España es uno de los pocos países europeos y de su entorno sin juzgados especializados solo en materia tributaria. Es una vieja reclamación de los fiscalistas, que exigen desde hace años una jurisdicción especializada en temas fiscales que incluya también las revisiones de los delitos.
Hay algún otro país en el que sucede lo mismo, pero han ido poniendo remedio en los últimos años, dotando a los juzgados de mayor especialización y recursos para los asuntos fiscales. El último en sumarse a esta corriente ha sido Italia. La justicia fiscal italiana, conocida por ser una de las menos eficientes de Europa, con tribunales congestionados, procesos interminables y costes desbordantes, se está sometiendo a una reforma histórica.
Para sufragar esta reforma, los italianos acudieron al Fondo de Recuperación y Resiliencia Europeo. La Unión Europea concedió para la misma 2.300 millones de euros. Sin embargo, exigió la reducción de los tiempos de los procesos en un 40% para los juicios civiles y un 25% para los asuntos de tipo penal.
La reforma ha dejado a España como uno de los últimos países pendientes de dotar a su Justicia de una jurisdicción tributaria más potente. Además, en España los plazos suelen dilatarse más que en los países del entorno, ante la obligatoriedad de acudir primero a los Tribunales Económico-Adminsitrativos, con dos instancias, regional y central. Estos organismos dependen del propio Ministerio de Hacienda.
Esto hace que un procedimiento tributario complejo pueda permanecer en discusión hasta una década. Todos los fiscalistas consultados coinciden en que los inversores internacionales no entienden estas dilaciones.
Uno de los ejemplos a los que apuntan los especialistas para fijar una jurisdicción especializada es Alemania. Su jurisdicción tributaria está formada por los tribunales económico-administrativos de primera instancia y el Tribunal Federal Económico-Administrativo (Bundesfinanzhof), que actúa como tribunal de casación.
Estos tribunales estas especializados únicamente en los asuntos tributarios, principalmente, los litigios relativos a gravámenes, impuestos y derechos de aduana federales. Las salas de los tribunales económico-administrativos están compuestas por tres jueces de carrera y dos jueces legos. Las salas del Tribunal Federal Económico-Administrativo están compuestas, en principio, por cinco jueces de carrera. En los tribunales económico-administrativos podrá encomendarse el conocimiento de los casos a un único juez.
La rapidez de Irlanda
Otro de los países más eficientes en materia judicial fiscal es Irlanda. Los asuntos fiscales recaen en este caso en los juzgados mercantiles, que cuentan con un sistema especial para garantizar la rapidez en los procedimientos.
Los juzgados de lo mercantil irlandeses son Salas especializadas de los Tribunales Superiores y una de sus principales características es su celeridad. A fin de lograr la pronta tramitación de los asuntos, cuentan con una serie de procedimientos sumarios.
Fuente: Expansión