La Comisión Europea ha puesto sobre la mesa este miércoles la que será la hoja de ruta para impulsar la competitividad europea en los próximos cinco años. Un plan, bautizado como Brújula de Competitividad, que plantea un vigésimo octavo régimen para la insolvencia y la fiscalidad empresarial a nivel comunitario, la simplificación administrativa y regulatoria pero no deja claro si se abre la puerta a una nueva emisión de deuda conjunta a nivel comunitario.
El plan de la Comisión Europea incluye una lista de iniciativas que se implementarán a lo largo de la legislatura para la simplificación administrativa y regulatoria, para impulsar el ecosistema emprendedor y tecnológico, para avanzar en el mercado único y en la descarbonización de la economía. Para ello, Bruselas propone la creación de un vigésimo octavo régimen legal (aparte de los 27 nacionales) que simplifique las reglas empresariales y que afectará al coste de las quiebras, la insolvencia, a los derechos laborales y la fiscalidad que se aplica a las compañías.
La jefa del Ejecutivo comunitario, Ursula von der Leyen, ha indicado en rueda de prensa que este nuevo régimen a nivel comunitario se dirige a las compañías que quieran creer a escala europea, que a menudo «se enfrentan con 27 diferentes requisitos del mercado único». Sería «voluntario», ha puntualizado, y fijaría un «simple conjunto de reglas para toda la UE».
Además, pretende el plan «explotar los beneficios del tamaño del mercado único», eliminando barreras y con la «mejora de la coordinación de las políticas europeas y a nivel nacional». Para lo cual la Comisión Europea lanzará una simplificación burocrática «omnibus» y redefinirá el concepto de empresas de «mediana capitalización».
En este sentido, Von der Leyen ha subrayado el esfuerzo de este paquete de medidas para reducir las obligaciones de «reporting un 35% para las pymes», «los costes administrativos impuestos a la industria» o ampliar el «compromiso de reducir la burocracia un 25% para todas las empresas». Un conjunto de medidas que podrían ahorrar a las empresas 37.000 millones de euros al año, según la alemana.
La necesidad de avanzar en la integración de mercados de capitales queda patente en la fuga de empresas que encuentran en Estados Unidos mejor acceso a capital en un mercado más integrado. Por ello, siguiendo la recomendación del exprimer ministro italiano, Enrico Letta, el Ejecutivo comunitario plantea un primer paso para tal integración a través de la creación de una Unión de Ahorro e Inversiones.
Aboga también por redirigir partidas del próximo presupuesto comunitario, de 2028 a 2034, para financiar los costes de impulsar la competitividad del bloque y deja de lado la propuesta del expresidente del BCE, Mario Draghi, de una nueva emisión de deuda conjunta para cubrir los 800.000 millones de euros necesarios para mejorar la posición del bloque comunitario. Es por ello que el próximo marco financiero plurianual incluirá un Fondo de Competitividad y una herramienta de coordinación de competitividad.
De lo que se trata, en realidad, es de dedicar los recursos del presupuesto comunitario de forma más «eficiente», de tal manera que las partidas que se han distribuido a incrementar la productividad como parte de diferentes paquetes se unifiquen como uno solo. Sigue sobre la mesa la cuestión de la emisión de deuda conjunta, por el momento sin respuesta.
La alemana ha adelantado la intención de mejorar el marco de ayudas de Estado de manera que se mantenga la igualdad del mercado tanto dentro de la UE como fuera. Sobre lo de destinar financiación adicional para este plan, Von der Leyen ha asegurado que se trata de una «vieja historia» y tiene «dos soluciones: más contribución de los presupuestos nacionales o nuevos recursos».
Uno de los principales objetivos que el Ejecutivo comunitario pretende atajar con este plan es cerrar la brecha de innovación frente a Estados Unidos y China. Es así que propondrá la creación de gigafábricas de inteligencia artificial, así como iniciativas que impulsen el desarrollo de esta tecnología.
Decía en su informe sobre la competitividad de la UE el exprimer ministro italiano, Mario Draghi, que la UE debía ponerse las pilas en la vertiente tecnológica. Por ello, el plan de la Comisión Europea pretende impulsar los materiales avanzados, la tecnología cuántica, la biotecnología, la robótica y la tecnología espacial.
La hoja de ruta hecha pública este miércoles incluye medidas para favorecer a las empresas europeas en los concursos públicos comunitarios, una iniciativa bautizada como Europe First. También plantea que se cree un sistema de compras conjuntas para materias primas críticas. Siguiendo la idea puesta en marcha durante la crisis energética con el suministro de gas, la medida pretende asegurar el suministro de las materias primas críticas necesarias para la transición limpia.
Fuente: El Economista