El presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, ha minimizado la posible consolidación del impuesto temporal a las energéticas, pues se trata de una hipótesis que -dijo- “la compañía todavía no contempla en sus proyecciones”. Así lo ha expresado Galán este miércoles en la conferencia con analistas para la presentación de las cuentas de la compañía hasta septiembre, que se han saldado con un beneficio neto de 5.471 millones de euros, un 50% más. “Es algo muy menor comparado con todo el negocio del grupo”, dijo Galán, quien señaló que “no se ha aprobado absolutamente nada” y que el proceso para que continúe el impuesto presenta “muchas incertidumbres” en el Parlamento. “Nuestras cuentas se basarán en lo que sea real y ahora hay solo rumores, solo ruido, nada concreto”, concluyó. Iberdrola pagó hasta septiembre un total 1.924 millones de euros en impuestos, un 7% menos que en 2023. En el caso del polémico tributo energético que grava los ingresos no regulados de las grandes compañías del sector en España, Iberdrola ha pagado este año 100 millones de euros, la mitad que el año pasado, debido al descenso de los precios de la energía.
Por su parte, el ejecutivo de Iberdrola se ha mostrado favorable a ampliar la vida útil de las centrales nucleares ya existentes porque “no hay ninguna razón para que no podamos alargar su ciclo de vida como está haciendo Estados Unidos”, siempre que “la parte económica sea atractiva”. En su opinión, “en Europa yo creo que se puede ampliar la vida de las centrales nucleares existentes en otros países. Ya lo están haciendo y no hay ninguna razón por la que en Europa no podamos alargar el ciclo de vida de las centrales nucleares como están haciendo en Estados Unidos, por ejemplo”, apuntó.
No obstante, advirtió de que ello requiere de “un análisis económico” y “también contar con una política energética que permita llevar esto a cabo. En el caso de Iberdrola tenemos la alternativa si la política nos permite ampliar estos ciclos. Estaremos dispuestos a hacerlo siempre y cuando la parte económica sea atractiva”. Galán, que ha venido amenazando con un cierre anticipado si no se revisa a la baja la nueva tasa para el desmantelamiento de las plantas (la llamada tasa Enresa que ha recurrido a los tribunales), ha advertido de que las nucleares “serán necesarias para favorecer el desarrollo de los centros de datos, instalaciones que necesitan un suministro continuo todos los días y las horas del año. “Puede ser una solución”, admitió. En todo caso, apuntó que para que se pueda plantear la extensión de la vida útil debe conseguirse que “la parte económica sea atractiva”, ya que “técnicamente es posible”.
Iberdrola ha obtenido un beneficio neto de 5.471 millones de euros hasta septiembre, lo que supone un incremento del 50% respecto del mismo periodo del año anterior, según ha informado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), en la que destacan unas inversiones récord de 8.600 millones de euros hasta septiembre, con un incremento del 12%.
Las cuentas entre enero y septiembre vienen marcadas por el impacto de la venta de activos en México cerrada el pasado febrero, con unas plusvalías de 1.165 millones de euros en el beneficio neto y de 1.717 millones en el resultado bruto de explotación (ebitda), además de la recuperación en Reino Unido de un déficit de tarifa de 369 millones. Excluidas estas plusvalías, el beneficio neto se situaría en 4.305,5 millones de euros, un 18,4% más respecto a los primeros nueve meses de 2023 y, en términos recurrente (excluyendo la recuperación del déficit de Reino Unido y la provisión por impuestos en México en 2023) un 22%.
El ebitda del grupo ha alcanzado los 13.269 millones de euros, lo que supone un crecimiento del 23% en relación a los mismos meses del año pasado. El ebitda recurrente ha crecido un 11%, hasta los 11.551 millones de euros. Estados Unidos y Reino Unido han impulsado el resultado, con incrementos del 25% y el 15%, respectivamente.
La compañía ha destinado unos 4.400 millones de euros a redes, con un incremento del 25%, en los nueve primeros meses. En la actualidad, la base de activos de redes eléctricas alcanza ya los 47.600 millones (incluyendo la británica ENW, cuya compra cerró ayer), con lo que Estados Unidos y Reino Unido suponen ya el 60% del total. Además, ha invertido otros 4.000 millones en generación y clientes, lo que ha permitido instalar más de 2.300 MW de capacidad renovables en el periodo.
Gracias a las inversiones y a la nueva generación renovable, especialmente eólica marina, la producción de la compañía ha marcado un récord histórico al alcanzar los 63.300 GWh hasta septiembre, un 7,4% más. También fue histórico el volumen de electricidad distribuida: 177.943 GWh, un 2,5% superior a la del mismo periodo del año pasado. Un 82% del beneficio operativo se obtiene en países con rating A en los negocios regulados, subraya.
Iberdrola prevé lograr este año un beneficio de 5.500 millones de euros, lo que supone un incremento del 14% respecto al año anterior (excluyendo cualquier plusvalía por rotaciones de activos), impulsado por los nuevos marcos tarifarios de las redes, el incremento de la capacidad instalada y al aumento de los contratos a largo plazo.
Además, la sociedad ha aumentado su dividendo a cuenta un 14%, hasta los 0,23 euros por acción, tras alcanzar este año ya el suelo de dividendo para 2025, fijado en 0,55 euros (este año ha distribuido 0,558 euros por título).
Plan de negocios
La deuda neta ajustada a septiembre se sitúa en 46.700 millones de euros, frente a los 47.900 millones del mismo periodo del año pasado. La energética ha incrementado su flujo de caja un 69%, hasta los 13.821 millones, con lo que el FFO/deuda neta ha mejorado en 210 puntos básicos, hasta el 25,3%. Además, posee una liquidez de 22.100 millones, que le permitiría cubrir 20 meses de necesidades financieras sin recurrir al mercado. Su capitalización ronda los 90.000 millones de euros y cuenta con buenas perspectivas de los bancos de inversión.
En la actualidad, Iberdrola tiene el 90% de la cadena de suministro asegurada para redes y renovables hasta 2026. De hecho, en eólica marina la compañía ya tiene el 100% de los contratos y en redes, el 95% para 2026, al tiempo que está fijando las compras para los años 2027 y siguientes.
Además de la citada compra de ENW, Iberdrola ha obtenido la aprobación de los accionistas de Avangrid para su fusión. A ellos se suma que multiplicará por tres su capacidad de eólica marina hasta los 6.500 MW en 2030, ya que ha obtenido dos proyectos nuevos offshore en Reino Unido (East Anglia 2 y 3) de 1.000 MW y otro en EEUU (New England) de 800 MW.
Además, Iberdrola cuenta con una importante cartera de clientes a largo plazo: ha cerrado contratos por cinco millones de MWh en 2024 y suministra más de 10 TWh a compañías tecnológicas.
A esto se suma, añade, su papel como impulsor en el desarrollo de los centros de datos, ya que cuenta con 615 MW con conexión asegurada en Madrid y Aragón y una cartera potencial de 5 GW. Por ello, la empresa ha desarrollado un modelo de alianzas, en las que tendrá una participación minoritaria, aportando terrenos, activos renovables, conexión a la red y contratos a largo plazo con energía limpia 24×7. La compañía celebrará su próximo Capital Markets Day en el otoño de 2025.
Fuente: Cinco Días