Las comunidades autónomas cerrarán el ejercicio fiscal 2023 con un déficit equivalente al 0,8% del PIB frente a las previsiones del Gobierno en su Plan Presupuestario de 2024 y la autoridad fiscal AiRef, que lo situaron en el 0,6%. Así lo estima la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea), que alertó de que este empeoramiento pone en riesgo la senda de déficit anunciada por el Ejecutivo para este año.
En su último Observatorio Fiscal y Financiero de las comunidades autónomas, Fedea recalca que ante «el más que probable retorno de las reglas fiscales europeas para el año 2024 la consolidación fiscal del conjunto de las administraciones públicas en España no se puede demorar más y debería ser una de las principales tareas que debe afrontar el futuro Gobierno de España».
El Ejecutivo en funciones trasladó a Bruselas el pasado 15 de octubre en el Plan Presupuestario que reduciría el déficit en 2023 hasta el 3,9€ para después bajarlo en 2024 hasta el 3% que marcan las reglas fiscales. No obstante, Fedea recalca en su estudio que esa previsión, que descansaba en la reducción de déficit esperada por parte de las comunidades autónomas, está en riesgo por un empeoramiento fiscal de las regiones.
Fedea recuerda que hasta julio las comunidades presentaron un saldo negativo de 1.142 millones de euros, lo que equivale a un déficit del 0,1% del PIB. Esto supone una mejora con respecto al mismo periodo de 2022, cuando se situó en 4.857 millones de euros, el 0,4% PIB, gracias a un incremento de los recursos sujetos a entregas a cuenta y liquidación del Sistema de Financiación Autonómico (SFA), que se incrementaron en cerca de 20.000 millones de euros. Así, los ingresos no financieros aumentaron hasta julio en un 3,8% (4.889 millones de euros) respecto al año anterior.
Por parte de los gastos no financieros, las cifras de ejecución presupuestaria reflejaron un aumento del 0,9% hasta julio, es decir, 1.174 millones de euros. Sin embargo, este ligero aumento está contaminado por las menores liquidaciones negativas del SFA del año 2023 con respecto al año 2022, cuando fueron «extraordinariamente negativas», apunta el informe. De este modo, si se excluye este impacto del SFA en los gastos, el crecimiento sería del 7,3% sobre todo por el incremento de los gastos de personal, consumos intermedios y transferencias sociales en especie, además del pago en intereses.
En este contexto, Fedea prevé que las comunidades sitúen su saldo presupuestario en el 0,8% de déficit respecto al PIB. Esta previsión es ligeramente peor que la recientemente publicada por el Gobierno en el Plan Presupuestario 2024 y por la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef), ya que ambos hablan de un descenso del 0,6% del PIB. Esta desviación se explica en que Fedea cree que el gasto aumentará «en mayor medida que lo esperado por ambas instituciones».
Fedea recalca que «hay que recordar que ambos organismos acaban de revisar al alza sus previsiones en el mes de octubre. En concreto, el Gobierno había anunciado en su Plan de Estabilidad 2023-2026 un saldo negativo 0,3% del PIB. Como se explica en el Plan Presupuestario 2024 y nosotros hemos corroborado con los datos hasta julio, estas revisiones responden a un aumento de los gastos mayor del previsto inicialmente, sobre todo del gasto en intereses y de los consumos intermedios y a una recaudación menor de la prevista a través del Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales (ITP) y el Impuesto de Actos Jurídicos Documentados (AJD) por la ralentización del mercado inmobiliario».
Así, a pesar de que Gobierno y Airef redujeran el ajuste fiscal de las comunidades autónomas augurado para 2023 desde los 0,8 puntos del PIB previstos en marzo, hasta los 0,5 puntos estimados ahora, Fedea considera que el esfuerzo fiscal será menor y se quedará en tan solo en los 0,3 puntos. Todo ello, con «una elevada heterogeneidad» entre las comunidades. Según las previsiones de la institución, siete comunidades cerrarían 2023 con un déficit por encima del 0,6% PIB, aunque ninguna alcanzaría los niveles de las Comunidad Valenciana (2,3%) y la Región de Murcia (2,2%), que cerrarían el año con un déficit importante.
También es destacable el saldo negativo previsto para Castilla-La Mancha (1,2%), Cataluña (1,2%), Aragón (0,9%), Extremadura (0,9%), La Rioja (0,8%). Sin embargo, con déficit por debajo o igual que el 0,6% están Madrid, Castilla y León y Andalucía (0,6% las tres); País Vasco y Galicia (0,3% ambas); y Cantabria y Canarias (0,2% las dos). En cambio, cerrarán 2023 con un saldo positivo Navarra (1,2%), Asturias (0,2%) y Baleares (0,2%).
Fuente: El Economista