«Estamos abocados al gran hermano», advierte el director de la Agencia Tributaria.
El control permanente que ofrecen las nuevas tecnologías ya está siendo explotado por el Fisco para vigilar a los contribuyentes. «Estamos abocados al gran hermano», afirmó ayer el director de la Agencia Tributaria, Santiago Menéndez, en unas jornadas sobre inspección organizadas por Deloitte. Menéndez saludó como una «oportunidad» las posibilidades que ofrecen las nuevas tecnologías. Y al ser preguntado si el Fisco está capacitado para recaudar más de mil millones con el nuevo impuesto a las grandes tecnológicas, asintió: «Pues claro», afirmó, para detallar que la Agencia Tributaria cumplirá con lo que disponga la ley.
El Programa de Estabilidad que el Gobierno mandó a Bruselas incluía un nuevo impuesto a las empresas digitales con unas previsiones de 600 millones este año y, junto con otras tasas que también se están discutiendo en el ámbito europeo, 1.500 millones el próximo ejercicio para pagar las pensiones.
Posteriormente, el director general de Tributos, Alberto García, explicó que se está trabajando en el anteproyecto de ley para el futuro impuesto. En concreto, explicó que el impuesto temporal era una solución a corto plazo que estudiaba el proyecto BEPS de la OCDE para evitar la erosión de las bases imponibles de las grandes tecnológicas. Se trataría de fijar el foco en «gravar la prestación de servicios con una importante aportación de valor de los propios usuarios» hasta que se adopte una resolución común para determinar el «establecimiento permanente», que vaya más allá de la presencia física de una multinacional en los distintos países en los que opera, para priorizar dónde se produce su negocio. Esta es la opción que lidera España, si bien recordó que cada vez hay más países que gravan por su cuenta a las tecnológicas: Australia y Reino Unido han legislado una tasa Google por su cuenta mientras que Francia ha hecho lo propio con la «tasa Youtube». Por ello, aseveró que ha habido varias reuniones entre expertos en el seno de la OCDE, las últimas en el G-20 de Buenos Aires, para afinar las propuestas.
«Nos gusta mucho la inteligencia artificial, hemos desarrollado una aplicación que permite ver dónde se produce el hecho del IVA», señaló Menéndez. Si bien abogó por regular la protección de los datos personales, ha brindado porque con las nuevas tecnologías y «redes sociales» se produzca «más transparencia». Es el caso del «country by country report», que permitirá conocer los datos fiscales que declaran las multinacionales en cada país, cuya primera remesa de datos recibirá en julio. En este sentido, apuntó que hay un programa piloto de la OCDE de transparencia fiscal de las grandes empresas y las firmas nacionales están siendo percibidas como «la más sólidas, transparentes e implicadas en el proyecto».
Ante esta situación, Menéndez apostó por reforzar la relación cooperativa con los contribuyentes para que ante un acta se queden «tranquilos» de saber que se aplica el criterio del conjunto de la Agencia Tributaria y no solo «del equipo de inspección o del funcionario en cuestión».
Delitos fiscales ganados
Como fuere, Menéndez ha recordado que pese a que el número de delitos fiscales denunciados por el Fisco se han reducido desde los 1.014 de 2011 a 226, el numero de sentencias favorables en este ámbito para el Fisco ha aumentado del 57% de hace siete años al 75% de 2017.
Fuente: Abc.es