Las empresas de asesoramiento y estrategia coinciden en que una de las palancas para salir de la crisis provocada por la crisis del Covid-19 pasa por medidas de apoyo al tejido empresarial, la flexibilidad fiscal y laboral y la digitalización como clave de crecimiento a futuro.

Los presidentes de las Big Four -Deloitte, PwC, EY y KPMG- y los máximos responsables en España de Accenture y AT Kearney destacaron durante su participación en la cumbre empresarial organizada por la CEOE que las medidas de estímulo deben dirigirse a contribuir a la supervivencia a futuro de las empresas, claves en la generación de riqueza y empleo a futuro.

En este sentido, Fernando Ruiz, presidente de Deloitte España, subraya que España está a la cola de otros países del entorno en lo que se refiere a ayudas dirigidas a las empresas y, especialmente, en cuestiones de liquidez.

En concreto, Alemania destina un 34% del PIB a ayudar a la economía en el proceso de recuperación y de estas ayudas un 30% son líneas de avales y un 4% son subvenciones a fondo perdido a empresas. Italia, por su parte, emplea casi un 34%, frente al 18% de Reino Unido, el 14% de Francia, el 11,1% de EEUU, con un peso muy importante en fondos directos sin reembolso.

España, por su parte, destina un 11% a estas medidas de estímulo, la mayoría -un 9,8%- se dirige a avales y líneas de liquidez y sólo un 1,2% a fondos que no requieren devolución.

«Lo más imprescindible es conseguir que esta recuperación sea lo más rápida y fuerte posible y que, además, no se genere desigualdad entre personas y países», apostilla Ruiz.

Para Federico Linares, presidente de EY España, hay dos cuestiones claves en la recuperación del país: la digitalización y la fiscalidad.

En cuanto al primero, Linares ha asegurado que España reúne todas las condiciones para aprovechar la ?»oportunidad única de aspirar al liderazgo digital de Europa» para lo que hay que seguir profundizando en la adopción de nuevas tecnologías.

Fiscalidad

Sobre la fiscalidad, el presidente de EY advierte de que que «las crisis no se financian con impuestos y sí con deuda». «No hay capacidad económica que gravar, lo que hay es rentas perdidas. Si lo que queremos es mantener el empleo y la economía lo último que hay que hacer es detraer rentas de los principales actores de la recuperación que son los ciudadanos y las empresas», añade.

En este sentido, Hilario Albarracín, presidente de KPMG España, considera necesario dar «oxígeno» a las empresas y no restárselo. «Más y mayores empresas es igual a más y mayor empleo», insiste.

Albarracín asegura que las medidas destinadas a flexibilizar el mercado laboral son fundamentales para ayudar a superar la situación actual y recuerda el papel relevante que han jugado los Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) para ayudar a las empresas a reducir costes salariales, de seguridad social o hipotéticos costes de indemnizaciones. «Esta medida debe seguir siendo la base desde la que preservar el futuro del empleo», apunta.

Para Gonzalo Sánchez, presidente de PWC España, en la recuperación es esencial «no dejarse llevar por el corto plazo».

Sánchez recuerda que el plan de fondos de la UE supone el mayor programa de inyección de liquidez de la historia reciente y es una oportunidad para España en la recuperación.

El nuevo plan de recuperación de la UE estará dotado de 750.000 millones de euros para proyectos concretos divididos en 500.000 millones a fondo perdido y otros 250.000 millones en préstamos. A esto habría que sumar los 540.000 millones de una triple red de seguridad aprobado por el Eurogrupo y el Consejo Europeo.

Para Sánchez el grueso de este dinero debería ser para el sector privado, que es el que ha resultado dañado en esta crisis.

«En los próximos meses nos jugamos los próximos 20 años; la respuesta que demos a la actual situación condicionará la sociedad española del futuro», insiste.

Desde Accenture España consideran que, aunque las medidas adoptadas para el corto plazo son «adecuadas», la reinvención de España exige una reinvención a medio y largo plazo que permitan ser un país «más competitivo, resistente y sostenible».

Transición ecológica

«El nuevo plan tiene que estar alineado con los programas de la Unión Europea. Por eso es crucial invertir y canalizar de manera adecuada los fondos europeo y nacionales en torno al doble propósito que establece la UE: digitalización y transición ecológica», añade Domingo Mirón, presidente de Accenture. España.

Para Pedro Mateache, presidente de AT Kearney España, se refiere además a las empresas de cadenas de suministro. «La enorme atomización de sectores como el manufacturero y el de logística y transporte nos pone en clara desventaja de partida», añade Mateache.

Para el directivo además los fondos de capital seguirán cumpliendo un papel clave. «No deben ser denostados con calificativos despectivos de marcado carácter ideológico», indica.

Fuente: Expansión.com