Unas 2.000 sicavs tienen entre uno y 150 accionistas de las 2.735 que existen.
El ruido en torno a las sicavs continúa. El último llegó directo del Gobierno de Pedro Sánchez y su propósito de devolver a Hacienda el control de estas sociedades, competencia que desde la era de Zapatero pertenecía a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
En el Proyecto de Ley de los Presupuestos se atribuye a Tributos la misión de comprobar que las sicavs reúnen un mínimo de 100 accionistas. Según los últimos datos que figuran en la CNMV, correspondientes al tercer trimestre del año pasado, el porcentaje de sicavs que tendrá que pasar el examen de Hacienda asciende al 70%.
En concreto, existen 2.735 sicavs registradas en España y, de ellas, casi 2.000 disponen de entre uno y 150 accionistas. Este requisito, el de tener al menos 100 accionistas para ser consideradas sociedades de inversión colectivas, es exclusivo de España y Portugal en toda Europa -en Francia también se demanda que tengan un mínimo de dos-.
Para que sean abiertas, la autoridad europea, ESMA exige que estos vehículos deben regirse por normas que no restrinjan la captación de capital a un solo inversor, lo que significa que deben ser accesibles a cualquiera. Algo que ya se cumple en España, ya que las acciones de las sicavs se negocian en el Mercado Alternativo Bursátil (MAB).
Ahora bien, ¿el hecho de que Hacienda sea quien pase a comprobar que las sicavs cumplen con la norma podría endurecer su control? En opinión de Paula Mercado, directora de análisis de VDOS, «es probable que sí, ya que seguramente la Agencia Tributaria cuenta con información más detallada y les resultará más sencillo comprobar la veracidad de la información suministrada por las sicavs, en cuando al cumplimiento normativo de sus partícipes».
La inseguridad pasa factura
En cualquier caso, los dardos lanzados por los partidos políticos en los últimos años a estas sociedades y a su fiscalidad, que amenazan con cambiar continuamente alegando que sirven para que las grandes fortunas evadan impuestos pese a que tributan igual que los fondos de inversión, ha pasado factura a esto s vehículos, que no dejan de perder partícipes desde el año 2015. Según consta en la CNMV, al cierre del tercer trimestre del año pasado contaban con unos 419.600 accionistas -la cifra más baja desde el año 2013-.
Su patrimonio también se ha visto resentido, ya que, a cierre de 2018, rozaba los 28.200 millones de euros, unos 2.900 millones menos que un año atrás, según datos de VDOS. El grueso de esa bajada, no obstante, vino por el mal comportamiento de los mercados y no por una retirada masiva de dinero, ya que los reembolsos fueron de 651 millones de euros (frente a los 241 millones que hubo un año atrás, en 2017).
Fuente: ElEconomista.es