El Impuesto de Sucesiones y Donaciones ha sido protagonista estelar de la política fiscal en la Comunidad Valenciana el año pasado, después de que el popular Carlos Mazón convirtiese su supresión en una de sus promesas electorales y uno de los primeros anuncios tras ganar las elecciones y llegar al Palau de la Generalitat.
La decisión del Gobierno de Carlos Mazón de suprimir una parte de los ingresos del Impuesto de Sucesiones y Donaciones al bonificarlo para los familiares más directos, sin embargo no ha supuesto que la Hacienda valenciana haya bajado la guardia en combatir el fraude fiscal a través de empresas en ese tributo.
Buena parte de los esfuerzos de la inspección de la Agencia Tributaria Valenciana, el organismo encargado de la gestión y recaudación de los tributos de competencia autonómica, se centraron en inspeccionar e investigar esas posibles prácticas irregulares a través de sociedades y holdings. Según la propia entidad, el año pasado recuperó casi 28 millones de euros de ingresos que se correspondían con el Impuesto de Sucesiones y Donaciones por actuaciones contra el fraude fiscal de sus departamentos de inspección y gestión.
En el punto de mira
Precisamente en el plan anual de control tributario del ejercicio pasado de la Generalitat se destaca como prioridad la vigilancia «sobre la indebida aplicación de los beneficios fiscales asociados a la empresa familiar en el ámbito del Impuesto sobre Sucesiones y Sonaciones «, ya que además de afectar a ese tributo «reduce el censo de declarantes del Impuesto sobre el Patrimonio».
En total, la Agencia Tributaria Valenciana logró recuperar 110 millones de euros en 2023 con estas actuaciones de sus departamentos de inspección, gestión y recaudación sobre el conjunto de impuestos sobre los que tiene las competencias. Una cifra que es un 12% inferior a la del año anterior. Ese descenso se debió precisamente a un menor número de procedimientos que en años anteriores para centrarse en expedientes de mayor complejidad, según explican desde la propia Administración.
De hecho, la mayor parte han tenido por objeto la comprobación de beneficios fiscales en el Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones por la adquisición de participaciones o acciones de entidades holding o grupos empresariales, según explicaron desde la propia Conselleria de Hacienda.
Fuente: El Economista