El coche eléctrico choca con la paradoja fiscal de la transición verde: cada vez más gobiernos le suben los impuestos

Posted by JJL | 13 mayo, 2024

La adopción de los coches eléctricos se ha encontrado con una serie de dificultades inesperadas. Si bien la demanda crece, no lo hace al ritmo esperado por la industria automovilística, por lo que muchas de sus firmas han iniciado una guerra de precios con el objetivo de atraer a los nuevos potenciales consumidores, los cuales prestan mucha más atención al bolsillo a la hora de adquirir un modelo eléctrico que los anteriores. Una implantación deficiente de los coches eléctricos puede comprometer la transición energética, por lo que numerosos gobiernos han optado por establecer ayudas para impulsar las compras de estos vehículos. Sin embargo, a medida que los coches eléctricos tienen más presencia, la recaudación por los impuestos de carburantes cae de forma paralela a la reducción del uso de los coches de combustión. Ello amenaza con dejar un enorme agujero en las finanzas de numerosos países, especialmente en los del Viejo Continente.

En 2023, los coches eléctricos impidieron que se recaudara, a nivel mundial, 11.140 millones de euros vía impuestos sobre la gasolina y el diésel. Por contra, el dinero recaudado por las tasas sobre estos vehículos ascendió a los 1.860 millones de euros, es decir, que se perdieron 9.280 millones de euros. Si bien estas cifras pueden parecer pequeñas en términos mundiales, al ritmo de crecimiento actual del mercado de coches eléctricos, este volumen de pérdidas alcanzará los 102.090 millones de euros en 2035 a nivel global.

El Viejo Continente se lleva la peor parte

Así lo indica el informe Global EV Outlook 2024 publicado por la AIE (Agencia Internacional de la Energía, en inglés), que indica que Europa concentra el 60% de este tipo de pérdidas. Se trata de un volumen muy elevado para la cuota de ventas de vehículos eléctricos que obtuvo el Viejo Continente el año pasado, muy por debajo de China, claro dominador. En este sentido, el país asiático obtuvo el 60% de todas las ventas frente al 25% de Europa y el 10% de EEUU, actores que aglutinaron el 95% de las comercializaciones de estos vehículos en todo el mundo. Se trata de uno de los defectos del mercado de coches eléctricos: su elevada concentración

 La clave reside en que los impuestos a los carburantes en Europa son superiores a los existentes en China y EEUU. Por ejemplo, el gravamen sobre la gasolina en Francia, Alemania e Italia es seis veces superior al de China. Así las cosas, la previsión es que la mengua en el territorio europeo alcance los 64.960 millones de euros en 2035, cifra superior a los 15.780 millones de euros en China y a los 278 millones de euros en Estados Unidos. Las pocas pérdidas en el país de las barras y las estrellas se deben a que el país norteamericano es el cuarto país con la tasa impositiva más baja sobre los carburantes, por detrás de Rusia, Brasil e Indonesia, según el Departamento de Energía estadounidense.

Es decir, que el incremento del uso de los coches eléctricos conlleva una disminución de los ingresos por carburantes. Ello fuerza a los Estados a realizar una ‘transición impositiva’ de los vehículos de combustión a los eléctricos, lo cual puede contrarrestar los incentivos para adquirir este tipo de modelos, llegando a comprometer, paradójicamente, la transición verde.

Un fantasma verde recorre Europa

Esta situación ha sido una de las razones por las cuales Noruega, reina europea de los coches eléctricos, ha decidido cambiar de estrategia. Durante años, el país escandinavo introdujo una serie de medidas para favorecer las ventas de coches eléctricos, como la eliminación del IVA en la compra de coches eléctricos. Ello ha contribuido para que, en 2023, el 95% de todos los vehículos vendidos en el país fueran eléctricos. Sin embargo, el Gobierno noruego ha ido dando marcha atrás, eliminando la ventaja fiscal que disfrutaban las compañias al tener un coche eléctrico en su flota de vehículos. Parece ser que Oslo no quiere que se repita lo ocurrido entre 2019 y 2020, cuando la recaudación por el impuesto de carburantes se redujo un 11% como consecuencia de la adopción de los vehículos eléctricos.

 Más al sur, en Bélgica, también son conscientes de este efecto secundario de las políticas diseñadas a potenciar el uso de los coches eléctricos. Actualmente, los impuestos por carburantes permiten al Estado belga recaudar 8.000 millones de euros anuales, sin embargo, la utilización de los vehículos que no empleen gasolina o diésel puede generar un agujero de entre 1.400 y 1.500 millones de euros. Así lo indicó un informe realizado conjuntamente por EY y TML (Transport & Mobility Leuven), en el que indicó que, la Administración belga debía reducir en 160 millones de euros las ayudas destinadas a la adquisición de coches eléctrico.

Los coches ibéricos usan gasolina, pero en Portugal avisan

Paralelamente, esta cuestión también ha aterrizado en la península ibérica. Así, un informe de Deloitte indicó en septiembre de 2023 que el Gobierno portugués debía reducir la ventaja fiscal para la adquisición de los coches eléctricos en los Presupuestos Generales del Estado de 2024. Concretamente, en el país vecino, los titulares de este tipo de vehículos no están obligados a pagar el impuesto sobre los productos petrolíferos y el impuesto único de circulación. Además, los titulares pagan menos IVA por las reparaciones.

Todas estas medidas fueron destinadas a impulsar el mercado de los coches eléctricos en Portugal, el cual registró un aumento del 101,9% de las comercializaciones de vehículos ligeros eléctricos en 2023 respecto al año anterior. Sin embargo, estas mismas políticas suponen un riesgo para la recaudación tributaria de la Hacienda portuguesa, según la consultora. En este sentido, es preciso señalar que el porcentaje de coches eléctricos en territorio luso es del 0,9%.

En España parece que el uso de coches eléctricos no ha llegado al punto en el que se pueda abordar con urgencia este debate. Si bien las ventas de estos vehículos aumentaron un 73,4% en 2023, éstas suponen solamente el 5,6% de las comercializaciones totales. Por ello, los esfuerzos se concentran todavía en impulsar su uso. En este sentido, el Plan MOVES III proporciona ayudas para la compra de coches eléctricos enchufables y de pila de combustible, las cuales pueden llegar hasta los 7.000 euros para el caso de particulares.

 Impuestos por cada kilómetro recorrido con un coche eléctrico

Por otro lado, la resolución de este problema no es sencilla, ya que un incremento del gravamen sobre los coches eléctricos puede obstaculizar la adaptación de este tipo de vehículos, dificultando así la transición verde. Según EY y TML, la urgencia de tapar el agujero eléctrico en la recaudación por los carburantes es tal que medidas impopulares eran precisas, con la implementación de una tarifa por kilometraje para los coches eléctricos. Una medida similar fue propuesta el pasado mes de marzo por el Ministerio de Finanzas israelí, en un contexto en el que el estado hebreo necesita financiación para continuar con la guerra en Gaza. Concretamente, la idea es gravar con 0,15 séquels (tres céntimos de euro) cada kilómetro recorrido por los coches eléctricos o híbridos enchufables.

En Nueva Zelanda, el pasado 1 de abril entró en vigor una medida por la cual los dueños coches completamente eléctricos tienen que pagar 42 euros (76 dólares neozelandeses) por cada 1.000 km recorridos, mientras que los propietarios de híbridos enchufables están obligados a pagar 21 euros (38 dólares neozelandeses) por cada 1.000 km. En este último caso, la tarifa es inferior ya que los vehículos híbridos enchufables ya pagar impuesto de carburante.

Por su parte, la provincia canadiense de Alberta aprobó a finales de febrero la imposición de una tasa extra de 135 euros (200 dólares canadienses) por el registro de los coches eléctricos. La medida, que entrará en vigor en enero de 2025, no afectará a los propietarios de vehículos híbridos. Las autoridades estiman recaudar 678.000 euros (un millón de dólares canadienses) el próximo año fiscal, volumen que se espera que aumente hasta los 5.420 millones de euros (8 millones de dólares canadienses) en 2026.

Además, la AIE propone otras medidas, como la reducción de la importación de carburantes o el establecimiento de peajes, los cuales podrían servir para reducir los atascos, disminuyendo la contaminación atmosférica y acústica.

En definitiva, la reducción de la recaudación por carburantes constituye una consecuencia lógica del incremento del uso del coche eléctrico. Resta saber cómo actuarán los gobiernos europeos, los cuales parecen estar más amenazados por esta cuestión. En este sentido, conviene tener presente que, en 2022, en la UE circulaban 252 millones de turismos, de los cuales sólo el 1,2% eran eléctricos. Por lo tanto, los datos de la AIE parecen indicar que el cambio hacia el coche eléctrico es largo y pedregoso en el Viejo Continente, cuyos países deben hilar muy fino para no establecer medidas que impidan el acceso a este tipo de vehículos con el objetivo de subsanar la mengua por el impuesto a los carburantes.

Fuente: El Economista

Related Blogs

Posted by jjl_editor | 26 diciembre 2024
El Tribunal Económico-Administrativo Central (TEAC) considera que la Agencia Tributaria puede seguir cribando los gastos deducibles de I+D pese a que la empresa cuente con un informe ministerial vinculante que…
1 LikesComentarios desactivados en Hacienda seguirá teniendo margen para vigilar las deducciones en I+D
Posted by jjl_editor | 23 diciembre 2024
El Tribunal avala las comprobaciones del valor de los inmuebles con base en tasaciones hipotecarias, a falta de valor de referencia del Catastro. El contribuyente deberá recurrirlas mediante un proceso…
8 LikesComentarios desactivados en El Supremo da alas a Hacienda para subir la tasación de vivienda en compraventas
Posted by jjl_editor | 20 diciembre 2024
El Gobierno dio ayer por zanjada la agónica reforma fiscal, después de un nuevo Pleno marcado por pulso mantenido por Junts y PNV. El texto cuenta ya con todos los…
13 LikesComentarios desactivados en El impuesto a la banca y el ‘golpe’ al ahorro entran en vigor el 1 de enero