En un informe presentado ante Hacienda esgrimen que casi el 70% de los fondos de solidaridad proceden de Madrid y que han logrado aumentar la recaudación con sus medidas.

Madrid saca la artillería pesada contra las acusaciones de dumping fiscal por parte de otras regiones y de Moncloa y lo hace con un informe (Bajar impuestos para crecer más, presentado la semana pasada) en el que defiende que, incluso con los impuestos más bajos, es la que más aporta al fondo común de las comunidades autónomas (el 67,9% del total) y la que más aporta al crecimiento económico nacional. Además, esgrime que la rebaja de los tipos marginales y la bonificación de impuestos permite reducir el fraude fiscal y estimular la inversión, lo que redunda en un mayor crecimiento más adelante y, por ende, en una mayor recaudación. De hecho, el texto subraya que, en lugar de atraer «ricos» de otras comunidades, lo que hace una política fiscal más laxa es permitir que los contribuyentes de la propia Comunidad de Madrid aumenten su patrimonio. Este informe, de 237 páginas, se ha presentado al Comité de Expertos de Hacienda para la reforma tributaria, dado que el ministerio de María Jesús Montero prevé una armonización fiscal que, según Madrid, sería perniciosa para toda España. Entre sus 16 autores se encuentran economistas como Francisco Cabrillo, Juan José Rubio Guerrero, Daniel Lacalle o José Félix Sanz.

1. Madrid, contribuyente neta. Madrid se presenta ante María Jesús Montero y otras regiones, como Cataluña o Comunidad Valenciana, que quieren forzarle a subir los impuestos, blandiendo un informe en el que defiende que, a pesar de tener los tipos más reducidos que el resto de las regiones, también es la que más aporta a la solidaridad interterritorial. En concreto, en 2019 «aportó 4.039 millones al Fondo de Garantía de los Servicios Públicos Fundamentales». Esto es, «el 67,9% del total de las aportaciones de las CCAA, frente al 25,5% de Cataluña y el 6,6% de Baleares, las otras dos contribuyentes netas. Desde 2013, esta aportación de Madrid al Fondo de Garantía se ha incrementado un 52%». Además, «Madrid recaudó por grandes impuestos (IRPF, IVA, e IIEE) 84.431 millones de euros en 2018», pero «sólo recibió 19.110 millones». Esto es, el 22,6% de lo recaudado. A esto hay que sumar que lo que se aporta al resto de regiones se ve incrementado por el hecho de que el Estado hace los cálculos de estas transferencias «en base a la capacidad normativa [lo que teóricamente le correspondería recaudar con los tipos de referencia en España]». Por todo ello, «cada madrileño paga una media de 3.482 en impuestos cedidos, la mayor cifra de las CCAA de régimen común y casi un 40% superior a la media nacional. A cambio, tras aplicar los mecanismos de solidaridad del actual Sistema de Financiación Autonómica, recibe una media de 2.631 para financiar sus servicios públicos, un 3% por debajo de la media nacional».
2. Bajar los tipos permite recaudar más de las rentas altas. Una de las críticas que más se ha hecho a la comunidad presidida por Isabel Díaz Ayuso es que se ha centrado en rebajar los tipos marginales a las rentas más altas, con lo son las rentas más bajas las que acaban sufragando las bajadas de impuestos de los «ricos». Esto no es así por tres motivos. El primero es que las rebajas se han producido en todos los tramos impositivos del IRPF, aunque es el más alto donde más se nota la diferencia por contraste con otras CCAA, que lo han subido. El segundo, que cada euro de rebaja fiscal en el impuesto de la renta es 1,15 euros que entran en la economía privada, debido a su efecto multiplicador. Además, de acuerdo con el Estudio sobre los efectos en el crecimiento de las tasas de impuestos corporativos y personales en la OCDE, referenciado en el informe, una rebaja de 10 puntos en el tipo marginal «incrementaría la tasa de crecimiento del PIB en 0,6 puntos anualmente», debido a las menores distorsiones sobre la inversión. Este crecimiento, junto con el afloramiento de la actividad económica sumergida, lleva a que los ricos acaben pagando más. «Cuando en 2015 se bajaron los tipos marginales, el 10% más rico pasó de pagar el 25% de la recaudación del IRPF a contribuir en un 34%», defiende el texto.
3. Muchos impuestos son contraproducentes. Madrid ha sido el gran bastión frente al Impuesto de Patrimonio frente a PSOE y Podemos, que señalaban que esta figura podría recaudar cerca del 1% del PIB. Sin embargo, sus efectos negativos son muy superiores a estos ingresos. «En Francia, se estimó que la pérdida global neta sobre el conjunto de la recaudación podría ser del doble de los ingresos obtenidos por el impuesto, como consecuencia de la contracción de actividad generada», señala el texto. En concreto, el informe recuerda que, según la Tax Foundation, introducir un impuesto sobre el patrimonio llevará a una fuerte rebaja de la inversión, el empleo y los salarios, lo que a su vez causará un frenazo del crecimiento del PIB.
4. Madrid no hace ‘dumping’ fiscal ni vacía de contribuyentes a otras regiones. Madrid también rechaza las acusaciones de dumping fiscal, argumentando que, en lugar de atraer contribuyentes de otras comunidades, lo que se consigue con las rebajas de impuestos es aumentar la riqueza y, por lo tanto, la contribución de los ya establecidos. El informe señala que, de los 2.064 nuevos declarantes del Impuesto de Patrimonio en la Comunidad de Madrid a partir de 2012 con una riqueza superior a los 6 millones de euros, solo el 11,5% venían de otras regiones, mientras que el 88,5% restantes o bien estaban ya establecidos en Madrid y eran declarantes del impuesto por una cantidad inferior o bien no habían presentado declaración hasta la fecha. «A quienes acusan a Madrid de dumping les diría que, si yo viviera en Barcelona, querría que Madrid bajara los impuestos porque es la única garantía de que a mí no me los subirán; la rebaja de impuestos en Madrid ha sido un limite para otras regiones», explica Francisco Cabrillo, profesor de la Universidad Complutense y uno de los autores del informe. Además, señala que las reglas del juego son igual para todas las comunidades, ya que nada impediría bajar los impuestos a todas las comunidades, especialmente a las de rentas más bajas. «En EEUU, los estados que bajan los impuestos no son Nueva York o California, sino Tennessee, Alabama, Carolina del Sur… que son como Extremadura para España. Los bajan para competir en captar actividad económica e inversiones», señala.
5. El escaso ‘efecto capitalidad’. Otra de las críticas que hacen habitualmente a Madrid las regiones que compiten con ella y que quedan en evidencia por sus impuestos altos es que la región puede permitirse bajar los impuestos porque el «efecto capitalidad» (que implica más funcionarios viviendo y consumiendo en la región) le granjea una mayor recaudación. Sin embargo, este efecto es muy escaso, como prueba que el empleo público (el 16,6% del total) está por debajo de la media nacional (17,7%) y que muchas zonas de Estados Unidos y de Alemania tengan rentas más elevadas que sus respectivas capitales. Además, el informe destaca que Madrid lleva más de cuatro siglos de capitalidad, pero no ha sido hasta los últimos 20 años cuando su economía ha despuntado, y eso se ha debido más al giro político de la comunidad que al efecto capitalidad, existente anteriormente. «Durante los primeros doce años de existencia de Madrid como Comunidad Autónoma, en los que estuvo gobernada por el PSOE, en la mitad de ellos se creció por debajo de la media nacional; y, en todos ellos, siempre por debajo de Cataluña, que era la primera economía del país», subraya el texto.

Fuente: Expansión.com