Eleva al máximo la aportación del espectro radioeléctrico para evitar pérdidas.
El Ministerio de Hacienda ha dado luz verde a RTVE para gastar 1.000 millones de euros al año por primera vez desde 2011, el último ejercicio en el que la Corporación tuvo presupuesto de diez cifras. Así, el departamento que dirige Cristóbal Montoro ha aceptado la propuesta de la televisión que preside José Antonio Sánchez y ha incluido en los Presupuestos Generales de 2018 una partida de 1.000 millones de euros para la cadena pública, lo que supone unos 26 millones de euros más que en 2017 y 2016. Unas estimaciones que no se cumplieron hace dos años, por las menores aportaciones de las previstas por parte de las televisiones y las telecos: se quedó en los 963 millones frente a los 974 millones previstos.
La cifra es muy superior, sin embargo, a la registrada en 2015, cuando RTVE cerró con unas pérdidas de 37,8 millones de euros, a pesar de los recortes de gasto y algún apoyo por parte de la Administración (un año antes arrastraba un déficit de 100 millones de euros). Así, en apenas de tres años, la capacidad de gasto de la Corporación ha aumentado en unos 137,9 millones para evitar las pérdidas en las que se hundió tras el primer recorte presupuestario en 2012. En 2017, la Corporación logró cerrar con un resultado positivo de 25 millones gracias al aumento de los ingresos y a la contención de gastos.
De cara a 2018 también se espera que exista equilibrio presupuestario y, aunque se ha elevado la partida para la plantilla en 10 millones, hasta los 397 millones de euros, el Gobierno prevé que logre un resultado operativo de 1,2 millones.
La partida que más ha subido es la de las subvenciones, que pasa de los 929,3 millones de 2017 a los 954,8 millones incluidos en los PGE y que están pendientes de aprobación por parte del Congreso de los Diputados. De momento, la cadena funciona gracias a la prórroga de las Cuentas del año pasado. Dentro la subvenciones, la aportación de Hacienda para financiar el servicio público de la radiotelevision y el coro se ha mantenido en los 342,9 millones de euros, por lo que el alza viene por las tasas que tiene que pagar las televisiones en abierto y de pago y las compañías de telecomunicaciones a la cadena para compensar el uso de espacio y que haya renunciado a la emisión de publicidad. Así, está previsto que las aportaciones de las televisiones y las telecos, que van en función de su facturación, se incremente. Por su parte, los ingresos por la tasa sobre la reserva del dominio público radioeléctrico ya ha alcanzado su máximo legal de 380 millones de euros. Esta partida supone el 41,5 por ciento de los ingresos públicos que recibe la televisión para financiarse.
La partida correspondiente a los ingresos por patrocinios y venta de programas sigue estancada en el entorno de los 45 millones de euros, a pesar de que en 2017 la partida superó las expectativas en tres millones. En este punto, cabe recordar que, en abril de año pasado, la Comisión Nacional de Mercados y la Competencia (CNMC) sancionó con una multa 222.600 euros a TVE por haber emitido en todos sus canales de televisión tres campañas publicitarias que no respetarían la legislación. En esta línea, el superrregulador multó a la cadena en febrero de ese mismo año con 220.000 euros por emitir publicidad encubierta de Bodegas González Byass. La infracción se cometió dentro de un programa de Masterchef, que se grabó en las instalaciones de esta empresa.
Fuente: ElEconomista.es