La crisis con el Estado miembro amenaza con ‘embarrar’ el Consejo Europeo. Luxemburgo, Bélgica y Países Bajos piden discutir hoy el asunto y tomar decisiones concretas.
Los líderes de la Unión Europea abordarán hoy, aunque previsiblemente pasando de puntillas, la crisis desatada por Polonia, tras una decisión del Tribunal Constitucional polaco que cuestiona la primacía del derecho europeo y pone en jaque todo el sistema legal de la Unión. El pasado lunes, el primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki, envió una carta a sus colegas para tratar de marcar el tono. En la misiva, el mandatario respaldaba la decisión del tribunal y convertía la cuestión en un asunto de soberanía, una cuestión sensible en otros gobiernos.
«Si se puede obligar a cualquier Estado a actuar en violación de su soberanía hoy, se sentaría un precedente. Los efectos se dejarán sentir inevitablemente en otros países en el futuro,» aseguró Morawiecki. El problema es que la sentencia la emitió un tribunal ilegal en base a los estándares que marca la UE, algo que el Gobierno polaco rechaza.
Según fuentes europeas, Morawiecki hará una primera intervención, seguida de la reacción de la presidenta de la Comisión, Ursula Von der Leyen, con quien el polaco se vio las caras en Estrasburgo el pasado martes. «Dónde vaya la discusión dependerá del ambiente en la habitación,» aseguró la misma fuente, insistiendo en que el objetivo es buscar una solución al problema. Von der Leyen ya advirtió de que la Comisión estaba estudiando una respuesta a la altura de la amenaza a la seguridad jurídica de la UE que supone la decisión del tribunal. La presidenta explicó que sobre la mesa están iniciar acciones legales contra Polonia ante un tribunal, el de Justicia de la UE, que no reconoce; congelar los fondos europeos poniendo en marcha el mecanismo que vincula los pagos al respeto al Estado de derecho; o el uso del famoso artículo 7, que podría acabar con el país privado de voto, pero cuyo procedimiento ya fue activado y lleva años frenado precisamente por el Consejo.
La todavía canciller alemana, Angela Merkel, defendió que debe optarse por el diálogo frente al castigo para tratar de calmar los ánimos con Polonia. Francia, con las elecciones a la vuelta de la esquina y el debate enraizado de la extrema derecha sobre la soberanía, se pone también de perfil. Incluso España muestra sus reticencias a discutir la cuestión durante una cumbre con una agenda de por sí cargada, aunque fuentes de Moncloa aseguran que están del lado de la Comisión Europea en esto.
Sin embargo, Bélgica, Luxemburgo y Países Bajos piden una discusión en profundidad y acciones concretas.
Demanda contra la Comisión
El Parlamento Europeo decidió por mayoría el pasado miércoles iniciar acciones legales contra la Comisión por no poner en marcha el mecanismo que vincula el pago de fondos europeos al respeto del Estado de derecho, en plena crisis con Polonia.
El Consejo Europeo llegó a un acuerdo en el mes de diciembre del año pasado para poner en pausa la utilización de dicho mecanismo, a la espera de la sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) que estudiaba su legalidad, precisamente a petición de los gobiernos de Hungría y Polonia. El tribunal deberá emitir su opinión en las próximas semanas.
Sin embargo, la Eurocámara alega que la legislación entró en vigor en enero y que por lo tanto, como guardiana de los tratados, la Comisión está obligada a aplicarla. Lo cierto es que tanto el plan de recuperación polaco como el húngaro no han sido aprobados aún por el Ejecutivo, precisamente en vista de sus dudas sobre la gestión de los fondos.
El Parlamento Europeo asegura que frenará el procedimiento judicial si la Comisión toma medidas, algo que podría acelerarse en vista de la situación en Polonia.
Fuente: ElEconomista.es