El cambio en la senda fiscal de 2025 que Junts busca imponer al Gobierno tendrá repercusiones en todas las autonomías de régimen común, más allá de Cataluña, quiera o no la formación independentista. Elevar el tope de déficit de las regiones al 0,8% del PIB, frente al 0,1% ahora establecido, propicia necesariamente un mayor margen de gasto para los tres territorios con más peso económico: Madrid, la propia Cataluña y Andalucía, con un margen fiscal extra que oscila entre 1.090 millones y 2.270 millones.

En el caso de la Generalitat, puede contar con un margen fiscal extraordinario de hasta 2.200 millones de euros en 2025, si Junts consigue impulsar la propuesta de máximos que le ha trasladado al Gobierno para «valorar» apoyar una nueva senda de estabilidad, y desatascar –así– la tramitación del proyecto de Presupuestos de 2025. Asumir la demanda de los postconvergentes, demandaría –además– que el Estado asumiera un ajuste de 12.000 millones solo el año que viene, tal y como calcula el director de Fedea, Ángel de la Fuente.

No solo Cataluña se vería beneficiada, si Junts consigue salirse con la suya. La Comunidad de Madrid sería la región que más vería crecer su capacidad de gasto. Podría llegar a obtener más de 2.200 millones de euros más en 2025. Otras, como Andalucía y Valencia, rascarían más de 1.000 millones de euros. De hecho, cuatro de las cinco regiones más beneficiadas están gobernadas por el Partido Popular, pese a que los de Núñez Feijóo mantienen su negativa a negociar una nueva senda, y acusan a la vicepresidenta Primera, María Jesús Montero, de recibir «instrucciones» de Puigdemont desde Suiza, lugar donde se celebró la última reunión entre el expresident y el número tres del PSOE, Santos Cerdán. Por su parte, Galicia y Castilla y León lograrían más de 500 millones, el resto se movería entre los 100 y 300 millones de euros. En su plan inicial, Montero propuso desplegar 12.000 millones de euros más de capacidad de gasto a CCAA y Ayuntamientos en los dos próximos años. Esa propuesta también situaba a Madrid y Cataluña como las regiones que más millones sumarían a su margen fiscal, al ser las dos con mayor volumen de PIB en España.

Lo cierto, es que el órdago de los de Puigdemont ha logrado marcar la agenda presupuestaria, que no arrancará hasta que ERC y Junts no celebren sus congresos, según anticipó ayer Sánchez. Los postconvergentes han citado a sus bases a finales de octubre; los republicanos se reunirán a finales de noviembre. De ser así, Moncloa apenas tendrá un mes para tramitar las Cuentas.

Además, Bildu y el BNG buscarán estampar su sello en la nueva hoja de ruta. Piden –al igual que Junts– más margen también para los ayuntamientos. «Todos queremos más», dijo ayer el portavoz nacionalista gallego, Néstor Rego. «Creemos que es una buena oportunidad que no se puede perder», apuntó Mertxe Aizpurua, de Bildu. Otros, como ERC, han criticado la maniobra iniciada por Montero. «Si a Junts le importara tanto la financiación de Cataluña votaría a favor del acuerdo de financiación en Cataluña. Es la derecha catalana chantajeando», reprochó Gabriel Rufián.

Fuente: El Economista