Los economistas y asesores fiscales aseguran que el cambio de residencia fiscal hacia otros países se ha incrementado y el Impuesto Temporal de Solidaridad a las Grandes Fortunas es un incentivo para que se dé esta fuga. Así lo determinan los asesores fiscales a través de la encuesta publicada este jueves por el Registro de Economistas Asesores Fiscales (REAF) sobre la ‘Opinión de los economistas asesores fiscales sobre nuestro sistema tributario’.
Hasta el 74% de los asesores fiscales señalan que el impuesto a las grandes fortunas genera un mayor «incentivo» para que se dé un cambio de residencia fiscal por parte de los contribuyentes afectados (hablan solo de personas físicas, no empresas) y de hecho, el 66% asegura que esta fuga de patrimonios hacia el extranjero «va en aumento».
No obstante, aunque estos expertos también señalan que se han incrementado las consultas para cambiar la residencia fiscal de CCAA, en estos casos no es por la tasa a los ricos, ya que el 60% considera que, todo lo contrario, este nuevo gravamen es un «desincentivo» para la movilidad entre CCAA.
El presidente del REAF, Agustín Fernández, explica que este mayor interés de movimiento entre regiones viene dado por otros impuestos. «Está Sucesiones o Renta, donde hay diferencias sustanciales entre CCAA y los asesores fiscales constatan que el número de consultas para posibles cambios va en aumento. Que sean reales o no es otra cuestión, hay un riesgo a una competencia fiscal y a una movilidad de los contribuyentes», aclara Fernández.
La apreciación hecha por el presidente del REAF acerca de la realidad de los cambios de residencia se explica por la propia encuesta presentada. Mientras el 43% de los asesores señala que los cambios fiscales al extranjero son mayoritariamente ficticios, más de la mitad (el 51,3%) así lo considera en los cambios entre CCAA.
Impuesto de Sociedades
Por otro lado, los economistas también han presentado la recaudación del Impuesto de Sociedades de 2022. La Agencia Tributaria recaudó en ese ejercicio 32.176 millones de euros por dicho impuesto, lo que supone un 21% más que en 2021 y el doble que en 2019, dos años en que se estancaron por los efectos de la pandemia. El incremento de 2022 viene dado por los mayores beneficios empresariales, no obstante este volumen solo ha sido superado en los ejercicios 2005, 2006 y 2007, años del boom inmobiliario. Como ejemplo, en 2017, Hacienda recaudó 44.823 millones de euros por el Impuesto de Sociedades.
Madrid y Cataluña fueran las regiones que más aportaron a través de este gravamen con casi el 54% de forma conjunta. La novedad legislativa más destacada en la campaña de este año es la aplicación del tipo mínimo del 15% sobre la base imponible para los grupos consolidados y para las entidades que tengan una cifra de negocios de 20 millones de euros o más.
En 2023, las principales novedades normativas son la nueva limitación a la compensación de bases imponibles negativas de las individuales (un 50%) a la hora de conformar la base imponible del grupo -lo cual ha supuesto en el primer pago fraccionado de 2023 un ingreso añadido de 232 millones de euros-, la rebaja en los tipos de micropymes que pasa del 25% al 23% y de las empresas emergentes (por la ley de startups) que pagarán el 15% el primer año de base positiva y los tres siguientes.
Fuente: El Economista