El Libro Blanco propone alzas en IRPF e IVA, y más impuestos ‘verdes’. Espera recaudar 8.504 millones extra al equiparar el diésel a la gasolina.
El Libro Blanco que recoge las sugerencias del comité de expertos en materia fiscal del Ministerio de Hacienda propone una subida fiscal a las clases medias de alrededor de 50.000 millones de euros. A parte de la armonización patrimonial y los incrementos que propone el documento en el Impuesto sobre Sociedades (IS), el mayor impacto recaudatorio de las recomendaciones en el medio plazo se extraería del grueso de los contribuyentes.
El documento está lejos de suponer una amenaza inminente para los ciudadanos, como dejó claro la propia ministra María Jesús Montero, en la misma presentación del escrito, cuando dejó claro que «no es el momento de llevarlo a la práctica».
Su posible aplicación aún se aleja más trascurrida la conferencia de presidentes autonómicos del pasado fin de semana en La Palma. Antes de celebrarse el foro, los barones ya consensuaron una posición en favor de rebajar el IVA de la luz y del gas. Más lejos todavía llegó el presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, al abogar por una reducción tributaria generalizada.
El informe de los expertos de Hacienda, no obstante, es objeto de estudio y de polémica, debido a que tiene visos de que constituirá la hoja de ruta de la política fiscal del Gobierno en el medio-largo plazo.
El panorama que bosquejan los expertos de Hacienda dista mucho de ser halagüeño para los contribuyentes, dado que los sabios de la ministra Montero proponen subidas en el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) -vía eliminación de sus beneficios fiscales-, el Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA) -vía supresión de los tipos reducidos- y a través de la creación de nuevos impuestos medioambientales. En función de cómo Hacienda aplique estas recomendaciones, la reforma de estos tres bloques podría extraer hasta 50.000 millones del conjunto de los contribuyentes.
En materia de IRPF, el Libro Blanco se decanta por la eliminación progresiva de los beneficios fiscales del impuesto. Según los últimos datos del Ministerio de Hacienda, las exenciones y reducciones del IRPF suponen 11.178 millones de euros al año. «El actual es un buen momento para plantear una revisión del IRPF, que permita incrementar el potencial de sus dos funciones básicas, recaudatoria y redistributiva, y la vez reducir los costes de eficiencia asociados al impuesto», apunta el informe. «Para ello, el primer objetivo debería ser el ensanchamiento de la base imponible del IRPF, suprimiendo aquellas exenciones, reducciones, deducciones o regímenes especiales cuyo mantenimiento no esté justificado», añade.
Los expertos de Hacienda recomiendan ya de frenar las reducciones por obtención de rendimientos del trabajo. El Comité plantea «la conveniencia de reconsiderar el diseño actual» de las reducciones relacionadas con los gastos que, en su origen, se denominaban «de difícil justificación». Con estos cambios, espera obtener 1.933 millones de euros extra de recaudación.
Además, pide endurecer la reducción del rendimiento neto del capital inmobiliario por arrendamiento de viviendas. «En el momento presente, no parecen existir razones sólidas para el mantenimiento de la reducción estatal por arrendamiento de vivienda», destaca el informe.
Los especialistas sostienen que esta medida generará 1.478 millones de euros de recaudación. Además, el Libro Blanco recupera la eliminación de la reducción por tributación conjunta. «Estas finalidades de la reducción son extrañas a un impuesto individual, como pretende serlo el IRPF», dice el informe, que estima que la eliminación de esta reducción supone un aumento en la recaudación de 1.070 millones de euros.
Contra el IVA reducido
En materia del Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA), los expertos de Hacienda recomiendan eliminar paulatinamente el peso de los tipos reducidos y superreducidos del IVA. España tiene el IVA más ineficiente del entorno, con la segunda mayor brecha de tipos -solo superada por Chipre- en toda Europa. La configuración actual, con muchas exenciones y tipos reducidos, tumba los ingresos a tal nivel que permitiría alcanzar los mismos con un flat tax (tipo único) de menos de la mitad. España es el país de la UE en el que una mayor parte de la base imponible del IVA tributa a algún tipo reducido.
Los tipos reducidos suponen una merma en la recaudación de alrededor de los 27.000 millones de euros. «El Comité recomienda la supresión gradual de los tipos impositivos reducido y superreducido en el IVA», concluye el informe. Sin embargo, los expertos reconocen la dificultad para eliminarlos de golpe. En este sentido, apuestan por eliminar ya algunos de ellos. Como los tipos reducidos para las bebidas en el sector de la restauración. A su juicio, eliminar este beneficio aumentará la recaudación en 1.360 millones de euros anuales.. Además, piden eliminar ya los tipos reducidos para sanidad y educación -que ingresarán 1.600 millones más y para los servicios financieros, cuya eliminación supondría una recaudación de 2.800 millones de euros.
La fiscalidad ‘verde’
Por otra parte, los especialistas recomiendan una reforma de la fiscalidad energética que baje impuestos a la electricidad y los suba a los carburantes y el gas. Con estas medidas, los expertos asegura que la recaudación aumentará en 8.925 millones de euros, una vez detraídas las bajadas en la tributación eléctrica.
·La fuerte intensificación de la tributación medioambiental asociada a la subida de los impuestos a los hidrocarburos tiene el efecto de generar reducciones significativas de emisiones contaminantes y de un importante aumento de la recaudación», apunta el informe. «Sin embargo, sus impactos distributivos y sobre la competitividad son también más elevados que en las propuestas anteriores, lo que recomienda una estrategia de implantación gradual y la introducción de compensaciones distributivas y sectoriales para mitigar sus efectos negativos», reconoce.
Entre las medidas, recoge aumentos en el impuesto de matriculación, el impuesto de vehículos de tracción mecánica además de crear un impuesto para la compra de billetes de avión y otro para la utilización de determinadas infraestructuras para los vehículos.
Fuente: ElEconomista.es