Los expertos ven margen para subir impuestos indirectos y medioambientales, y piden reorganizarlos en las Autonomías.
«Aunque la presión fiscal es algo menor en España que en la media de países de nuestro entorno, si tomamos como referencia los impuestos que paga una persona física de clase media, en relación a sus rentas anuales, podríamos estar por encima de la media». Valentín Pich, presidente del Consejo General de Economistas (CGE), considera que «esto sucede por nuestro nivel de paro y porque una buena parte de la población obtiene unas rentas tan bajas que no tributan».
Pich se manifestó así en el Punto de Encuentro del CGE, donde los expertos debatieron sobre si se pagan muchos impuestos en España ante la puesta en marcha de nuevos tributos por parte del Gobierno. «Esto que parece evidente en el IRPF, también en alguna medida ocurre con el Impuesto sobre Sociedades, ya que solo poco más del 30 por ciento del censo de declarantes por este Impuesto declaran una cuota líquida positiva», añadió Pich.
El debate puso de manifiesto las posiciones encontradas de los expertos ante la presión fiscal en España. Mientras para a unos hay margen para aumentar la presión fiscal para otros el margen para incrementar la carga tributaria sin dañar el crecimiento de nuestra economía es casi inexistente.
«El Impuesto sobre Sociedades que tenemos es alto en relación al tejido empresarial de España», aseguró José Luis Feito, presidente del Instituto de Estudios Económicos. «Habría que bajarlo porque todos los países europeos lo están haciendo, y eso que estamos viendo la cantidad de populismos que hay», añadió.
Feito considera que los ingresos impositivos por Sociedades en España alcanzan un porcentaje del PIB -2,3 por ciento- muy similar al de la media de UE -2,6 por ciento. «Teniendo en cuenta que el PIB español per cápita es un 8 por ciento inferior al de la media de la UE, y que por lo tanto nuestro stock de capital es inferior al suyo, se puede incluso decir que la carga tributaria sobre los beneficios de las empresas españolas es relativamente elevada», aseveró.
Sin embargo, Juan Moscoso, exportavoz de Economía en el Congreso de los Diputados, subrayó que «en estos momentos se estudia reformar en profundidad el Impuesto con el objetivo de garantizar unos tipos efectivos equiparables a los de nuestro entorno europeo, eliminar beneficios fiscales, ensanchar las bases imponibles y elevar la recaudación».
Mejoras por llegar
Feito explicó que los ingresos por impuestos medioambientales en Europa en 2016 suponían el 2,4 por ciento del PIB, siendo Dinamarca -4 por ciento-, Eslovenia -3,9 por ciento- y Grecia -3,8 por ciento- los países con mayor recaudación por impuestos, e Irlanda y España -1,8 por ciento- los de menor. «Los impuestos sobre gasolina y diésel de automoción se sitúan en España entre los mínimos de la Unión Europea», apostilló.
En la misma línea, Moscoso aseguró que «en fiscalidad medioambiental debemos acercarnos a los estándares europeos estableciendo tributos en varios ámbitos». A juicio de Valentín Pich, «lo prioritario sería reorganizar los impuestos medioambientales, sobre todo en lo que se refiere a impuestos propios de las Comunidades Autónomas».
Fuente: ElEconomista.es