Cerca de 700.000 empleados de este colectivo verían elevarse su cuota. La Seguridad Social recaudaría 2.000 millones en el Reta.
Tras la primera reunión entre el Gobierno y las asociaciones representantes del trabajo autónomo para abordar la negociación de la reforma del Reta, el Ministerio de Seguridad Social arrojó algo de luz sobre las líneas fundamentales de los cambios normativos previstos en el sistema de aportaciones de este colectivo. Y tendrá, en primera instancia más beneficiados que perjudicados. Por un lado, como ya avanzó este periódico se espera que 700.000 trabajadores de este colectivo vean elevarse su cuota con el sistema de cotización en base a ingresos reales aún en proceso de aquilatamiento y estudio. Pero más de un millón de los 3,2 millones de actuales cotizantes al Reta verían reducirse sus aportaciones mensuales a la Seguridad Social.
Fuentes cercanas a la negociación reconocen a este medio la dificultad del reto que han asumido las partes, no sin discrepancias. Las asociaciones de autónomos no llegan con la misma hoja de ruta a la mesa y la complicación de acotar unos tramos de cotización y una imagen fidedigna de los ingresos reales de los autónomos amenazan con obstaculizar los cambios que pretende introducir el Gobierno. Cabe recordar que este es un melón de la reforma del Reta ya lo abrió la anterior ministra de Trabajo, Magadalena Valerio, antes del arranque de esta última legislatura, y que quedará plasmado en la recomendación cuarta de convergencia de los regímenes de la Seguridad Social, donde se reclamará al Ejecutivo abordar esta reforma con prontitud.
Así, la propuesta inicial del Ministerio, sobre la que se ha iniciado el diálogo con las asociaciones, plantea que los nuevos trabajadores por cuenta propia elijan su base de cotización en función de las previsiones de rendimientos que tendrán. El ministro Escrivá plantea así un sistema flexible, que se pueda modificar a lo largo del año y que se regularice un año después, incluso con la posibilidad de que se devuelva el exceso de cotizaciones pagado por el trabajador. Actualmente, la mayor parte de trabajadores autónomos (sin perjuicio de tener acceso a determinadas deducciones) eligen las bases de cotización para el cálculo de las cuotas a la Seguridad Social y de las prestaciones, con independencia de los rendimientos obtenidos de sus actividades económicas.
«Según los cruces que ha realizado el Ministerio de Inclusión con la Agencia Tributaria, en 2018 había 2,2 millones de autónomos con rendimientos de actividades económicas (RAE). Más de la mitad de ellos tuvieron en 2018 unos rendimientos menores al salario mínimo interprofesional (SMI), por lo que su aportación a la Seguridad Social sería menor que la actual con el nuevo sistema», apuntan desde el Ejecutivo.
Una mayor recaudación
Una de las lecturas que se realiza de esta medida es la de la contributividad que se inyecta a sistema de autónomos en términos de prestaciones, que supondrá la mejora en tanto en el cese de actividad como en la pensión de jubilación al ligar la cotización a la realidad de sus negocios -para aquellos que se encuentran en una situación de infracotización-. La otra lectura es la correspondiente a la recaudación prevista tras la reordenación de cotizaciones con las que se esperará recaudar cerca de 11.000 millones al año, lo que supone cerca de 2.000 millones más que en la actualidad. A mes de septiembre, el Reta contabilizó 2.705 trabajadores menos que hace un año (-0,08%) tras el impacto de la pandemia.
Fuente: ElEconomista.es