La industria cree que sería mejor un impuesto nacional al depósito en vertedero que penalice el vertido de residuos que pueden ser reciclados.
La industria del plástico ha denunciado que el nuevo impuesto al plástico anunciado por el Ministerio de Hacienda es «discriminatorio» para el sector y alerta de que provocará un aumento de las alertas sanitarias en los alimentos envasados, de acuerdo con un informe del sistema de alerta alimentaria de la UE.
El Ministerio de Hacienda ha anunciado un impuesto a los artículos de plástico de un solo uso, como ya avanzó ABC, destinados a contener y proteger bienes o productos alimenticios. Pero desde Esplásticos, que representa a las asociaciones del sector de la industria y de toda la cadena de valor de los plásticos, advierten de que el nuevo impuesto pone en riesgo a un sector que genera 255.000 empleos en España, así como a las exportaciones.
De este modo, la industria plantea, como alternativa, un impuesto nacional al depósito en vertedero, similar al de otros países de Europa que penalice el vertido de residuos que pueden ser reciclados.
El impuesto que plantea el Ministerio de Hacienda gravaría solo a los envases plásticos de un solo uso, por lo que Esplasticos, que integra a 3.000 empresas que forman parte de ANAIP, PlasticsEurope, Cicloplast y AIMPLAS, denuncia que esto presenta «importantes puntos alarmantes» en cuanto a su impacto sanitario y socioeconómico.
Además, cuestiona que la propuesta ministerial carece de un estudio científico detallado previo sobre el impacto sanitario, medioambiental y económico de reducir el envasado de plástico. Igualmente, alerta de que la reciente directiva europea de plásticos de un solo uso tampoco ha contado con un estudio de impacto a diferencia de otras legislaciones similares que desarrollaron estudios de hasta dos años.
Por ello, las empresas del sector del plástico califican de «alarmante» que se apruebe de manera «exprés» normas que tienen impacto en el medio ambiente y en los hábitos de vida y de consumo.
Aumento de alertas alimentarias
Por otro lado, el sector señala que la UE ya ha alertado de un aumento de alertas sanitarias y alimentarias. Este material está regulado por las autoridades y son seguros de modo que ofrecen «la mayor protecciónd el alimento con el que están en contacto» y por tanto ayuda a «evitar la propagación de pandemias y enfermedades».
En concreto, afirma que la UE cifra en un aumento del 17 por ciento el número de alertas alimentarias a consecuencia de la reducción del uso de plásticos en los materiales de contacto con la comida, según datos del informe RASFF, el sistema de alerta alimentaria de la UE, que expone que el plástico es el material para contacto alimentario que menos alertas provocó en Europa.
Al mismo tiempo, el organismo apunta a un incremento de alertas de materiales sustitutivos «falsamente descritos» como compostables o «eco-friendly». Por ello, considera que «no deja de ser curioso» que una propuesta definida por el Ministerio como medioambiental carezca de estudio de impacto ambiental que analice su huella de carbono o el consumo de recursos por productos y materiales.
Así, el sector alega que informes del Ministerio de Medio Ambiente de Dinamarca e incluso de Greenpeace señalan el potencial impacto de esta tendencia normativa «antiplásticos» porque algunas de sus alternativas tienen una huella ecológica superior o mayores dificultades para su reciclado.
Triplicar emisiones
Esplásticos ha destacado que sustituir todo el envasado plástico europeo supondría al año el doble de energía y triplicar las emisiones de gases de efecto invernadero (97,4 millones de toneladas frente a 36,6 millones). Al mismo tiempo, apunta que multiplicaría casi por cuatro el consumo de recurso, desde los 18,4 millones hasta los 66 millones, por las características de los procesos plásticos y por el poco peso del material.
En definitiva, insiste en que la propuesta del Gobierno está obviando la problemática y se centra exclusivamente en disminuir el consumo de plástico mientras que en realidad «sustituir el plástico simplemente traslada el problema de residuos a otros materiales».
Del mismo modo, propone otras alternativas «más eficientes» como un impusto al vertedero similar al de otros países donde apenas hay vertidos. Ese impuesto, sería una manera de penalizar el depósito en basurero de residuos reciclables de todo tipo de materiales y no solo de plástico.
Finalmente, a nivel económico, el sector admite su «profunda preocupación» por el impacto de esta propuesta impositiva a uno de los sectores industriales «cualificados que quedan en España» que representa el 2,7 por ciento del PIB y da más de 250.000 empleos, muchos de ellos en la España vaciada y en la economía circular, al tiempo que recuerda que los envases ya están gravados con el punto verde que costea su reciclado.
Fuente: Abc.es