Los expertos apuntan a la necesidad de establecer un mecanismo europeo de estabilización de la economía para suavizar las perturbaciones asimétricas que afectan de forma diferente a los distintos países, lo que favorecería una mayor integración fiscal y financiera.
En un encuentro organizado por la escuela de negocios Esade, algunos de los principales responsables económicos del país han coincidido en que ha de irse a una mayor unión fiscal a futuro, con una autoridad central que ejerza más control y limite y gestione los efectos de las crisis venideras.
A pesar de que durante la crisis económica se creó el Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE), los ponentes han coincidido en que se trata de una «mutualización contingente» -en palabras del profesor asociado de la escuela de negocios, David Vegara-, cuya actuación está sujeta a situaciones determinadas y no puede actuar como supervisor.
La directora de la Oficina Económica de la Presidencia del Gobierno, Eva Valle, ha apostado por reformas «menos ambiciosas» en el corto plazo y más en el largo, ya que existen divergencias importantes entre los países de norte y los del sur sobre cómo ir a una mayor integración fiscal y si debe primar la «solidaridad o la responsabilidad».
«Es imprescindible avanzar en una mayor integración en el ámbito fiscal y el ámbito bancario, pero la crisis ha dejado huellas muy profundas y tenemos que contar con eso», ha detallado Valle en referencia al ascenso de ideas antieuro.
La situación en Italia también hace difícil convencer a los socios del norte en ese debate entre solidaridad y responsabilidad, con la cercanía de una reunión del Consejo Europeo en junio en la que se iba a detallar el asunto del estabilizador europeo.
De propuestas poco ambiciosas pero funcionales también ha hablado el presidente de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF), José Luis Escrivá, que ha ejemplificado el amplio margen que tienen las instituciones europeas para dar confianza a los inversores.
Así, ha mostrado un gráfico de la prima de riesgo española desde 2009 hasta 2014 en el que se evidencia que, a pesar de las actuaciones del Gobierno, sólo bajó drásticamente cuando el presidente del BCE, Mario Draghi, anunció que haría «lo que fuese necesario» para salvar el euro.
Por otro lado, el jefe de la División de Política Monetaria y Área del Euro del Banco de España, Juan Luis Vega, ha señalado que «cualquier reforma del MEDE que quiera darle mayor protagonismo» como mecanismo de estabilización europeo debería suponer también una «reforma de su gobernanza» para que sea menos político y más técnico.
Fuente: ElConfidencia.com