El 75% de las Sicav prevé liquidarse este año. Sin embargo, las mayores fortunas españolas, que acumulan más del 40% del patrimonio, mantendrán sus sociedades, tributando al 1%.

El goteo de anuncios de cierre de Sicav ha sido constante en los últimos dos meses. Cada día en este tiempo, y una por una, las sociedades de inversión de capital variable han comunicado al supervisor de los mercados su intención de proponer a los accionistas sus planes de futuro, lo que, en la mayoría de los casos, supone el certificado de defunción de una figura que durante años ha sido clave en el sector de la gestión de activos. Al menos tal y como la conocíamos hasta ahora.

Tras muchos años de advertencias e intentos por endurecer las condiciones fiscales del producto de inversión favorito de los grandes inversores españoles, este año el Gobierno ha endurecido sus requisitos de tributación. El resultado es concluyente: la mayor parte de las Sicav echará el cierre, pero esta figura seguirá canalizando el patrimonio de las mayores fortunas españolas. Solo unos pocos.

La quinta parte

Solo el 21% del total de las Sicav, que a cierre de 2021 eran 2.307 vehículos con un patrimonio conjunto de 29.247 millones de euros, mantendrán su condición actual, tras el castigo fiscal. Sin embargo, este porcentaje equivale al 40% del patrimonio bajo gestión de todo el negocio, que previsiblemente mantendrá su ventajosa tributación actual al 1% por Sociedades.

«Parece que varias de las entidades de mayor tamaño continuarán como Sicav en la medida en que la gran mayoría de éstas -con casi 11.000 millones de euros de patrimonio- declaran cumplir con los nuevos requisitos», anunció Rodrigo Buenaventura, presidente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), ayer durante su intervención en el acto de entrega de los Premios de los Fondos de Inversión de EXPANSIÓN y Allfunds.

El pasado uno de enero entró en vigor el cambio legislativo que establece requisitos más exigentes para beneficiarse de una tributación al 1%. Entre otras cosas, a partir de entonces, las Sicav que se mantengan como tal tendrán que contar con al menos 100 socios con una inversión mínima de 2.500 euros cada uno mantenida durante tres cuartas partes del año. De lo contrario, la Sicav tributará al 25%.

Las sociedades que decidan mantenerse como Sicav deberán asegurarse de que cuentan con el capital diversificado. Esto no había sido habitual hasta ahora y se salvaba, en la mayoría de los casos, a través de la figura comúnmente conocida en el sector como mariachi.

Aunque todavía hay varias sociedades pendientes de comunicar sus planes al supervisor, y no será hasta dentro de unos días cuando la CNMV difunda el 100% de las decisiones de las Sicav, por el momento muchas de las mayores sociedades han hecho públicos sus planes.

Entre los accionistas de mayor patrimonio, ya es conocido que al menos Alberto Palatchi, la familia March, Alicia Koplowitz o la familia del Pino mantendrán sus Sicav.

La mayoría de ellos, a excepción de los March, está obligada a acometer cambios en su estructura para dar entrada a nuevos inversores y mantener la tributación al tipo reducido del 1% en Sociedades. Como ejemplos, Palatchi ha fusionado sus dos Sicav para conseguirlo y Koplowitz prevé fusionar su Sicav con otros vehículos gestionados por Omega Capital (su gestora).

Por el momento, de los dueños de las diez mayores Sicav en España, solo Sandra Ortega, hija del fundador de Inditex, Amancio Ortega, ha decidido dar de baja la sociedad en la que guarda su fortuna personal.

Cierran 1.730 sociedades

Según el recuento oficial elaborado por la CNMV, el 75% del total de las Sicav prevé liquidarse o transformarse en sociedad mercantil. Alrededor de 1.730 sociedades, que representan el 51% del patrimonio total, han comunicado a sus accionistas su cierre en los últimos dos meses.

Buenaventura lanzó ayer un mensaje a todos los inversores que han optado por liquidar sus sociedades: «Lo que sería especialmente positivo es que quienes no continúen como Sicav transfieran su patrimonio a otros productos de inversión españoles, de forma que se siga gestionando en España, con las nuevas reglas fiscales».

Como supervisor de los mercados españoles, la CNMV teme el impacto que la salida de este dinero a otros países pueda provocar en el mercado nacional, como ya ha manifestado en alguna ocasión.

En una de sus últimas intervenciones, el presidente del organismo español expresó su voluntad explícita de que «una parte importante del patrimonio de las Sicav no emigre a otras jurisdicciones».