La ministra de Hacienda dice que el plan se financia gracias al colchón fiscal existente.
Sin duda, una de las medidas que va a tener más calado social va a ser la bonificación mínima de los 20 céntimos en cada litro de combustible que se reposte en la estación de servicio para todos los ciudadanos. De esta cifra, el Gobierno sufragará una rebaja de 15 céntimos, mientras que las petroleras realizan un mínimo de otros 5 céntimos. Esta medida, que será de carácter excepcional, se aplicará hasta el próximo 30 de junio.
A la hora de cerrar esta edición, en el Ministerio de Hacienda estaban trabajando a marchas forzadas en la elaboración del real decreto que regirá su aplicación, aunque todo indica que el consumidor que acuda a una gasolinera se beneficiará en el momento del pago. Por lo tanto, el descuento de al menos estos 20 céntimos será automática para todo tipo de clientes y no será necesaria gestión alguna posterior.
La ministra María Jesús Montero defendió ayer que esta rebaja en el carburante se generalice sin tener en cuenta el nivel de renta del ciudadano, ya que “no sería posible” establecer un sistema ágil y rápido para que solo beneficie a las rentas más bajas. Montero explicó en La Sexta que la pretensión del Gobierno era que las familias se beneficien de forma inmediata de la rebaja, ya que el gasolinero no puede discriminar por razones de renta, lo que dificultaría la gestión.
Según fuentes consultadas por este diario, buena parte de los 6.000 millones de euros en que se evalúan las ayudas directas corresponderían a esta medida, barajándose una cifra superior a los 1.000 millones de euros.
La ministra de Hacienda avanzó ayer que el plan de choque adelantando por el presidente del Gobierno, y que hoy se rubrica en el Consejo de Ministros, podrá financiarse con toda tranquilidad gracias al colchón fiscal de que gozan las cuentas públicas, como consecuencia de que el déficit al cierre de 2021 se ha situado por debajo del previsto inicialmente del 8,4% del
PIB. También anticipó Montero que el próximo jueves se dará a conocer el cierre del ejercicio fiscal del año pasado y se conocerán todos los detalles de las cuentas públicas.
Estas medidas puestas en marcha por el Ejecutivo español van en la línea de las aplicadas en otros países europeos. En Francia, por ejemplo, se aprobó una rebaja de 15 céntimos por litro por un periodo de 4 meses desde el próximo 1 de abril, aunque la gestión será más complicada al ser los distribuidores quienes lo apliquen y con posterioridad será el Estado quien se lo reembolsará. En el vecino Portugal se ajusta semanalmente el impuesto sobre los productos petrolíferos que grava los combustibles.
El Bélgica la bajada de los precios es de 17,5 céntimos por litro desde hace ya unos días, mientras que en Polonia el recorte se hará en función del tipo de carburante. El precio se reducirá hasta en 20 céntimos para la gasolina, 15 céntimos el diésel y tan solo en 2 céntimos el denominado diésel verde en territorio polaco.
Las reglas fiscales en suspenso
La ministra de Hacienda aprovechó también para poner encima de la mesa la posición del Gobierno respecto a la suspensión de las reglas fiscales de la UE, resumidas en ir reduciendo la ratio de deuda pública al entorno del 60% del PIB y el déficit público al 3%.
Esta regla, en suspenso con el inicio de la pandemia, estaba previsto que volviese a finales de este ejercicio o principios del próximo, sin embargo, la guerra de Ucrania ha vuelto a dar un nuevo giro de tuerca para que sigan en suspenso.
Este fue el mensaje que lanzó ayer Montero, quien pidió que la suspensión siguiera en 2023. En el debate también han surgido las opiniones de quienes defendían unos objetivos a medidas de la situación de cada país.
Fuente: Cincodías.com