en busca de posibles compradores. Queda por ver si los ajustes fiscales de Macri pondrán palos en las ruedas de la operación que se está cocinando en estos momentos.
Este periódico se ha puesto en contacto tanto con Iberconsa como con Nueva Pescanova, pero ninguna ha querido participar en el reportaje.
Por su parte, Calvo aclara que no tiene fábricas ni flota en Argentina pero sí cuenta con una oficina comercial. Ese país tiene un peso del 3% en las ventas del grupo, cuyo mercado de producción más importante es Brasil. La mayoría de las empresas que pueden verse afectadas por la ‘tasa Macri’ son gallegas. Otro ejemplo es el grupo Profand, interproveedor de Mercadona para cefalópodos o langostinos dedicado a la pesca, procesado y comercialización de productos del mar. Desde su filial argentina, Pesquera Deseado, confirman que los productos que más preocupan son el gambón y la pota porque todas las capturas se exportan directamente a España. «En Argentina se consume poco pescado en general», matizan. Otras empresas con enormes intereses en Argentina son Vieira, Pescapuerta, Pereira o Mariscos Rodríguez.
España, primer cliente en crustáceos
Químicos, semillas, cereales, pescado, crustáceos y moluscos son los productos que más compramos a Argentina, por ese orden. Ese país exportó 60.512 toneladas de crustáceos a España en 2017, el doble que a China(34.034) y el triple que a Japón (18.161), según las estadísticas oficiales de UN Comtrade. Desde ahora, las empresas que los comercializan deberán pagar un sobrecoste de tres pesos por dólar.
Argentina y Ecuador son los principales exportadores de crustáceos a nivel mundial por ventas en valor, seguidos de China. Y España es su cliente número uno. Por volumen, destacan los camarones y los langostinos como especies más destacadas.
Si abrimos el foco a todos los productos pesqueros, Argentina exportó en 2017 unas 480.000 toneladas de pescado por un importe total de 2.000 millones de dólares a los países de la Unión Europea (37%), China (14%), Estados Unidos (9%), Japón (7%) o Brasil (5%). Son datos facilitados por la Cámara de Armadores Pesqueros de Argentina.
Fuente: ElConfidencial.com