La guerra fiscal que enfrenta al Gobierno central y las Comunidades Autónomas ha estado presente en la celebración del 9 d’Octubre, el Día de la Comunidad Valenciana que conmemora la conquista de Valencia por el rey Jaime I.
El presidente valenciano, el socialista Ximo Puig, aprovechó su discurso para hacer una encendida defensa del autogobierno valenciano y, de paso, defender sus competencias para aplicar medidas como la bajada del impuesto de la Renta para combatir la inflación.
Puig subrayó «las graves dificultades que la inflación está provocando en las familias valencianas y en las empresas», ante las que su Gobierno no puede quedarse indiferente. «Y, por eso, ejercemos con responsabilidad plena las competencias autonómicas», aseveró el presidente valenciano en un claro mensaje ante el malestar mostrado por las propias filas socialistas del Ejecutivo de Pedro Sánchez tras su anuncio en plena batalla fiscal con las CCAA en manos del PP.
Uno de los motivos por los que el líder socialista valenciano se ha convertido en protagonista de esta polémica se debe a que ha sido uno de los grandes detractores de los recortes fiscales de la Comunidad de Madrid. El socialista no ha dudado en atacar a Ayuso por lo que considera «competencia desleal» en tributos como Patrimonio.
Sin embargo, su reivindicación de las competencias fiscales autonómicas no fue óbice para que en el mismo discurso volviese a insistir en una armonización fiscal. «¿Es razonable que no se pacte una fiscalidad que evite el ‘dumping’?», lanzó al aire el socialista en su discurso institucional en el Palau de la Generalitat.
De hecho, Puig volvió a situar esa medida a la altura de las otras dos grandes reivindicaciones políticas valencianas de la última década. Por un lado, la reforma de la financiación autonómica para poner fin a la infrafinanciación valenciana. Por otro, que el Estado asuma la deuda generada por la falta de fondos durante estos años. «Por una España justa y polifónica que no ahogue el potencial valenciano: con financiación justa, condonando la deuda ligada a la infrafinanciación y con cogobernanza eficiente», señaló.
Después de la defensa de los logros de los 40 años de Estatuto valenciano, insistió en la necesidad de un «reset territorial» para avanzar en el modelo autonómico. «Son imprescindibles unos Pactos Autonómicos de segunda generación que actualicen el Estado Autonómico», aseveró.
Prioridades
En cuanto a las políticas concretas para una legislatura que se agota en ocho meses, el socialista se centró en la lucha contra la inflación, para lo que anunció su intención de alcanzar una «alianza» con los ayuntamientos y Diputaciones -que incluye la de Alicante, encabezada por el candidato popular a las próximas elecciones, Carlos Mazón-. En esa línea, también urgió un pacto de rentas entre patronal y sindicatos.
El presidente socialista no entró en detalles sobre los cambios fiscales anunciados que ahora est´´a negociando con sus socios de Compromís y Unidas Podemos, junto con los presupuestos del próximo año. Eso sí, apostó por «el pleno empleo» como la mejor medida para combatir la exclusión social y «un esfuerzo compartido» con «justicia fiscal y justicia social».
Puig tampoco dejó pasar la oportunidad de apuntarse dos de los dos grandes éxitos del año en el apartado económico de cara a las próximas elecciones: la llegada de la gigafactoría de Volkswagen a Sagunto y la decisión de Ford de asignar modelos eléctricos a Almussafes.
Cita electoral reñida
La festividad del 9 d’ Octubre de este año viene marcada por el inicio de la carrera para las próximas elecciones autonómicas, previstas en mayo. Una cita que llega con el ascenso del Partido Popular en todas las encuestas realizadas hasta ahora y que pone en peligro la posibilidad de reeditar un Gobierno de coalición de izquierdas, como el que ha mantenido durante las últimas dos legislaturas Ximo Puig.
Ayer mismo el último sondeo publicado volvía a revelar el alza del PP, que se convertiría en la fuerza más votada, con el 30,2%, casi dos puntos por encima del PSPV, la federación socialista valenciana. Pese al fuerte crecimiento de los populares, a costa de Ciudadanos que de la tercera fuerza en las anteriores comicios con 18 escaños pasaría a quedar fuera, la actual coalición de izquierdas, con Compromís y Unidas Podemos, seguiría sumando los 50 escaños que dan la mayoría absoluta según la encuesta elaborada por Gesop para Levante. La encuesta coincide con las publicadas hasta ahora en el exiguo margen que separa a los dos bloques de izquierdas y de derechas que podrían formarse para gobernar.
Acuerdo en Ford como ejemplo
Uno de los reconocimientos que la Generalitat concede con motivo del día de la Comunidad Valenciana ha querido reconocer a la dirección de la planta de Ford en Valencia y el sindicato mayoritario, UGT, por el acuerdo alcanzado para garantizar la continuidad de la factoría con el coche eléctrico. Un pacto que supone contener los salarios y desligarlos del IPC hasta 2026. Una postura que contrasta con los planteamientos generales de los propios sindicatos y Gobierno.
Fuente: El Economista