Escrivá se ha mostrado partidario de que su Ministerio participe en el foro.
Formalmente, la Mesa del Autónomo, dependiente del Ministerio de Trabajo, echó a andar este viernes. El foro surge para valorar las medidas ya adoptadas con motivo del coronavirus y hablar de las futuras que tengan relación directa con los trabajadores por cuenta propia. Aunque la intención es que tenga continuidad en el tiempo más allá de esta crisis. Aunque, obviamente, el virus seguirá centrando los debates durante muchos meses.
El primer paso es incorporar otros ministerios, especialmente el de Seguridad Social, pero también a Hacienda o Economía, pues los problemas de fondo que quieren negociar se encuadran en sus competencias. Fuentes de ATA confirman que el ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, se ha mostrado partidario de sumarse a la mesa.
La ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, ya mantuvo al inicio de su mandato, concretamente el 29 de enero, una reunión con las tres principales organizaciones del sector -ATA, Upta y Uatae- en la que expresó su deseo de que se aplique «la herramienta del diálogo social» al trabajo autónomo. Entonces, se comprometió a cambios legislativos y apuntó algunos factores que, en su opinión, se debía abordar con el sector. La responsable de Trabajo habló de falsos autónomos como una figura que se usa «de forma desleal»; de la necesidad de «feminizar el trabajo autónomo» y de la innovación en el colectivo como «valor añadido y ligado a la formación».
Cambio de cotización
La lista de temas de las organizaciones es mayor. Eduardo Abad, secretario general de Upta, empieza por el cambio de modelo de la cotización actual de los autónomos, pendiente de las negociaciones mantenidas durante el final de la pasado legislatura. En opinión de Upta, la cotización debe estar en consonancia con la facturación real de cada autónomo. Una tesis que no es compartida por ATA.
En un documento de propuestas para negociar durante el año pasado, la organización que preside Lorenzo Amor declaraba que en caso de establecerse una cotización proporcional a los ingresos, la sobrecotización o infracotización debería corregirse al final del ejercicio fiscal. Es partidario, sobre todo, de una mayor flexibilidad, que permita a los autónomos elegir sus bases y complementarlas con aportaciones extra anuales para mejorar su prestaciones futuras y contribuir a las cuentas de la Seguridad Social.
Además, ATA incluye numerosos medidas relacionadas con tarifas planas para determinados colectivos o la exención de cuotas para los profesionales cuyos ingresos no superen la mitad del SMI anual. Upta es partidario de ser más selectivos con las tarifas planas y establecer controles.
Un segundo bloque de negociación, según expone Abad, es la fiscalidad del autónomo. En concreto, la ligada a estimación por módulos, que afecta a unos 400.000 profesionales. Hacienda lleva años intentando sustituir una modalidad que nació hace 30 años con pretensiones temporales. En opinión de Upta, su modificación debe basarse en sistemas muy simplificados.
ATA presentó el año pasado 11 medidas fiscales concretas, como garantizar los aplazamientos del IVA, impulsar los medios de pago electrónicos como medio de verificación de gastos deducibles, la deducción en IRPF y en IVA de la totalidad de los gastos de vehículos eléctricos o exenciones del pago de IVA durante 24 meses de actividad, cuando no se superen los 30.000 euros de facturación.
Un tercer bloque de medidas que apunta el dirigente de Upta está ligado a la protección social de estos trabajadores, el desarrollo de la actividad autónoma y la lucha contra el fraude de ley en la contratación, ligado a los falsos autónomos.
ATA plantea, entre otras, ampliar la jubilación activa a la totalidad del colectivo, cálculo de la pensión sobre toda la vida laboral (el 75% sobre los mejores años y el 25% sobre los peores), y un subsidio de seis meses para los que hayan agotado la prestación por cese de actividad.
Un cuarto bloque, que agrada a todos, es la innovación y mejora de la competitividad de los profesionales, con medidas de formación y de digitalización. Respecto a lo primero, Eduardo Abad apunta que la formación es uno de los ejes que han mostrado desde el Ministerio de Trabajo en las políticas que seguirán durante esta legislatura. La digitalización es para Upta un elemento clave para poder salir de la crisis generada por el coronavirus y poder dotar de una mayor competitividad a los autónomos. Sin embargo, Abad remarca que el colectivo está realmente digitalizado en muy pocos sectores.
Desde ATA señalan, además, la necesidad de negociar las fórmulas de «segunda oportunidad» para los autónomos y por parte de Upta, mayor flexibilidad para la financiación del autónomo por el ICO.
Respecto a las demandas de Uatae, la organización de autónomos valoró muy positivamente la reunión que mantuvo en enero con la ministra Díaz, porque permitió poner sobre la mesa asuntos tan importantes para ellos como el emprendimiento de la mujer, la lucha contra los falsos autónomos y el apoyo a los sectores productivos con especial dificultad, como es la agricultura y el comercio.
Fuente: ElEconomista.es