3,2 millones de personas físicas tributan al 18% por sus actividades si bien un 17% no logra beneficios.
En España había 3,2 millones de empresarios y profesionales individuales sujetos al pago de la renta a cierre de 2016. Se trata de personas físicas que sin constituir una empresa obtienen rendimientos por sus actividades económicas. Así lo recoge la nueva estadística publicada ayer por la Agencia Tributaria, que arroja un perfil claro de los empresarios autónomos: en su mayoría son hombres, de nacionalidad española y con una única actividad. Los datos también revelan, sin embargo, la fuerte disparidad en la presión fiscal y el éxito empresarial de este colectivo en función de su ubicación geográfica y su actividad profesional.
Así, aunque el colectivo paga un 18,29% de tipo medio efectivo por los rendimientos de sus actividades económicas, los empresarios autónomos de Madrid abonan el tipo medio más alto del país, un 23,13%, casi duplicando el 13,5% por el que tributan los de Castilla-La Mancha, con la tasa más baja de España. Aunque la Comunidad de Madrid es conocida por contar con algunos de los tipos de gravamen más bajos del país en impuestos como el IRPF, la diferencia radica principalmente en la disparidad de actividades profesionales que se realizan en cada región.
Así, mientras que los servicios financieros, jurídicos, de seguros o de alquiler tributan a un tipo medio efectivo del 25,7%, otras como la construcción lo hacen a solo al 11,45%. A partir de ahí, los contribuyentes acogidos al régimen de módulos abonan un tipo medio del 7,27% y, dentro de estos, los que se dedican al sector agrícola, forestal o ganadero, mucho más comunes en La Mancha que en Madrid, pagan un 9,96%. Por categorías de contribuyentes, los artistas y deportistas tributan al 24,26%; los profesionales, al 23,45%; los agricultores y ganaderos, al 18,76%, y los empresarios, al 16,96%. Su aportación media a las arcas públicas oscila entre los 6.964 euros anuales de los empresarios y los 5.345 euros del resto.
El tipo medio del 18,29% de presión fiscal sobre la actividad de este colectivo es ligeramente inferior al que afecta a las pymes sin asalariados sujetas al impuesto de Sociedades, que pagan un tipo medio efectivo del 21,6%, si bien al ser diferentes tributos no resultan del todo comparables.
La información recopilada por el Ministerio de Hacienda también ofrece una interesante imagen del tipo de negocios que resultan especialmente rentables y cuáles arrojan pérdidas. Por regiones, destaca que uno de cada cinco empresarios autónomos de Asturias no paga impuestos al no lograr beneficios frente al 12% de La Rioja. La tasa media de fracaso, como denomina la Agencia Tributaria a este fenómeno, se sitúa en el 17,15%. Por ramos de actividad, el sector más ruinoso resulta el de energía y agua, en el que el 40% de las actividades no logra rendimientos positivos. Por contra, solo el 8,59% de los negocios de industria, aeronáutica, telecomunicaciones y mecánica de precisión no consiguen ganar dinero.
Los datos ofrecidos ayer por la Agencia Tributaria también indican que el número de empresarios y profesionales se incrementó un 3,74% durante el periodo 2012 a 2016, objeto de la estadística, pero en este tiempo los rendimientos que obtuvieron por su actividad se elevaron un 30%, hasta los 29.664 millones de euros, y la cuota líquida que debieron abonar al fisco creció aún más, un 40%, hasta los 5.908 millones. Esta disparidad se explica por el importante incremento de beneficios que se dio ya desde 2015, como consecuencia de la recuperación económica, y por efecto del carácter progresivo del tributo que lo hace más elástico al alza de las ganancias.
La estadística también detalla que solo el 37,1% de los empresarios autónomos, 1,2 millones, son mujeres, si bien esta cifra se incrementó un 7,3% entre 2012 y 2016, el periodo abordado por la Agencia Tributaria. Por nacionalidades, la diferencia es aún mayor, con solo un 6% (190.000) de profesionales individuales extranjeros, aunque también su ascenso se produce a mayor ritmo, con un aumento del 34% en los cuatro años que recoge la estadística. A su vez, el 86,5% de los empresarios autónomos se dedica a una única actividad mientras que solo el 20,3% del total cuenta con personal asalariado a su cargo.
Fuente: Cincodías.com