El gobernador del Banco de España insta al Gobierno a una “revisión y definición de la cesta de impuestos” que permita obtener “los ingresos necesarios” para financiar el gasto público.

El Banco de España considera que el Gobierno debería revisar el actual sistema de impuestos para poder financiar el gasto presupuestado.

El gobernador del Banco de España, Luis María Linde, instó ayer al Ejecutivo a hacer una “revisión y definición de la cesta de impuestos que permita obtener de forma estable y eficiente los ingresos necesarios para financiar el nivel deseado de gasto público”, señaló en su intervención ante la Comisión de Presupuestos del Congreso de los Diputados, con motivo de la tramitación del proyecto presupuestario de 2018.

Linde no matizó qué tipo de revisión sería necesaria, aunque a juzgar por el ligero escepticismo mostrado ante la recaudación prevista por el Gobierno para este año, parecería más complicado que esta reestructuración impositiva se diera a la baja.

El gobernador tildó la previsión de recaudación de “optimista”, por lo que recomienda vigilar los ingresos, para “reaccionar a tiempo”. Aunque no entró en valoraciones personales, sí se refirió a la estructura del IRPF, señalando que algunos fiscalistas consideran que “hace falta un tipo de repaso del sistema impositivo, que sea mas favorable al crecimiento”.

El Gobierno prevé en su proyecto de Presupuestos un aumento del 6% en los ingresos tributarios y del 5,1% en las cotizaciones sociales. Estos incrementos, explicó Linde, implican una recaudación “superior a la observada históricamente”. Sobre todo si se considera el tono de la política fiscal del Gobierno, “neutral o ligeramente expansivo” respecto a 2017.

“¿Es imposible que se cumpla la previsión de recaudación? No. Parece un poco optimista, pero no es imposible”, matizó el gobernador. En total, la Administración del Estado espera recaudar 233.508 millones de euros este año. El Banco de España explicó que, en momentos de crecimiento económico, la recaudación tiende a ser mejor de lo esperado.

Aunque la previsión da unas elasticidades superiores a las históricamente comprobadas, “la actividad de crecimiento económico actual indicaría que no es imposible que se cumplan”, explicó, añadiendo que “si no se cumplen habrá tiempo y se podrán tomar medidas correctivas”. Para lo que aconsejó “realizar un seguimiento continuo de la evolución de la recaudación durante el ejercicio” con el objetivo de “reaccionar a tiempo”, en el lado de ingresos como de gastos en el caso de que pongan en riesgo el cumplimiento del objetivo de déficit.

En el lado de los ingresos tributarios, Hacienda estima que la aportación del IRPF se elevará a 82.056 millones este año, un 6,5% más que en 2017, a pesar de la rebaja impositiva que incorpora en las cuentas. El Gobierno espera suplir la diferencia gracias al incremento previsto en el número de ocupados –prevé 475.000 más–, o un aumento en la recaudación por IVA y por el impuesto indirecto en las rentas exentas de IRPF, gracias a un incremento en el consumo de las mismas, según puntualizó ayer el secretario de Estado de Presupuestos y Gastos, Alberto Nadal.

El mercado laboral es, junto a la deuda y a la sostenibilidad del sistema de pensiones, una de las cuestiones donde más incidió Linde. En el primero explicó que todavía existen “ineficiencias significativas”, en productividad y competitividad, lo que hace necesaria la implementación de reformas, además de la evolución salarial, que calificó de “pobre”.

En el sector público, el incremento del gasto salarial, resultado de la subida de salario a los funcionarios, es del 5,4%, frente a un recorte del 2,3% en 2017.

Por el lado del gasto, Linde alertó de que el epígrafe en pensiones, derivado del envejecimiento de la población, se incrementará en 64 puntos porcentuales del PIB hasta 2050.

El gasto público en pensiones, sanidad y cuidados de larga duración se incrementará “entre 1,5 y 2 puntos porcentuales de PIB anuales durante las próximas tres décadas, alcanzando un máximo superior al 21% del PIB para 2050”. En la actualidad, el gasto en pensiones supone un 12% del PIB.

Linde también recomendó la implementación de nuevas reformas, así como medidas para cumplir el objetivo de déficit, que este año se sitúa en el 2,2%, con lo que España saldría del procedimiento del déficit excesivo. Aunque España salga del punto de mira de Bruselas, el gobernador puntualizó que el proceso de consolidación ha de continuar, y que la reducción de la deuda pública “debe ser una prioridad”.

Fuente: Expansión.com