Cuatro demógrafos apuntalan para ABC los pilares de una «estrategia nacional» que propiciaría que España no perdiese población año tras año.
Los demógrafos consultados por ABC tras la última encuesta publicada ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE) ofrecen un recetario de medidas que ayudarían a revertir la tendencia demográfica actual, que aboca al país a la pérdida continua de masa poblacional:
Políticas y estrategia nacional en varias áreas:
Rafael Puyol, director del Observatorio de Demografía del Instituto de Empresa, plantea la necesidad de desarrolar una estrategia nacional que ayude a las madres trabajadoras. Para ello, es necesario emprender acciones demográficas en tres sentidos: políticas de ayuda familiar, porque las madres trabajadoras no van a renunciar a sus carreras, así que hay que dar ayudas económicas en función del número de hijos, cambiar la política tributiva y dar ayudas de naturaleza fiscal; políticas de ayuda a parejas para acceder a viviendas en condiciones razonables; políticas de guardería en condiciones de pleno horario y económicas; políticas de conciliación en las empresas, como permisos para que una madre no vea perjudicada su carrear laboral.
También, al decir de Puyol, hay que implementar una política migratoria global en la Unión Europea, que luego cada Estado desarrolle con sus peculiaridades; y una política de cara al envejecimiento de la población. Puyol ve que la inercia de la población es a que una persona a los 65-67 años sea cada vez más activa, por lo que habría que «establecer medidas que prolonguen la vida laboral» en España, que «jubila» a sus trabajadores demasiado pronto, considera Puyol. A tenor de ello, debería fijarse en las empresas una estrategia para «mantener a los trabajadores senior en el mercaro laboral»; esto ayudaría al sostenimiento demográfico en mejores condiciones. «La demografía actual apunta en esta dirección», remarca este especialista demógrafo.
Más guarderías «low cost» y a horario completo
Antonio Izquierdo, catedrático de Sociología y Demografía en la Universidad de La Coruña, tiene sus esperanzas depositadas en la nueva generación de jóvenes. «El valor de la igualdad se traspone a la crianza de los hijos. Los universitarios de hoy saben que es cosa de dos y creen a ciegas en que hay que cuidar a la familia entre los miembros de la pareja, repartirse las tareas domésticas y no sacrificar las carreras. Esto puede contrarrestar en el futuro la caída de la natalidad, siempre y cuando haya una red de guarderías a bajo coste y pleno horario en el país. No hay una medida más efectiva para fomentar la maternidad, como hace Francia, que ésta», dice, y asiente el resto de demógrafos consultados.
2008, año efectista del «cheque bebé»:
En la serie histórica que desglosa el Instituto Nacional de Estadística (INE) hay un «pico» extraño en el grueso de nacimientos. En 2008 nacieron 519.779 niños, el máximo en 30 años. Desde entonces, el dato ha decrecido en un 24,6%. Alejandro Macarrón, presidente de la Fundación Renacimiento Demográfico, lo atribuye a un motivo claro: «el cheque bebé» de 2.500 euros que el Gobierno Zapatero adoptó para solo 12 meses. «Su efecto fue solo un año, se nota, pero también se agota al año siguiente». Son iniciativas efectistas, para los expertos, que no logran encauzar la crisis demográfica nacional.
«Las políticas de incentivo económico a la natalidad llevadas a cabo en comunidades autónomas como Galicia o Asturias (con premios como «cestas de bienvenida», subvención de pañales y productos de higiene del bebé, etc) no son capaces de frenar la tendencia y no son la solución», advierte, por su parte, Carlos Ferrás, profesor de Geografía Humana y Demografía de la Universidad de Santiago de Compostela.
El Foro de la Familia demandó ayer un gran Pacto de Estado por al Maternidad, ya que España se muere y medidas como el cheque bebé son solo parches.
Políticas de conciliación. Salir a las 18.00 horas:
Ferrás mantiene que a efectos demográficos la sociedad española camina hacia un proceso de envejecimiento e incapacidad natural de asegurar el relevo generacional. «Cada vez vivimos más años pero progresivamente se van recortando las cohortes de jóvenes y adultos en edad de trabajar por un impacto directo de la caída sostenida de la natalidad en las últimas décadas. Las consecuencias son muchas pero destacaría sobre todo la factura social para la hacienda pública que conlleva la prestación de servicios sanitarios y sociales a una masa creciente de personas jubiladas», afirma.
«Para revertir la situación necesitamos acometer políticas demográficas que contemplen la natalidad y los movimientos migratorios; partimos de una caída sostenida del número de hijos por mujer hasta el 1,3 muy lejos de los 2,1 precisos para el reemplazo generacional, con lo cual las políticas migratorias son claves», agrega Ferrás.
«Es preciso evitar la emigración de nuestros jóvenes y planificar de forma realista la capacidad de acogida de inmigrantes. Para esto necesitamos establecer conexiones entre demografía y desarrollo económico. Son precisas políticas de conciliación laboral y familiar que faciliten el trabajo y la crianza de los hijos, como la actualización de los horarios de trabajo para acabar a las 18.00 horas de la tarde, el apoyo directo a la crianza frente al nacimiento tal como se hace en países del norte de Europa donde se llegan a asignar hasta 140 euros por hijo y por mes hasta su mayoría de edad, la protección social de la maternidad y la superación de los roles patriarcales tradicionales. Pero también necesitamos incrementar los salarios, el acceso a la vivienda digna y frenar la desigualdad social. Necesitamos políticas sociales que pongan el foco sobre la crianza y el futuro de la juventud española», apremia este especialista.
Fuente: Abc.es