Los trabajadores por cuenta ajena en cuatro de nuestros países vecinos no abonan mensualidades a la Seguridad Social, aunque disfrutan de menos coberturas sanitarias y de conciliación.
Las imposiciones legales en materia de pago de impuestos y coberturas a las que se enfrentan los autónomos varían en cada país europeo. Existen territorios como Italia, Portugal, Holanda y Dinamarca donde no se paga una cuota mensual a la Seguridad Social con independencia de lo que se gane.
También hay otros, como Alemania, Reino Unido y Francia en los que funciona un sistema de cotización progresiva. Son algunas ventajas que tiene ejercer la actividad por cuenta propia fuera de nuestro país, pero el análisis es más complejo, ya que las condiciones finales que recibe el empresario son inferiores en lo que a coberturas sanitarias o derechos en la jubilación se refiere.
A continuación te contamos qué implica ser autónomo fuera de nuestras fronteras. Son las conclusiones de un estudio elaborado por María José Arteche Luna, Economista por la Universidad Loyola en Córdoba y Master en empresa familiar por el IESE. Sus conclusiones han sido publicadas en la web de Sapientia Asesores y Consultores, compañía de la que es Socia Fundadora y Diretora de Operaciones.
Autónomos sin IVA
Los autónomos en las vecinas Francia y Portugal están exentos del pago del IVA. Además, en el primero los emprendedores con menos de un año de antigüedad no abonan cuota. Después de esa fecha se enfrentan a un sistema progresivo que funciona según tipo de actividad. Deben abonar al Estado el 12% de los ingresos para las comerciales, 18,3% para las profesiones liberales y 21,3% para los servicios.
Bien es cierto, que en el país galo irán cambiando las condiciones progresivamente, tras el reciente anuncio de supresión del actual sistema de autónomos. El anuncio que realizó Macron incluye una equiparación entre las coberturas de autónomos y asalariados, al considerar que el sistema de trabajadores por cuenta propia francés tiene «graves disfunciones».
No tienen coberturas sanitarias, aunque se pueden desgravar hasta el 100% de los gastos médicos. En el país luso, los trabajadores por cuenta propia disfrutan de la misma protección ante contingencias que un empleado. Además, realizan una declaración de renta al año y están obligados a pagar un 14,5% si facturan menos de 7.000 euros al año; un 28,5% hasta los 20.100, 37% hasta los 40.000, 45% si los beneficios superan los 80.000 y un 48%, en caso de ingresos por encima de esta cifra.
El autónomo en Reino Unido
Reino Unido dispone de una cuota mensual de autónomos ascendente: para facturaciones por debajo de los 8.400 euros mensuales, supone un desembolso de 16 euros al mes. Por encima de ese umbral, asciende a 58 euros. A esta cuota se suma el 9% de los ingresos totales. De esta forma, los autónomos que facturen por encima de los 2.000 euros al mes pagarán más seguridad social que en España, donde la cuota mínima mensual es de 267 euros con rebajas para nuevos emprendedores. El seguro no cubre incapacidad temporal ni el subsidio por desempleo. El IVA de los británicos es anual en lugar de trimestral.
Condiciones del autónomo en Italia y Dinamarca
Los italianos también hacen frente a un único pago de IVA al año. Es igual en todos los casos, un 22%. Otra de las ventajas de ser emprendedor es que sólo pagan el impuesto de la renta en función de sus ganancias: 20% de lo que facturan anualmente. Con ello, tienen aseguradas coberturas por jubilación, enfermedad, discapacidad, prestaciones por desempleo y asistencia sanitaria.
El caso de Dinamarca se asemeja al italiano en que están exentos de abonar una mensualidad y que el pago en la declaración de la Renta se realiza en función de los ingresos: comprende entre el 25% y el 50% del beneficio al final de año. También disponen de prestaciones ante situaciones de desempleo, maternidad o enfermedad.
Seguros médicos obligatorios
Holanda y Alemania presumen de tener unas obligaciones fiscales más ventajosas para los autónomos que tienen menos ingresos, pero no es oro todo lo que reluce: “ambos obligan a estos trabajadores a contar con su propio seguro médico”, recuerda Arteche en su análisis.
El gasto médico el país de los tulipanes es de 100 euros al mes y en el germano ronda los 260. Además, en el primero la cuota es de 50 euros al año por estar en la Cámara de Comercio, mientras que en Alemania no hay que abonar nada si se gana menos de 17.500 euros por año; cuando se supera esta cantidad, el pago es de 140 euros al mes.
Otra ventaja que tiene el autónomo alemán frente al español es que, los menores de 30 o aquellos que facturen menos de 1.700 euros mensuales evitan pagar el IVA.
Fuente: CincoDías.com