El PP ha registrado en el Congreso de los Diputados una proposición no de ley en la que plantea una batería de medidas de impulso a la industria de la automoción, entre ellas la bajada del impuesto de matriculación.
En la iniciativa, los populares aseguran que el sector es víctima de «anuncios perniciosos» del Gobierno que amenazan a la industria, especialmente a la venta de vehículos.
«Primero fue el señalar al diésel, después el acceso al centro de las ciudades y en los últimos días prohibir la venta de vehículos turismos y comerciales ligeros propulsados con combustibles fósiles a partir de 2040 e impedir su circulación a partir de 2050», señala la proposición, a la que ha tenido acceso Servimedia.
Según el principal partido de la oposición, no es cierto que, a día de hoy, los vehículos diésel sean más contaminantes que los de gasolina y «es necesario desmentir afirmaciones inexactas para evitar que, por repetición, acaben tomándose como verdaderas, con las graves consecuencias que ello conlleva». «Las afirmaciones e intenciones del Gobierno sobre el diésel han provocado que el mes de septiembre, a pesar de la recuperación económica, haya cerrado como el peor mes de venta de coches diésel desde los años noventa», añade el texto.
Además, el PP opina que no se pueden plantear marcos de actuación «sin un plan, sin una transición, y sin dialogar con todos los agentes implicados (fabricantes de automóviles, petroleras y gasolineras, y consumidores y usuarios)».
Los populares piden en la proposición que se declare como estratégico al sector de automoción, atendiendo al Plan Estatal de Investigación Científica y Técnica, y que impulse a través de la colaboración público-privada, la ejecución de la agenda sectorial de la industria de la automoción.
En otro punto, exigen al Gobierno «que no se restrinja ninguna tecnología, de modo directo o indirecto, especialmente las relacionadas con el diésel, ni se genere incertidumbre innecesaria en la ciudadanía, porque afecta negativamente al mercado, a las inversiones, al empleo directo e indirecto del sector y genera inseguridad y pérdida de valor a los compradores recientes de vehículos diésel, a pesar que las evidencias científicas y técnicas demuestran que los nuevos motores diésel producen menos emisiones contaminantes y son más eficientes en términos de emisiones de CO2 , que vehículos propulsados por otro tipo de combustibles».
Por último, aboga por un incentivo al reemplazo de vehículos de más de diez años, fomentando su sustitución por vehículos nuevos de bajas emisiones. Para ello, sugiere «una reforma de la tributación de vehículos, reduciendo el peso de la tributación en la compra, de la tributación sobre el uso, para fomentar la compra de vehículos más eficientes».
Fuente: ElEconomista.es