La Comisión Europea crea una nueva categoría de empresas: las de mediana capitalización pequeña, que serán definidas por el tamaño entre la gran empresa y la mediana y pequeña, a través de la Directiva Ómnibus.
Las empresas incluidas en este grupo podrán beneficiarse de exenciones y simplificaciones normativas, similares a las que disfrutan las pymes, mediante la reducción de la carga administrativa y la mejora de su competitividad.
Los umbrales específicos para esta categoría incluyen como criterios: tener entre 250 y 1.500 empleados, una facturación inferior a 1.500 millones de euros y un balance total inferior a 2.000 millones de euros.Estas empresas experimentarán una reducción significativa en la carga administrativa, similar a las pymes, lo que les permitirá enfocarse más en sus operaciones principales y menos en cumplir con requisitos burocráticos.
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Así, estas mercantiles dejarán de estar sujetas a las mismas regulaciones estrictas que las grandes empresas como ocurre ahora, lo que busca facilitar su crecimiento y expansión. Además, obtendrán mejor acceso a fondos y financiación, incluyendo préstamos y garantías facilitadas por instituciones como el Fondo Europeo de Inversiones (FE) y el Banco Europeo de Inversiones (BE).
Al reducir la burocracia y mejorar el acceso a financiación, estas empresas podrán mejorar su competitividad en el mercado, lo que les permitirá innovar y crecer más fácilmente. No obstante, aunque se busca reducir la carga administrativa, las empresas seguirán teniendo que cumplir con los estándares de sostenibilidad, pero de una manera más manejable y ajustada a su tamaño y capacidad.
Expertos piden a la Comisión Europea coordinación entre las legislaciones de los Estados miembros
Bruselas busca reducir al menos un 25% la carga administrativa para las empresas en general y un 35% para las pymes. Además, la Comisión busca asegurar que las empresas tengan acceso a la financiación necesaria para innovar. Se espera que un mercado de capitales más integrado permita a las empresas europeas obtener 470.000 millones de euros de financiación adicional.
La Simplificación Ómnibus de la Comisión Europea introduce varias novedades legislativas importantes, como es la revisión de la Directiva de Información Corporativa sobre Sostenibilidad (CSRD) para simplificar la presentación de informes sobre sostenibilidad, eliminando duplicidades y mejorando la coherencia entre distintas normativas. También, en el caso de la Directiva de Diligencia Debida en Sostenibilidad Empresarial, se ajustan los requisitos para que sean más adecuados a las necesidades de los inversores y se eviten sobrecargas administrativas para las pequeñas empresas. Y, en la misma línea, se agilizan los procesos administrativos relacionados con la Taxonomía, facilitando su implementación sin comprometer la transparencia.
La Brújula de Competitividad Se busca impulsar el uso intensivo de las nuevas tecnologías y a la economía cambiante. La Unión de Habilidades es una de las iniciativas para mejorar la formación y las habilidades de los trabajadores. Así, se persigue asegurar que las políticas a nivel de la UE y de los estados miembros trabajen juntas para apoyar la innovación y la competitividad.
Estas medidas, incluidas en la Brújula de Competitividad de la UE, una hoja de ruta para impulsar el crecimiento económico europeo, se complementan con iniciativas en otras áreas, como la política de competencia, la seguridad energética y la investigación e innovación. Se incluye una Estrategia Horizontal para el Mercado Único que modernizará el marco de gobernanza, al tiempo que elimina las barreras dentro de la UE y evita que se creen otras nuevas. Además, la Comisión aprovechará la oportunidad para que los procesos de elaboración de normas sean más rápidos y accesibles, especialmente por lo que se refiere a las pymes y las empresas emergentes.
En particular, la UE ofrece un marco estable para el desarrollo de tecnologías digitales, a través de medidas como las Leyes de Datos y Gobernanza de Datos, la Ley de Ciberresiliencia y la Ley de Inteligencia Artificial. Una propuesta llamada de Régimen Jurídico n.º 28 vendrá a simplificar las normas aplicables, incluidos los aspectos correspondientes del Derecho de Sociedades, las normas sobre insolvencia, la legislación laboral y fiscal, y reducirá el coste de los fracasos de las empresas.
De este modo, las mercantiles innovadoras se beneficiarán de un conjunto único de normas dondequiera que inviertan y operen en el mercado único. La UE está abordando la brecha de innovación mediante un enfoque multifacético que incluye medidas para apoyar a las empresas emergentes y grandes, facilitar la adopción de nuevas tecnologías, simplificar las normas y fomentar la colaboración y la financiación. El objetivo final es impulsar el crecimiento económico y garantizar quela UE siga siendo competitiva a nivel mundial. Según el informe Draghi, hay tres imperativos principales para que la se impulse su competitividad:
El primero se refiere al cierre de la brecha de innovación mediante la mejora de la capacidad comunitaria para generar y adoptar nuevas tecnologías e ideas. Se busca fomentar un entorno favorable para las empresas emergentes, apoyar la adopción de tecnologías por parte de grandes empresas, simplificar las normas y leyes, y apoyar el desarrollo de nuevas tecnologías como materiales avanzados, cuántica, biotecnología, robótica y tecnologías espaciales.
El segundo de los objetivos se refiere a generar una estrategia conjunta para la Descarbonización y la competitividad. Este imperativo reconoce la necesidad de que la UE realice la transición hacia una economía baja en carbono sin sacrificar su competitividad. Esto implica facilitar el acceso a energía asequible, reducir las emisiones de carbono, y desarrollar planes de acción para sectores de uso intensivo de energía.
Y el tercero se dirige a aumentar la seguridad y reducir las dependencias excesivas. Este imperativo busca fortalecer la resiliencia de la UE y reducir su dependencia de terceros en áreas clave como materias primas y energía. Esto se aborda mediante la diversificación y el fortalecimiento de las cadenas de suministro, el desarrollo de asociaciones para el comercio y la inversión limpios, y la revisión de las normas de contratación pública.
La Brújula de la Competitividad se basa en estos tres imperativos y establece un enfoque y medidas para traducirlos en realidad. La Brújula introduce cinco facilitadores horizontales para aumentar la competitividad en todos los sectores: simplificación, reducción de barreras al mercado único, financiación de la competitividad, promoción de capacidades y empleos de calidad, y mejor coordinación de políticas a nivel de la UE y nacional.
Comercio e inversión limpios
Las medidas específicas que propone la Brújula se dirigen a desarrollar una nueva gama de Asociaciones para el comercio y la inversión limpios. Estas asociaciones tienen como objetivo asegurar el suministro de materias primas, energía limpia, combustibles de transporte sostenibles y tecnología limpia de todo el mundo.
La idea es diversificar las fuentes de suministro y reducir la dependencia de un solo proveedor o región. Se propone, también, la revisión de las normas de contratación pública para permitir la introducción de una preferencia europea en la contratación pública para sectores y tecnologías críticos.
Esto significa que se priorizarán las empresas europeas en las licitaciones públicas, especialmente en sectores estratégicos como la defensa, la energía y la tecnología. Con ello, se busca fortalecer la industria europea y reducir la dependencia de proveedores externos.
Estas medidas buscan reducir su dependencia de terceros en áreas clave como materias primas, energía y tecnología. La UE ya cuenta con la red de acuerdos comerciales más grande y de más rápido crecimiento del mundo, que abarca 76 países. Sin embargo, la Brújula reconoce la necesidad de ir más allá y construir cadenas de suministro más robustas y diversificadas.
Calendario de actuaciones
La Brújula de Competitividad ha establecido un calendario de acciones clave que se implementarán a lo largo de varios trimestres y años. Las acciones más importantes se agrupan en función del trimestre de 2025 en el que se espera que se lleven a cabo, mientras que otras acciones se realizarán en 2026.
Este calendario muestra que Bruselas prevé implementar una serie de medidas en los próximos años para impulsar la competitividad, abordando áreas clave como inteligencia artificial, energía, defensa, simplificación administrativa e inversión. Además, se continuarán revisando leyes y regulaciones en el 2026 para seguir mejorando el entorno empresarial en la UE.
Así, se prevé que la Comisión proponga las iniciativas Gigafábricas de IA y Aplicar la IA tendente a impulsar el desarrollo de la inteligencia artificial y que la industria la adopte en sectores clave. Además, presentará planes de acción en lo referente a materiales avanzados, tecnología cuántica, biotecnología, robótica y tecnologías espaciales. Una Estrategia para las empresas emergentes y en expansión de la UE que abordará los obstáculos que impiden la aparición y expansión de nuevas empresas.
El próximo Pacto Industrial Limpio establecerá un enfoque de descarbonización impulsado por la competitividad, que pretende que la UE sea un lugar atractivo para la fabricación, también en el caso de las industrias de gran consumo energético, y promover las tecnologías limpias y los nuevos modelos de negocio circulares.
Un Plan de Acción para una Energía Asequible contribuirá a reducir precios y costes de la energía, mientras que una Ley de Aceleración de la Descarbonización Industrial ampliará la concesión agilizada de permisos a los sectores en transición.
Fuente: El Economista