La ley de startups provee de una serie de beneficios fiscales para las empresas. Entre ellas destacan los beneficios fiscales o el aplazamiento del pago de las deudas tributarias, según destaca la Guía Rápida Aspectos clave de la nueva regulación de las startups o empresas emergentes de Lefebvre.
La ley incrementa de 60.000 a 100.000 euros la cantidad máxima de deducción anual que podrán llevar a cabo las empresas. Así, el porcentaje de deducción se eleva del 30% al 50%, lo que supone un beneficio tanto para los socios fundadores de las startups, como a los inversores privados. Para beneficiarse de esta deducción, sin embargo, es un requisito indispensable que los fondos de la empresa no superen los 400.000 euros en el inicio del periodo impositivo en el que el contribuyente adquiere las acciones o participaciones.
Por otro lado, las empresas también pueden beneficiarse de una reducción del 15% del tipo impositivo en el Impuesto de Sociedades y en el Impuesto sobre la Renta de No Residentes. El beneficio se amplía a un máximo de cuatro años desde el primer período en el que la base imponible resulte positiva hasta los tres siguientes. Antes de la entrada en vigor de la ley el tipo era del 25%.
Reducción de burocracia
Asimismo, las empresas podrán aplazar el pago de las deudas tributarias. Las startups pueden en su fase inicial aplazar el pago de la deuda tributaria correspondiente a los dos primeros periodos impositivos en los que la base imponible del impuesto sea positiva.
La ley también incluye que las startups estén acreditadas por ENISA. Según explica Jaime Aneiros, uno de los autores de la guía, “las startups no son solo entidades de nueva creación, sino un novedoso concepto de empresa innovadora que desarrolla nuevos productos o modelos de negocio en el mercado”.
Cabe recordar que con esta normativa también se acelera el proceso burocrático para crear startups. Según Aneiros, “una de las principales críticas al ecosistema español es que es lento. La ley trata de luchar contra ello y otorga facilidades como la solicitud de licencias temporales en caso de que se opere en sectores regulares, sin necesidad de esperar todo el proceso administrativo”.
Fuente: Cinco Días