El Gobierno se repliega para recalcular su estrategia presupuestaria. El Consejo de Ministros ha aprobado este martes retirar la tramitación parlamentaria de los objetivos de estabilidad impulsados para acompañar al proyecto de Presupuestos Generales de Estado al constatar que se encaminaban a perder la votación del jueves en el Congreso de los Diputados por falta de apoyos.
Así lo confirman fuentes del Ministerio de Hacienda, que defiende que «el objetivo de esta decisión es dar más tiempo a la negociación ofreciendo una nueva oportunidad al diálogo», asegurando que prevén «agotar todas las posibilidades para alcanzar un pacto» que consideran que sería beneficioso para todas las comunidades autónomas y los ayuntamientos.
Hace apenas dos semanas, el Consejo de Ministros reimpulsó la misma senda de reducción del déficit público que ya aprobó en julio y que el Parlamento tumbó con los votos en contra de PP, Vox y Junts. Los objetivos pasaban por rebajar el agujero fiscal al 3% este año el 2,5% en 2025, el 2,1% en 2026 y 1,8% en 2027. En paralelo, el endeudamiento público se rebajaría al 103,6% el próximo año, al 101,7% el ejercicio siguiente y al 99,7% en 2027.
Ayer mismo, sin embargo, Junts anunció que votaría en contra de la senda fiscal del Gobierno salvo que este se abriera a modificarla, dando mayor margen de gasto a las comunidades autónomas, a las que de momento se les permite incurrir en dos décimas de déficit en 2025 y otras tantas en 2026.
Desde el Gobierno critican que el PP, que gobierna en una docena de comunidades autónomas, esté dispuesto a votar en contra de la nueva senda fiscal, argumentando que mantener la vigente -la contemplada en el programa de estabilidad remitido a Bruselas- recortaría en 12.000 millones el margen presupuestario de regiones y ayuntamientos.
En Hacienda subrayan que los objetivos de déficit fueron aprobados en el seno del Consejo de Política Fiscal y Financiera con la abstención de los territorios del PP, que luego se opuso como grupo en el Parlamento.
Aunque la vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, viene reivindicando que la nueva senda ofrece mayor margen de gasto a los territorios a costa de un mayor esfuerzo de la administración central, grupos como Junts le afean que el Ejecutivo se siga reservando el grueso de margen de déficit para sí mismo y reclaman más margen para los autonomías (o al menos para Cataluña).
Hacienda plantea la retirada de la tramitación como un «ejercicio de responsabilidad» del Gobierno para evitar incurrir en un recorte de la capacidad presupuestaria de comunidades autónomas y ayuntamientos, frente a quienes, sostienen, «se mueven por cálculos electoralistas y partidistas», en perjuicio de los servicios públicos y de los recursos disponibles para la sanidad, la educación o la dependencia.
Lo cierto es que sin los votos de Junts la senda fiscal, antesala de la tramitación presupuestaria, volvería a ser tumbada, dejando en vilo las posibilidades de éxito de las cuentas de 2025.
El Consejo de Ministros, sin embargo, tiene previsto revisar hoy al alza su cuadro de previsiones macroeconómicas, mejorando la proyección de crecimiento del PIB para 2024 al 2,7% y rebajando el peso relativo de déficit y deuda. Un punto de partida desde el que podría explorar flexibilizar la senda fiscal inicialmente planteada para sumar los apoyos que le faltan y evitar que su minoría parlamentaria le haga sumar ya cerca de cuarenta votaciones perdidas.
Fuente: Expansión