La Comisión prevé recaudar 46.000 millones anuales con nuevos tributos. La UE prevé cobrar entre 5.000 y 14.000 millones al año con la fiscalidad al CO2.
La Comisión Europea propuso este miércoles un estímulo sin precedentes de 750.000 millones de euros para superar la crisis económica derivada de la pandemia del coronavirus Sars-Cov-2. Para cubrir este endeudamiento récord, Bruselas no pedirá más contribuciones a los Estados miembros, una opción casi muerta de partida. En su lugar, propone crear varios impuestos con los que cubrir los pagos durante las próximas tres décadas, vinculados «de una manera positiva» a las prioridades digital y ecológica de la Unión Europea, explicó durante la jornada de ayer a los periodistas el comisario europeo de Presupuestos Johannes Hahn, en un encuentro con medios europeos, entre ellos elEconomista.
Aunque aun faltan muchos detalles, la Comisión Europea de Ursula Von der Leyen tiene claro a dónde quiere apuntar. En total, estima que podría lograr unos 46.000 millones de euros anuales.
Grandes empresas
Uno de esos gravámenes iría destinado a las grandes multinacionales que operan en el mercado interior. Estas empresas «deberían contribuir un poco a los beneficios que obtienen del mercado común europeo», ya que aquí se benefician de «una base de consumidores más grande, una cadena de suministros continua, en muchos países tienes la misma moneda, y una regulación uniforme», comentó.
Añade que estas multinacionales ahorran costes simplemente por el hecho de operar en el mercado común. Por lo tanto, crear «una modesta tasa» a cambio de estas ventajas es algo que considera un «trato justo».
Hahn explica que se trataría de gravar a las multinacionales con unos ingresos globales de al menos 750 millones de euros. De esta manera, prevé que podría conseguir con este nuevo impuesto unos 10.000 millones de euros al año. Esta nueva figura impositiva se sumaría a otra media docena que Europa tiene en el radar para reembolsar los recursos de su nuevo fondo para la recuperación, bautizado como «Próxima Generación Unión Europea».
Otra idea sería la extensión del sistema actual del mercado de emisiones, para cubrir también el sector marítimo y la aviación. De esta manera, se recaudaría unos 10.000 millones de euros al año.
También se sumaría la creación de una tasa digital en la UE. Los Estados miembros están a la espera de ver si se consigue el acuerdo internacional que está intentando armar la OCDE. Pero si no hay resultados para finales de año, la Comisión ya ha señalado que volverá a intentar acordar una tasa Google para Europa. En la versión más ambiciosa, la Comisión esperaba recaudar 5.000 millones de euros al año
Sin embargo, la versión final que fue bloqueada por cuatro países nórdicos aplicaba un 3% a un espectro más limitado de los ingresos de las grandes firmas digitales.
La adopción de estas nuevas figuras impositivas también generará una batalla política importante entre las capitales. La unanimidad requerida para aprobar nuevas tasas, y la sensibilidad de los Estados miembros en materia tributaria, ha impedido durante los últimos años adoptar nuevos gravámenes en Europa.
Hahn indicó que el Ejecutivo comunitario está ofreciendo un menú a los Estados miembros, aunque no sería necesario respaldar todas las ideas, dado que con lo propuesto se recaudaría más de lo necesario para cubrir la deuda y los intereses. Eso sí, espera lograr un acuerdo sobre los principios ahora, y en los próximos dos o tres años cerrar los detalles cuando lleguen las propuestas concretas.
El objetivo es conseguir un acuerdo para 2027, como tarde. Porque, a partir de entonces, «tenemos que depender de estos nuevos recursos propios concretos para empezar a reembolsar a partir de 2028» la deuda adquirida, explicó Hahn. Bruselas propone un periodo para el desembolso de 30 años hasta 2058.
Impuestos ‘verdes’
El Ejecutivo comunitario propone un nuevo impuesto al CO2 en frontera, con el que espera recaudar entre 5.000 y 14.000 millones al año, según su diseño. Con este tributo, se busca «compensar» los estándares medioambientales más exigentes que cumplen las firmas en la UE frente a otros productos importados, señala Hahn. También vuelve a poner sobre la mesa un impuesto a los plásticos de uso único, que ya propuso en mayo de 2018, y con el que podría ingresar 7.000 millones al año.
El plan de recuperación presentado por la Comisión Europea plantea la posibilidad de adelantar el desembolso de 11.500 millones del total al último trimestre de este año. El resto de los fondos no se desbloquearían hasta 2021, con el comienzo del nuevo presupuesto comunitario. Antes de acudir a los mercados de deuda para captar los 750.000 millones, Bruselas necesita el permiso de los Parlamentos nacionales para elevar su techo de recursos propios hasta el 2% de la Renta Nacional Bruta (RNB) de la UE.
Fuente: ElEconomista.es