La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) destaca en su informe de Perspectivas Económicas Mundiales, publicado este miércoles, que el consumo va a ser el principal impulsor de la economía española este año y el que viene. Por ello, han revisado al alza el crecimiento de nuestro país para este ejercicio hasta el 3% y sitúa el de 2025 en el 2,3%. En 2026 lo mantiene en el 2%.
En la revisión económica del mes de mayo, la OCDE pronosticaba que la expansión de la economía española iba a ser del 1,8% para este año y del 2% para el que viene. En septiembre, hizo su primera corrección al alza para situar al PIB español al 2,8% al cierre de este ejercicio y dejaba el de 2025 en el 2,2%. A pesar de esta revisión al alza de finales de año, desde el organismo hablan de «crecimiento moderado».
El organismo multilateral argumenta de que ese consumo privado está «respaldado» por un mercado laboral «resiliente» y también por «aumentos de los ingresos reales y ahorros acumulados de los hogares». Asimismo, habla de un aumento de la actividad en el tercer trimestre del año, con un avance del PIB del 0,8% (no anualizado), «superando las expectativas», apuntan.
Este impulso durante los meses de verano estuvo respaldado, precisamente, por el consumo público y privado «robusto», sumado a un aumento del empleo, que creció un 1,7% interanual, mientras que la tasa de paro seguía acotándose hacia el 11,2% en ese mismo período «con escasez de mano de obra en los sectores de la administración pública, defensa, educación y salud», apuntan.
Aún así, desde el ‘club de los países desarrollados’ no se muestran tan optimistas con el mercado de trabajo como lo hacen desde el Gobierno, ya que esperan que se estanque en el entorno del 10,5% en 2026, frente al 9,7% que plantea el Ejecutivo.
Ese incremento del consumo también estuvo apoyado por una caída de la inflación hacia el 1,8% en el mes de octubre, debido a que los alimentos, el combustible y la electricidad consiguieron reducir sus precios. De cara al futuro, esperan que el IPC se mantenga en esta curva de bajada hasta cerrar en 2024 en el 2,8% de media, seguir hasta el 2,1% en 2025 y rematar 2026 en el 2% ansiado por el Banco Central Europeo.
Aunque reiteran que existen «riesgos a la baja» de índole geopolítica que pueden hacer que los precios de la energía y empeoren la demanda de los principales socios comerciales de España, y una lenta implementación del Plan de Recuperación y Resiliencia.
En términos fiscales, la organización sí que da por buenas las expectativas del Gobierno. Prevén que el déficit acabe el ejercicio en el 3% del PIB este año y que se corrija hasta el 2,5% en 2025 y siga bajando hasta el 2,1% en 2026. En cambio, argumentan que resulta «crucial» una «aplicación efectiva» del plan de consolidación fiscal, remitido por el Gobierno el pasado 15 de octubre y avalado por la Comisión Europea, «para cumplir con las reglas comunitarias, poner la deuda en una trayectoria descendente (actualmente está en torno al 102% del PIB) y liberar recursos para futuros gastos prioritarios, especialmente ante el envejecimiento de la población.
De momento, desde la institución no han evaluado cómo será el impacto económico de las inundaciones de Valencia, simplemente se limitan a hablar de las ayudas que va a proporcionar el Gobierno para los habitantes y la reconstrucción de la zona, que rozan el 1,1% del PIB, en un 30% con fondos garantizados. «El impacto sobre el déficit fiscal es incierto, ya que dependerá del alcance de la ayuda solicitada y del momento de los desembolsos», reza el documento.
Como recomendaciones a nivel fiscal, la OCDE recomienda al fisco español que suba la base impositiva del IVA, que aplique más impuestos medioambientales y establezca una mayor eficiencia del gasto público.
En términos laborales, mencionan la «paradoja» a la que se enfrenta el mercado laboral español, con falta de mano de obra cualificada que dificulta a las empresas a encontrar personal, al mismo tiempo que el país tiene una de las tasas de desempleo de las más altas de Europa.
En este sentido, llaman a aplicar una receta de ajuste de los programas educativos que se ajusten a las demandas del mercado laboral. Esto, además de corregir esta ineficiencia, ayudaría a incrementar la productividad. En este sentido, también ven necesarios programas más efectivos para la búsqueda de empleo, con unas guías en la carrera, así como programas para aumentar o reajustar las cualificaciones.
Alemania se libra de la recesión
Con esta revisión, España se sigue manteniendo como la economía desarrollada que más crecerá este año, frente a las otras grandes de la Eurozona que tendrán un peor desempeño económico.
En el caso de Alemania, a pesar de que todo apuntaba a que finalizaría este año en recesión, desde la OCDE apuntan a un «estancamiento» en 2024, con un crecimiento prácticamente nulo y una magra recuperación al 0,7% en 2025. Para 2026 los datos mejorarían tímidamente hasta el 1,2%.
Desde el organismo apuntan a que la baja inflación y el aumento de los salarios serán un respaldo para el consumo, que será lo que librará a la locomotora de Europa de caer en el terreno del crecimiento negativo este año.
En el medio plazo, «la incertidumbre sigue siendo elevada» tras el fracaso de las negociaciones de los presupuestos de 2025 y la caída de la coalición semáforo. A largo plazo, recomiendan al país que impulsen la inversión para la transformación verde y digital del país y desvíen «la carga tributaria del trabajo hacia los ingresos de capital y la riqueza».
Francia sigue en una debacle fiscal
Crecimiento moderado e incertidumbre fiscal. Así se resume el año de Francia en términos macroeconómicos. La OCDE proyecta que el país galo crecerá un tímido 1,1% en 2024, antes de disminuir al 0,9% en 2025 y quedarse en el 1% el próximo año. «Se espera que el impulso temporal al consumo privado en el tercer trimestre de 2024 debido a los Juegos Olímpicos se recupere a partir de 2025, ganando impulso a medida que aumenta la desinflación y el poder adquisitivo», dicen.
Por otro lado, tal y como se venía avisando por parte del Ejecutivo, se prevé que el déficit aumente al 6,1% del PIB este año y en las proyecciones para los próximos años se supone un «menor esfuerzo de consolidación, con un impacto estructural que ajuste del saldo primario del 1% del PIB para 2025 y del 0,5% del PIB en 2026», dicen los expertos del organismo multilateral.
Asimismo, proyectan que la deuda seguirá elevada, concretamente hasta el 120% del PIB en 2026. Las recomendaciones de la OCDE se han elaborado sin tener en cuenta la actual situación que atraviesa el país vecino, a punto de entrar en parálisis tras una moción de censura que posiblemente haga caer al Gobierno y frene sus planes de ajuste fiscal.
Fuente: El Economista