El Gobierno dio ayer por zanjada la agónica reforma fiscal, después de un nuevo Pleno marcado por pulso mantenido por Junts y PNV. El texto cuenta ya con todos los avales necesarios, y está listo para entrar en vigor el próximo 1 de enero. Estas son las líneas maestras de la norma con la que Moncloa busca elevar la recaudación en unos 4.500 millones de euros, solo en 2025.
La tasa a la banca
El texto establece un nuevo ‘impuestazo’ para la banca, que tendrá una duración de tres años y establece una escala de tipos que alcanza el 7% para aquellos bancos con márgenes de intereses y comisiones superiores a los 5.000 millones de euros. Según los resultados registrados en 2023, los tres más grandes –CaixaBank, Santander y BBVA– se encuentran en este tramo. La redacción sitúa otros cuatro escalones. Marca un tipo del 6% para aquellas bases mayores a 3.000 millones, que podría afectar al Banco Sabadell. Por detrás establece otras tres. Un tipo del 4,8% para bases de más de 1.500 millones, del 3,5% a partir de los 750 millones, y del 1% para las inferiores. Cabe recordar que el anterior gravamen temporal establecía un tipo único del 4,8% a partir de 850 millones de ingresos anuales.
Tipo mínimo de Sociedades
Se trata la medida que inspiró la ley sobre el Gobierno construyó -a golpe de enmiendas- el resto de la reforma fiscal. A partir del año que viene se fijará un gravamen mínimo del 15% en el impuesto de Sociedades para las multinacionales. Con su entrada en vigor Hacienda logra tres cosas:por un lado transponer la directiva europea y evitar las sanciones;por otro, garantizar un incremento anual de los ingresos tributarios de 2.600 millones, según los números del Gobierno. Además, la medida -armonizada en todo el espectro comunitario- cierra las puertas que las grandes empresas han venido utilizando para eludir pagar impuestos. Cabe recordar que, solo en 2024, España ha dejado de recaudar 8.455 millones por culpa de la «ingeniería» fiscal de las multinacionales.
IRPF de las rentas de capital
La reforma fiscal incrementa el tipo de la base del ahorro en el IRPF al 30% para aquellas rentas de capital iguales o superiores a los 300.000 euros anuales. La medida afecta a todos aquellos que reciban rendimientos -a partir de esa cifra- por el reparto de dividendos o la venta de acciones, los intereses de la cuentas y depósitos, los rendimientos procedentes de las inversiones. Se trata de una petición que Sumar llevaba tiempo reclamando al ala socialista del Gobierno. Los de Yolanda Díaz no han dejado de señalar a la falta de sintonía del gravamen entre las rentas del trabajo -que tributan a tipos mucho más elevados- y las rentas de capital.
Impuesto a los ‘vapeadores’
El 2025 arrancará con un nuevo impuesto a los cigarrillos electrónicos. La figura gravará en concreto a la nicotina que contiene el líquido que alimenta a los vapeadores. Además, el texto integra un alza de la tributación a las laboral del tabaco. Todo ello permitirá a la Agencia tributaria ingresar unos 500 millones de euros cada año. Desde el Ejecutivo integran esta alza fiscal como una medida sanitaria, más que recaudatoria.
Fraude de hidrocarburos
El PNV logró incluir una corrección técnica que permitirá luchar contra el fraude en el IVA en la venta de hidrocarburos.
Subsanar la reforma Montoro
La reforma fiscal incluye una serie de correcciones técnicas a la modificación del impuesto de Sociedades que acometió el exministro Cristóbal Montoro en 2016. El cambio -que se lleva a cabo después de un fallo del Constitucional- podría elevar la recaudación en unos 2.600 millones.
Enmiendas del PP
El PP logró impulsar dos enmiendas menores. Los productos de leche fermentada tendrán un IVA al 4%. Además, libera a los profesionales deportivos de entidades sin ánimo de lucro del pago de cotizaciones.
Fuente: El economista