La Agencia Tributaria hace récord de recaudación en 15 años por los intereses generados por los depósitos bancarios. La Administración ingresó por retenciones en el IRPF sobre el capital mobiliario en los primeros cuatro meses de este año 1.903 millones de euros, un 36,6% más que en el mismo periodo del año anterior.
La última vez que Hacienda recaudó una cifra tan alta en los primeros cuatro meses del año fue en 2009, donde los ingresos por retenciones a los depósitos de los particulares ascendieron a los 2.261 millones de euros. A partir de esa fecha, la recaudación comenzó a caer en picado en paralelo a la rebaja de los tipos de interés tras la gran crisis económica.
Hacienda señala en su último informe de recaudación de abril de 2024 que la causa principal del incremento de las retenciones por IRPF del capital mobiliario «es la evolución de los intereses de cuentas los intereses de cuentas bancarias». En ese mismo informe, Hacienda señala que ya ha devuelto 124 millones de euros a los mutualistas, por sentencias anteriores y por el primer mes de la Campaña de la Renta de 2023. En esa cifra aún no entran las devoluciones masivas que hará por los últimos cuatro años no prescritos.
Asimismo, la Administración explica en el documento que las rentas del capital mobiliario aumentaron un 54,6%, gracias a la aportación de las rentas asociadas a los intereses de cuentas bancarias (que alcanzaron un nivel cuatro veces superior al del mismo periodo del año anterior), a la positiva evolución de los dividendos (que crecieron un 21,9% frente al 6,9% de 2023) y al buen comportamiento de las otras rentas como los seguros de vida e intereses de deuda privada.
Las retenciones en el IRPF por las ganancias en fondos de inversión crecieron hasta abril un 54% (Hacienda ingresó 314.000 euros, frente a los 203.000 euros del mismo periodo del año anterior), por la recuperación de los beneficios para los inversores después de la caída sufrida en 2022 y parte del 2023 por el alza de tipos de interés (nuevos productos más rentables hicieron menos atractivos los fondos de renta fija) y la inflación
Fuente: El Economista