El alza récord de la recaudación por impuestos, propiciada en gran parte por un fenómeno inusual como la alta inflación, sale al rescate de las Administraciones para cuadrar sus cuentas. En concreto, permite reducir el déficit público a 4.412 millones de euros en el primer trimestre del año, un 78,4% menos que en el mismo periodo de 2021, según los datos facilitados por Hacienda. A esta corrección contribuyó, especialmente, el aumento de los ingresos -del 11,6% impulsado por los impuestos, que crecen un 17,1%-, así como una pequeña reducción de los gastos, del 2,7%, ante las menores prestaciones sociales y el fin del impacto de los avales concedidos para paliar los efectos de la pandemia. De esta forma, el déficit del conjunto de las Administraciones públicas -salvo las corporaciones locales, cuyos datos aún no se conocen- equivalía en marzo al 0,34 % del PIB, lejos del 5% con el que el Gobierno pretende terminar el año. Una vez incorporadas las ayudas a las entidades financieras, el déficit se situaría en 4.633 millones, un 77,8% menos que en 2021 y equivalente al 0,35% del PIB. Por subsectores, la Administración central concentró la mayor parte del déficit, 3.746 millones, un 75,5% menos y un 0,29% del PIB, una reducción relacionada con las menores transferencias a otras Administraciones, la buena marcha de los ingresos y el efecto contable de los avales. También la Seguridad Social redujo su déficit -en un 47,8%, hasta los 1.107 millones (0,08% del PIB)- ante el menor impacto de la pandemia en sus cuentas. Por lo que respecta a las comunidades autónomas, lograron incluso un superávit de 220 millones (0,02% del PIB), frente al déficit de 2021, debido tanto a la mejora de los ingresos como a las mayores transferencias recibidas, entre ellas la compensación por el cambio del sistema de gestión del IVA de 2017. De esta manera, solo cinco comunidades autónomas registraron déficit en el primer trimestre: Baleares, Castilla-La Mancha, Cataluña, Murcia y Valencia. Hacienda también ha avanzado los resultados de la ejecución presupuestaria del Estado hasta abril, un periodo en el que acumuló un déficit de 6.553 millones, un 67,6% menos que en el mismo periodo de 2021 y un 0,5% del PIB, cuando su meta para todo el año es del 3,8% del PIB. En los cuatro primeros meses del año, el Estado contabilizó unos ingresos de 72.617 millones, un 16,7% más, gracias al impulso de la recaudación tributaria, que se situó en 62.638 millones, un 17,7% más. Tres grandes impuestos Los tres grandes impuestos registraron fuertes repuntes: el IRPF recaudó un 29,2% más; el IVA, un 19,4% más y el impuesto de sociedades, un 2,9% más. También aumentaron sus ingresos el impuesto de hidrocarburos (14,4%), sobre el alcohol (60,2%) y sobre las primas de seguro (15,8%). Por lo que respecta a los gastos, ascendieron a 79.170 millones, un 4% menos, debido a las menores transferencias a otras Administraciones, a la menor aportación a la Unión Europea por RNB y al efecto comparación con el ejercicio 2021, cuando computaban las garantías estandarizadas.
El fisco cifra en 309 millones de euros los anticipos a las gasolineras
La ejecución presupuestaria también consigna 309 millones de gasto en anticipos a las gasolineras para sufragar la bonificación de los carburantes, en vigor desde el 1 de abril. Según la Agencia Tributaria, a esta cantidad hay que sumar los 333,6 millones que se habían abonado en concepto de devolución hasta principios de la pasada semana. De esta forma, y de acuerdo con los últimos datos del Ministerio que dirige María Jesús Montero, las estaciones de servicio han recibido un total de 642,6 millones de euros.
Fuente: El Economista