La negativa del Ministerio de Hacienda a deflactar la tarifa del Impuesto sobre la Renta para compensar el alza de precios y salarios ha elevado a máximos históricos la recaudación obtenida por el Estado en concepto de declaraciones de IRPF con resultado a favor de la Agencia Tributaria. En paralelo, sin embargo, las distintas rebajas fiscales aprobadas por una decena de comunidades autónomas, encabezadas por las gestionadas por el PP, para tratar de paliar los efectos tributarios de la inflación han disparado a doble dígito el volumen de devoluciones practicadas en dichos territorios, propiciando a su vez un récord nacional de declaraciones y saldos favorables al contribuyente.
En concreto, la Campaña de la Renta correspondiente al ejercicio 2022, celebrada en la primavera de 2023, se saldó algo más de 23 millones de declaraciones de IRPF, una cota inédita tras aumentar un 3,9%. De ellas, 6,43 millones de liquidaciones se saldaron con resultado a pagar al Fisco, lo que supone un descenso del 3,9% pero arrojaron un saldo favorable a la Agencia Tributaria récord de 16.855 millones de euros (8,17% más). A su vez, las declaraciones con solicitud de devolución sumaron 15,7 millones (8,53% más) y su importe se elevó a 11.868 millones de euros. Un incremento del 16,52% respecto al ejercicio anterior, según los datos prácticamente definitivos de cierre de Campaña recopilados por Hacienda.
A partir de estas cifras generales, sin embargo, el volumen de devoluciones practicadas por la Administración Tributaria oscila con fuerza por territorios. Así, las devoluciones practicadas al contribuyente llegan a elevarse entre un 26% y un 46% en regiones que han optado por deflactar el impuesto, o aplicar decididas rebajas fiscales, mientras que apenas suben entre el 6% y el 8% en aquellas que han rechazado compensar a sus contribuyentes.
Conviene recordar que, tras encarar la escalada de precios más perpendicular de las últimas cuatro décadas, el Ministerio de Hacienda se negó a practicar la deflactación del IRPF, que supondría actualizar la tarifa del impuesto con el incremento de precios y salarios para evitar la llamada progresividad en frío, la subida fiscal encubierta que se produce cuando un asalariado pasa a tributar más pese a perder poder adquisitivo real.
El PP, que venía exigiendo la deflactación a escala estatal, impulsó entonces rebajas similares en las regiones que gestionaba, llegando a ser seguida por comunidades autónomas entonces en manos del PSOE, como fue el caso de la Comunidad Valenciana.
En respuesta, Hacienda trató de aplacar la rebelión tributaria entre los territorios socialistas anunciando una rebaja fiscal dirigida únicamente a rentas de hasta 21.000 euros, argumentando que la deflactación beneficia tanto a las rentas medias y bajas como a las altas, por lo que prefería un mecanismo dirigido a beneficiar únicamente a quienes más lo necesitan. La rebaja, en todo caso, no tuvo efecto hasta 2023 y, por tanto, sus consecuencias se harán visibles en la Campaña de Renta de este año.
Por el camino, según los datos recopilados por el Registro de Asesores Fiscales (REAF) del Consejo General de Economistas, una decena de regiones ha tomado medidas de alivio para sus contribuyentes.
Así, de una parte, la tradición de deflactar la tarifa que ya venían practicando los territorios forales ha propiciado incrementos de las devoluciones del 41,98% en Navarra y el 32,84% en País Vasco.
En Canarias, que deflactó entre el 3,5% y el 4,5% los cuatro primeros tramos de renta, se han devuelto 629,8 millones, un 41,6% más que un año antes. En Madrid, que ha encabezado la batalla fiscal de las comunidades del PP contra el Gobierno central, actualizando todos los tramos al 4,1% y elevando mínimos exentos, las devoluciones han crecido un 26,5%, hasta los 2.381 millones. En la Comunidad Valenciana, que redujo tramos, actualizó el tope exento y rebajó su tipo mínimo del 10% al 9%, los pagos a contribuyentes saltan un 18,6%, a 1.169 millones.
En Andalucía, que deflactó al 4,4% los tres primeros tramos y elevó mínimos, las devoluciones han crecido un 15%, a 1.946 millones, en línea con el alza experimentada en Galicia, a 643 millones, tras deflactar sus tres primeros tramos al 4,3% y actualizar sus mínimos exentos. En Murcia, que actualizó sus tres primeros tramos al 4,1%, las devoluciones suben un 12,4%, a 375 millones.
En Aragón, que redujo su tipo mínimo al 9,5% y elevó el máximo al 25,5%, las liquidaciones favorables al ciudadano se elevaron un 10,3%, a 314 millones.
Finalmente, los pagos a contribuyentes crecieron un 9%, a 623 millones, en Castilla y León, que se limitó a rebajar el tipo mínimo regional del 9,5% al 9%).
Las regiones renuentes
Del lado contrario del ranking se sitúan las regiones que han sido renuentes a aprobar medidas de alivio fiscal frente a la inflación para sus vecinos. Así, las devoluciones apenas experimentan incrementos del 6,15% en La Rioja; el 6,98% en Extremadura; el 7,96% en Cataluña o el 8,45% en Asturias. Pese a todo, el volumen de devoluciones abonadas a los contribuyentes como resultado de la liquidación del IRPF también llega a crecer a doble dígito, aunque más moderadamente, en Baleares, donde avanza un 11,4%, Cantabria, con un aumento del 12,4% y Castilla-La Mancha, con un alza del 13,44% que, sin embargo, llegan a triplicar las regiones que optaron por deflactar el impuesto.
Fuente: Expansión