El 73% de los españoles considera que el fraude fiscal crece.
La mayoría de los españoles considera que prácticamente toda la oferta pública está deficientemente gestionada por la Administración, otorgándole una valoración global por debajo del punto medio de la escala, según las conclusiones del informe sobre Opiniones y actitudes fiscales de los españoles en 2017, realizado por el Instituto de Estudios Fiscales.
Sin embargo, teniendo en cuenta distintas posibilidades de financiación y de gestión de la oferta pública de servicios y prestaciones, la intervención del sector privado ha encontrado pocos apoyos, como en otras ediciones, en donde las valoraciones quedan por debajo del punto medio de la escala, manteniéndose una percepción estable en el tiempo, aunque se mida de manera diferente.
Preguntados por la evolución positiva de los servicios y prestaciones en los últimos cinco años, los sanitarios son los que más consideran los españoles que han mejorado , aunque un 25 por ciento de las personas que se entrevistó afirmó que no ha notado mejora en ninguno de los servicios.
En el año 2017 hay un predominio entre los españoles que piensan que el cumplimiento fiscal no ha mejorado en la última década, continuando la tendencia negativa que se inicia en 2008, en la que el 73 por ciento de los ciudadanos considera que el pago de impuestos ha empeorado,
Del 27 por ciento de los consultados percibe una evolución positiva, lo atribuyen a tres factores de importancia desigual tales como las retenciones salariales, la Inspección de Hacienda o la conciencia cívica ciudadana.
En cuanto al fraude fiscal, entre los ciudadanos entrevistados continúa predominando la percepción relativa a un aumento del fraude fiscal en la última década.
Así, casi un 86 por ciento cree que el fraude ha aumentado, frente a un escaso 14 por ciento que cree que ha disminuido. Al observar la evolución histórica de estas opiniones, la percepción de la evolución positiva del cumplimiento fiscal que se venía observando a lo largo de la serie parece que sufre en 2017 una leve mejoría después.
Como en años anteriores, la opinión pública continúa manifestando su convencimiento de los colectivos que más defraudan a la Hacienda Pública son los empresarios, seguido por el de los profesionales liberales, los trabajadores autónomos y los rentistas, mientras que el colectivo de los asalariados y los agricultores son aquellos que, creen los encuestados, mantienen la conducta fiscal más honesta.
Las principales causas del fraude fiscal mencionadas son: la impunidad de los defraudadores; la falta de honradez y de conciencia cívica; la ineficacia en la lucha contra el fraude; y la presión fiscal excesiva. De este modo, los datos sugieren una pauta perceptiva popular que considera el fraude fiscal como un fenómeno multicausal.
Fuente: ElEconomista.es