El ritmo de avance de la recaudación de impuestos en España se intensifica. Tras registrar un nuevo máximo histórico el año pasado, los ingresos tributarios se han incrementado un 7,5% en el primer trimestre de este año, encabezados por el impulso del IRPF, según los datos oficiales conocidos ayer, apuntando a un nuevo récord. Contribuyen a esta evolución el aumento de las retenciones sobre los rendimientos del trabajo, en un marco de alzas de precios y salarios o de revalorización de las pensiones, y sobre los intereses de cuentas bancarias y dividendos, además de la caja que ha comenzado a hacer Hacienda con la normalización de los gravámenes sobre la energía.
Los datos recopilados por la Agencia Tributaria constatan, concretamente, que la recaudación tributaria alcanzó los 60.386 millones de euros en el primer trimestre de 2024, de los que más de la mitad procede del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas, que elevó sus ingresos un 8,3%, hasta los 32.198 millones.
Los 7,5 puntos de subida en la recaudación general, que responden a un alza de 5,9 puntos en los ingresos brutos y una reducción de 1,1 puntos en las devoluciones, superan los avances del 6,6% en enero y el 6,2% hasta febrero.
La Agencia Tributaria achaca esta evolución, fundamentalmente, a «la favorable evolución de las retenciones sobre los rendimientos del trabajo y del capital mobiliario» producida en el arranque del año. Así, expone, cinco puntos de la subida son directamente achacables a «la robustez de la creación de empleo y las subidas de salarios, pensiones y tipos efectivos», de un lado, y a «los intereses de cuentas bancarias y el significativo aumento de los dividendos», de otro.
El resto de la mejora de la recaudación descansa en la mejora de los ingresos brutos por el IVA, que desde marzo se han visto reforzados por la subida de los tipos sobre la energía del 5 al 10% (un fenómeno que se intensificará en los próximos meses, pues en mayo se hará visible el efecto de su reciente incremento hasta el tipo nominal tradicional del 21%), y por el aumento de los ingresos por Impuestos Especiales. En este caso, aproximadamente la mitad del avance se debe a medidas normativas, como la subida del tipo en el Impuesto sobre la Electricidad y el impacto en enero del Impuesto sobre Plásticos No Reutilizables que comenzó a recaudarse en febrero de 2023.
«A pesar de estos dos impactos positivos de los cambios de tipos, el efecto neto de las medidas normativas vigentes sigue siendo negativo, restando casi 800 millones de euros a la recaudación», calcula el Ministerio de Hacienda, calculando que el crecimiento de los ingresos tributarios podría ser 1,4 puntos superior una vez que el Gobierno culmine la normalización de los gravámenes de la energía que ha iniciado.
De momento, las subidas de tipos sobre productos energéticos arroja ya 91 millones correspondientes al devengo de enero por el primer alza del IVA, y 110 millones por la revisión del Impuesto Especial sobre la Electricidad en sus dos primeros meses.
Rebaja de retenciones
En paralelo, en todo caso, la recaudación se ve moderada también por la reducción por rendimientos del trabajo aprobada por Hacienda para las rentas bajas así como por la rebaja de las retenciones aprobada en febrero para amoldar el IRPF al alza del salario mínimo interprofesional, que en su primer mes en vigor ha ahorrado 66 millones a los contribuyentes (24 sobre salarios y 42 en pensiones).
En paralelo, el conjunto de ingresos públicos del Estado creció un 1,3% en el primer trimestre del año frente al 0,7% que avanzaron los gastos, lo que propició que el déficit estatal se relajara al 0,04% del PIB (frente al 0,07% de 2023). A su vez, el déficit del conjunto de Administraciones se situó en febrero en el 0,78% (0,7% en 2023).