El comisario de Clima, Cero Emisiones Netas y Crecimiento Limpio, Wopke Hoekstra, desveló ayer las líneas maestras de su departamento para los próximos cinco años en el Parlamento Europeo. Entre las prioridades que enunció el comisario figuran un revisión de la estructura del IVA. La intención es simplificar la aplicación del impuesto y al mismo tiempo generar un IVA ecológico reducido que busque incentivar la venta de productos que mejoren la sostenibilidad en el transporte, la economía circular o los productos de segunda mano.
En su primera comparecencia ante la subcomisión de Asuntos Fiscales, Hoekstra afirmó que intentará simplificar la normativa de fraude fiscal en la UE, pese a la mejora registrada en los últimos años y avanzó que simplificará la adopción del CBAM (mecanismo de ajuste de carbono en frontera) para reducir un 80% el número de empresas afectadas por la medida, clave para el comercio internacional con EEUU y China.
El comisario lanzó un mensaje muy claro sobre la Directiva de fiscalidad energética. Esta media, planteada dentro del paquete Fit for 55, se paralizó en el anterior mandato por la falta de acuerdos y la irrupción de la crisis energética. Ahora, Hoekstra está dispuesto a avanzar en su aprobación para elevar la fiscalidad de los combustibles fósiles y reducir la de las energías limpias. En este sentido, aseguró que se están manteniendo conversaciones y que hay una coalición de países con disposición de avanzar pero se mantienen las reticencias
.La Directiva de fiscalidad impone una tasación ligada a las emisiones de CO2, lo que supone un incremento de la tributación para diésel y gasolina y facilita una rebaja en la electricidad.
El comisario se refirió también a la retirada unilateral de Estados Unidos del acuerdo sobre el impuesto multinacional mínimo global y lo calificó de «lamentable», la «UE no debería desviarse de su curso de aplicación del acuerdo».Numerosos eurodiputados pidieron precisiones sobre cómo debe la UE dirigirse a Estados Unidos en relación con su posición sobre diversas cuestiones fiscales.
Hoekstra reiteró que la UE debe mantener sus posiciones, que se basan en argumentos sólidos, entablar un diálogo constructivo con la administración Trump y, al mismo tiempo, estar preparada para responder en defensa de las empresas europeas.
«Queremos abstenernos de guerras comerciales, pero tampoco nos quedaremos de brazos cruzados si Estados Unidos toma medidas que nos perjudican», resumió.
Los eurodiputados pidieron más detalles sobre la medida propuesta en la Brújula de Competitividad conocida como el 28º régimen propuesto en enero por la Presidenta de la Comisión, von der Leyen, en particular sobre qué empresas podrían acogerse a él y pidieron a Hoekstra que reiterara su compromiso con la revisión de la directiva contra la elusión fiscal y un impuesto sobre los servicios digitales.
«El comercio digital suponen 4.000 millones de envíos que llegan a la UE pero también genera peligros. Estamos inundados con cartón y plástico del que hay que deshacerse», explicó.
Los estados que necesitan dinero suben impuesto o rebajan gastos pero no se habla de mejorar la competitividad o de cómo recaudar lo que se pierde, pienso que estas serían las prioridades, indicó.
Por último, se formularon preguntas a Hoekstra sobre la directiva del tabaco, así como sobre los retos que plantea para el establecimiento de un impuesto a los multimillonarios y la creación de un marco fiscal para el sector financiero.
El comisario reiteró la necesidad de generar un impuesto de servicios digitales y calificó de urgente la adopción de un impuesto para los vapeadores. «Fumar mata» indicó, aunque tenga sabor a fresa.
Fuente: El Economista