El Consejo de Ministros aprobó este martes el reglamento que desarrolla el nuevo Impuesto sobre Gases Fluorados de Efecto Invernadero, que afectará a la instalación de equipos de refrigeración. Es el conocido gas del aire acondicionado.
Los cambios en el impuesto, que entrarán en vigor el próximo 1 de septiembre, afectan de manera especial a la fabricación y la instalación de los sistemas de refrigeración de la industria. Con el nuevo impuesto, se gravará la mera tenencia de gases fluorados. De esta forma, dejará de configurarse a través de la venta o entrega de los gases al consumidor final. A partir de ahora, afectará directamente a la fabricación, importación, adquisición intracomunitaria o la simple tenencia de los gases fluorados.
El Gobierno incluyó la reforma de este impuesto en la ley de transparencia, aprobada el pasado 8 de julio. Ahora, el Ejecutivo ha optado por no cobrar el impuesto a los que lo almacenen hasta que se produzca la venta para evitar el coste financiero a estos empresarios.
De esta forma, el reglamento aprobado ayer crea la figura del «almacenista de gases fluorados», que se puede beneficiar de un diferimiento en el devengo del impuesto. Contempla así que los operadores dados de alta en el actual registro territorial puedan solicitar a la Agencia Tributaria su inscripción en el nuevo registro territorial como almacenista de gases fluorados.
Cuando tras la fabricación de los gases objeto del impuesto, estos resulten vendidos o entregados a un almacenista de gases fluorados, o cuando el importador o el adquirente intracomunitario tenga la condición de almacenista, el devengo del impuesto se producirá en el momento en el que este último realice la primera venta o entrega a quien no ostente tal condición o cuando se realice el consumo de los gases por el almacenista de los gases fluorados.
El reglamento acoge la obligación, para quienes realicen ventas o entregas de gases fluorados o de productos, equipos o aparatos que los contengan, de consignar en un certificado o en la factura que emitan con ocasión de dichas ventas o entregas, tanto de la clase de gas fluorado y la cantidad del mismo, expresada en kilogramos, que es objeto de venta o entrega, como del importe del impuesto satisfecho por dichos gases.
Además, la norma regula el registro territorial del Impuesto sobre los Gases Fluorados de Efecto Invernadero, y recoge la regulación de la autorización de almacenista de gases fluorados, las condiciones a que está sujeta dicha autorización y su inscripción en el registro territorial.
Subirá los precios
España es uno de los pocos países de la UE con un impuesto especial sobre la emisión a la atmósfera de gases fluorados. La Confederación Nacional de Instaladores y Mantenedores estima que la medida encarecerá en torno a un 5% las nuevas instalaciones de refrigeración en establecimientos de hostelería y pequeño comercio, así como las instalaciones de climatización para uso doméstico y comercial. Afecta también a los supermercados, la industria alimentaria, la logística y el transporte refrigerado, los electrodomésticos o la automoción.
El libro blanco para la reforma fiscal en España, publicado en febrero de 2022 por el comité de expertos de Hacienda, subraya el mal comportamiento de esta tasa. «No cumple en su diseño con la finalidad propia del impuesto, ya que los gases por los que se tributa son insustituibles», señala el documento.
Fuente: Expansión