El organismo alaba la valía de los aspectos de la reforma laboral del año 2012 que pretende derogar Yolanda Díaz.
El organismo que supervisa y coordina las políticas económicas de las economías industrializadas, la OCDE, se sumó ayer a las voces que reclaman al Gobierno de PSOE y Podemos que frene la contrarreforma laboral propuesta por la vicepresidenta tercera y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz. En su informe anual sobre España, el último bajo la dirección de Ángel Gurría, cuyo mandato expira el próximo lunes, la institución pide mantener intacta la regulación laboral vigente porque la flexibilidad que incluye permitirá a las empresas adaptarse de una forma más fácil a las distintas fases de la recuperación posterior a la crisis del Covid.
Esos mecanismos de flexibilidad en las relaciones laborales que alaba la OCDE son, precisamente, los que aspira a derogar la líder de Podemos en el Ejecutivo antes de final de año, como reiteró en su intervención en el Congreso de UGT en Valencia. Entre ellos, la primacía del convenio de la empresa respecto al sectorial, que permite a las compañías amoldar sus plantillas y condiciones laborales a su propia coyuntura, sin tener que atenerse obligatoriamente a lo pactado por la patronal y los sindicatos en la mesa de negociación colectiva. Una posibilidad que, a diferencia de lo que denuncian las centrales sindicales y la izquierda radical, facilitó la rápida recuperación del empleo tras la última crisis, motivo por el que ha sido avalada por la mayoría de los organismos económicos internacionales.
Por contra, el régimen al que quiere volver Díaz, vigente hasta el año 2012, provocó una fuerte destrucción de empleo durante la crisis financiera iniciada en 2008, ya que muchas empresas no fueron capaces de soportar al tiempo los fuertes aumentos salarios fijados en los convenios sectoriales y el abrupto desplome de sus ventas. Después del severo golpe que ha provocado la pandemia en los balances de la mayoría de las empresas españolas, imponerles una normativa laboral más rígida tendría implicaciones negativas en el empleo.
El tirón de orejas al Gobierno de PSOE y Podemos en materia laboral que supone el informe de la OCDE, presentado ayer en Madrid por Gurría en presencia de Nadia Calviño, que no comparte los ánimos derogatorios respecto a la reforma laboral de la vicepresidenta tercera, se amplía además a las populistas subidas del salario mínimo durante los últimos ejercicio por el efecto perjudicial que han tenido para los colectivos vulnerables a los que se pretendía beneficiar. Moncloa debe tomar nota.
Fuente: Expansión.com