El contexto de alta inflación generado por la guerra de Ucrania ha dado al traste con algunos de los planes para esta legislatura del departamento dirigido por María Jesús Montero, como son la reforma fiscal, la revisión del sistema de financiación autonómica y la armonización de impuestos, todas íntimamente ligadas entre sí.
La armonización de impuestos como el de Patrimonio o el de Sucesiones y Donaciones se encuentra entre las propuestas incluidas en el Libro Blanco para la reforma fiscal que el grupo de expertos entregó a principios de marzo a Hacienda.
La idea del Ejecutivo era empezar a implantar algunas de sus recomendaciones en 2023, pero la invasión rusa de Ucrania y sus efectos en la econonomía provocaron que finalmente se haya optado por aplazar las reformas a un contexto económico más adecuado en el que estos cambios no añadan incertidumbre o frenen el crecimiento.
Es por ello que, Hacienda no hace ninguna referencia a estos puntos en el informe Cumpliendo, en el que hace balance de las medidas aprobadas en lo que va de curso político y apunta las que están por venir.
En su repaso del primer semestre, Hacienda resalta las medidas aprobadas por el Gobierno para aliviar el impacto de la inflación y también menciona la elaboración y entrega del Libro Blanco para la reforma fiscal, sobre el que asegura que «está siendo analizado» teniendo en cuenta «el contexto económico actual y la necesidad de seguir impulsando el crecimiento y la creación de empleo de calidad». Sin embargo, de cara al segundo semestre, Hacienda se marca como prioridades únicamente la aprobación de los Presupuestos y la tramitación parlamentaria de los nuevos gravámenes temporales a las entidades financieras y las empresas energéticas. De esta forma, con las dificultades políticas para reformar el sistema de financiación, unido al complicado contexto económico y a un 2023 de citas electorales, estas reformas quedarán sin resolver hasta la siguiente legislatura. Tal y como destacó EXPANSIÓN el pasado 4 de julio, el bloqueo en la reforma de la financiación paraliza las medidas de armonización.