El envejecimiento de la población es uno de los retos a los que se enfrenta nuestra sociedad, ya que con ello tambalean sistemas tan consolidados hasta la fecha en nuestro país como el de las pensiones. Este problema se refleja en datos tan esclarecedores como que actualmente hay 9 millones de pensionistas y algo más de dos afiliados a la Seguridad Social por cada uno de ellos. Sin embargo, según datos de la AIReF, se estima que con la generación del baby boom (personas nacidas entre 1946 y 1964) sumarán casi 16 millones de pensionistas en el 2050, y la ratio de trabajadores por cada jubilado estará por debajo de dos.
Este fue uno de los temas que se trataron ayer en la segunda mesa de debate del foro empresarial «Los grandes retos del sector asegurador» organizado por elEconomista.es.
A la pregunta de si la reforma de las pensiones, tal y como está planteada, resolverá el problema del futuro jubilado o si las soluciones establecidas para garantizar la suficiencia son bastantes para tener una pensión adecuada, José Carlos Vizárraga, director de Ibercaja Pensión, aportaba: «Nadie se atreve a hacer una reforma sostenible que permita a los jubilados tener mejor acceso a muchas cosas. Los planes de empleo son el camino, el único camino que ha habido en el resto de Europa. Hay que empezar a entrar en esta cultura y hay que buscar fórmulas. La adminitración tiene que hacer la regulación necesaria y suficiente para que haya una solvencia y esto va a ser el plan de pensiones de muchas personas. La industria aseguradora tiene mucho que decir en este sentido».
Este tema cuenta con una absoluta unimidad en el sector, ya que los participantes de la primera mesa de debate del foro compartían las mismas opiniones. Así lo explicaba Víctor Zambrana, director general adjunto de Seguros y Nuevos Negocios del Grupo Mutua Madrileña, que insistía en que, como industria, ya existe un catálogo riquísimo de productos de ahorro, pero el país no está culturalmente preparado. «Nadie ha conseguido desarrollar esto sin apoyo de las instituciones y sin que estas ayuden al cliente a entender que esto es necesario y se lo faciliten. Pero es verdad que todos losque han desarrollado este sector lo han hecho a través de buscar ciertos beneficios para las familias, que toman conciencia sobre sus necesidades de protección y combinan la parte pública con la privada», indicaba.
Otro de los participantes de la primera mesa de debate, Luiz María Sáenz de Jáuregui, de AXA España, indicaba en el mismo sentido que, en España, la cultura del ahorro sigue estando focalizada en el ladrillo, «que es donde está invertido el 80% del patrimonio de las familias». «Creo que hay que volver al espíritu del Pacto de Toledo, de 1995, que en 2014 llega el parlamento europeo y dice que hay que asentar el sitema de prevision en Europa en tres pilares. Por lo tanto, no es un tema político». Así, Sáenz de Jáuregui exponía que, en su opinión, «tenemos que reflexionar de nuevo como sociedad en qué queremos para la solución de las pensiones, como una colaboración pública-privada».
Carlos González Perandones, consejero delegado de Nationale-Nederlanden España, añadía en este sentido la asignatura pendiente de este país, que es el desarrollo del segundo pilar. «Si nos comparamos con países de nuestro entorno, como Holanda, el desarrollo del segundo pilar (el de la empresa), es enorme, y aquí es la eterna promesa», finalizada.
De vuelta a la segunda mesa del foro, pero con el mismo tema en el centro, Gema Reig, de Abanca Seguros, advertía que el envejecimiento es el reto más importante que tiene la Seguridad Social y la sociedad». «El sistema actual es un sistema de reparto que está basado en una pirámide de población activa que no se corresponde a la actual. Reequiere de una reflexión de calado para hacer un cambio mucho más relevante que lo que se ha hecho hasta ahora», añadía.
Así, la directora de Transformación y Desarrollo de Negocio Abanca Seguros insistía en la falta de incentivos en la población para contribuir de manera individual al sistema español, así como en la falta de conciencia en este sentido, a diferencia de otros países, como los nórdicos. «La conciencia de retener y ahorrar un poco en la parte líquida para guardarlo para tu futuro. Y como el mensaje de los gobiernos es que las pensiones están garantizadas, sin profundizar en si éstas podrán aguardar una la calidad de vida decente, está todo un poco enredado», matizaba.
Paco Giménez Bosch, responsable de Seguros de Santander España, aportaba otro dato interesante en este sentido: en los próximos 30 años, cada cada cuatro año se estima un año más de esperanza de vida, y siete años más de esperanza de vida suponen un billón y medio más. «No hay equilibrio entre aportaciones y prestaciones. Hay que hacer una reforma integral. Se ha hecho la parte de aportaciones, y no es para nada suficiente. Se necesitaría cerrar 3 millones de empleos de aquí a un año para equilibrar el sistema», indicaba.
«Los boomers, que todavía no han llegado a jubilarse, representan el 25% de la población; unos 12 millones de personas. Este es el mismo porcentaje que hay entre las personas que tienen entre 0 y 30 años, para ponerlo en valor. Esto era algo previsible hace 30 años y las cosas no se han hecho bien». Giménez insistía en que «la sociedad española ha demostrado que es madura cuando se le explican las cosas. La clase política no ha querido o sabido explicar claramente las cosas. Hemos llegado tarde ya y eso es un problema. Ese fondo de reserva, que llegó a tener unos 80 mil millones de euros, se tuvo que utilizar para reestructurar el sistema y darle solución al problema, y lo que se hizo fue retrasarlo».
La solución, según el responsable de Seguros de Santander España, pasa por tres alternativas: incrementar las cotizaciones, tocar las prestaciones y una reestructuración del sistema. «Si se tocan las prestaciones de la gente entre 50-60 años no hay ahorro financiero, pero si patrimonial. Hay que ayudar a monetizar este patrimonio, si se tocan las prestaciones o se reducen, para ver de qué manera se le ayuda a monetizar y darle ventajas fiscales a esta monatizacion. Y luego pensar qué hacer con la gente de menos de 40 años para que cuando llegue a la jubilación tenga recursos».
De acuerdo con estos argumentos, Jesús María Blanco, director general de Kutxabank Seguros, insistía en la importancia del factor cultural en el ahorro. «Que se empiece a ahorrar desde edades tempranas y para ello otros países han metido dinamizadores e incentivos fiscales».
La continua subida de tipos de interés por parte del Banco Central Europeo desde el año pasado (con el tipo de facilidad de depósito en el 3,25% para la eurozona actualmente) ha devuelto la oportunidad de rescatar los productos de rentabilidad garantizada. ¿Cómo el sector seguro podrá aprovechar la oportunidad para comercializar productos? ¿Tiene el cliente la madurez suficiente como para seguir apostando por este producto el día que aparezcan los depósitos?
Estas fueron otras de las cuestiones que se trataron en el coloquio. En este punto, José Carlos Vizárraga, director de Ibercaja Pensión, indicaba: «Yo creo que los clientes ahora mismo no tienen una falta de productos. El depósito era algo que venía de una sociedad muy conservadora, que ha ido evolucionando con el mundo y creo que no volveremos a ver esta cantidad de depósitos como los que veíamos en el pasado. Ahora hay un nivel de satisfacción importante, aunque siempre quedará ese cliente conservador, por edad o por filosofía. Actualmente las entidades ofrecen otros productos con muy buenas rentabilidades».
El director general de Kutxabank Seguros añadía a este hilo: «Hoy día la industria financiera tiene más posibilades encima de la mesa que el depósito. Los años que han pasado sin poder retribuirse esas formulas han impulsado la propuesta de valor en los fondos de inverisón y no hay una demanda de retroceder y volver exclusivamente al depósito. Se han sofisticado los catalogos y cualquier cliente puede encontrar un producto que se adapte a sus necesidades en fondos garantizados y de inversion».
Para Paco Giménez el sector asgurador ocupa un puesto indiscutible en este segmento y, en su opinión, las compañías de este sector deben estar posicionadas en «el mundo de las rentas, productos de interés garantizados y en el mundo del ahorro a largo plazo».
La subida de los tipos de interés y el consiguiente encarecimiento de las hipotecas tiene un papel importante en esta industria, ya que, históricamente, la comercialización de pólizas ha estado muy vinculada a la firma del préstamos y actualmente las concesiones en hipotecas están cayendo al ritmo del 28%.
Un contexto que, en el panorama actual, no representa una gran amenaza para el segmento asegurador, tal y como indicaban los cuatro expertos de este encuentro, que explican que, en líneas generales, el negocio vinculado a las hipotecas pesa menos del 15% en los diferentes casos.
«Por nuestra parte, llevamos años desarrollando seguros al margen de productos vinculados, como hipotecas o créditos. En el ADN de Abanca está acompañar al cliente en su propiedad, aunque no tenga la hipoteca con nosotros. En ese sentido, tenemos un desarrollo del negocio al margen. Se compensa con la concienciación que el cliente tiene de su propia protección. En valores absolutos, esto compensa, porque crecen estas tasas de combinación porque el cliente entiende la importancia de protegerse», señalaba Gema Reig en este sentido.
En la misma línea, Jesús María Blanco añadía: «El seguro de vida, el de hogar y protección de pagos permiten que, si pasa algo, tus responsabilidades estén cubiertas, y tu patrimonio también. La hipoteca no deja de ser sólo una de las cuestiones que tienes que meter en esta ecuación. Esta no es la unica pata, aunque caigan las hipotecas no afectará a la facturación», desarrollaba.
Así las cosas, el desafío de la sostenibilidad fue otra de las patas. Los expertos participantes en este coloquio coinciden en que el sector asegurador español, así como Consorcio de Compensación de Seguros, es la avanzadilla de Europa y se antepone incluso a las últimas normativas de Bruselas. Así los explicaba el responsable de Seguros de Santander España: «Las compañías de seguro cada vez vamos invirtiendo más dentro de la oferta que hay en activos sostenibles. Vamos entrando poco a poco. Y en la parte del pasivo, el mundo del seguro español siempre ha dado soluciones muy importantes a los clientes con productos dirigidos a la sostenibilidad. En España, fenómenos climatológicos como las Danas, cada vez más frecuentes, están cubiertos por el consorcio, y esto lo hacen muy pocos países. Esto es una respuesta muy importante desde el punto de vista del producto», finalizaba.
Fuente: El Economista