Las empresas de reducida dimensión pueden obtener incentivos en el Impuesto de Sociedades. Esto significa que aquellas compañías que tengan una cifra de negocios en el ejercicio anterior inferior a los 10 millones de euros pueden disfrutar de dichos incentivos.
Entre los beneficios a los que pueden acceder las empresas se encuentra la libertad de amortización para inversiones en inmovilizado, material e inversiones inmobiliarias generadoras de empleo. Para beneficiarse de este régimen de amortización libre, los nuevos elementos de activo fijo tangible y las inversiones inmobiliarias deben estar destinados a actividades económicas, según indican desde Laver Consultores. Estos pueden ser amortizados libremente durante los primeros 24 meses a partir de su fecha de puesta en funcionamiento. Para acceder a este beneficio, se exige que durante esos 24 meses, la plantilla media total de la empresa aumente en comparación con la media de los 12 meses anteriores, y que este incremento se mantenga durante otros 24 meses adicionales.
Estas empresas también tienen la posibilidad de aprovechar la amortización acelerada para los nuevos activos fijos tangibles, inversiones inmobiliarias e intangibles destinados a actividades económicas, siempre y cuando estén disponibles durante el período fiscal en que la empresa sea considerada de reducida dimensión.
Deducción de pérdidas
En situaciones donde se trate de activos intangibles considerados como de vida útil indefinida, así como en el caso del fondo de comercio, es permitido deducir el 150% del monto resultante de aplicar la máxima amortización fiscal del 5%, de acuerdo con la interpretación de la Dirección General de Tributos.
Por otro lado, las empresas también pueden deducirse las pérdidas por deterioro de los créditos por posibles insolvencias de los deudores. Para que esto sea deducible, la entidad debe estar clasificada como de reducida dimensión durante el período impositivo en el cual se busca aplicar la deducción de pérdidas. Es importante tener en cuenta que las nuevas pérdidas no serán deducibles a nivel fiscal hasta que se agote el saldo acumulado de pérdida por deterioro global registrado en ejercicios previos. El incentivo consiste en reducir la base imponible del ejercicio en un máximo del 10% de su importe, con un límite cuantitativo de hasta 1.000.000 euros.
Fuente: Cinco Días