La Comunidad de Madrid tiene los impuestos más bajos de España tanto para rentas altas como para medias y bajas.
El sistema madrileño se desarrolló sobre todo a partir de 2003 con la llegada de Esperanza Aguirre a la presidencia de la Comunidad, que le ha llevado a desbancar a Cataluña como locomotora económica de España. Las cifras hablan por sí solas de un sistema en el que, como ha señalado Isabel Díaz Ayuso, los madrileños pagan muchos impuestos, pero muchos menos que en otras tantas comunidades.
En el caso del IRPF de las rentas más altas, Madrid es la comunidad que menos les grava. Quienes ingresan más de 300.000 euros, pagarían 118.885 euros de IRPF, mientras que en la Comunidad Valenciana tienen que abonar 135.168 euros, y en Cataluña, 127.617 euros, según los cálculos del Consejo General de Economistas Asesores Fiscales (Reaf).
Ante el argumento de quienes atacan el sistema fiscal de Madrid por considerarlo «un paraíso para millonarios», la realidad es que se trata también de la región que menos grava a las rentas más bajas, en tanto que Cataluña es la que grava en mayor medida a las rentas medias. En Madrid es donde menos IRPF pagan quienes ingresan 16.000 euros, 864 euros, por 1.179 euros en Navarra, 1.120 euros en el resto de las Diputaciones Forales, 937 euros en Cataluña, o 911 euros en Aragón, Asturias y Comunidad Valenciana.
Por su parte, un contribuyente que gane 30.000 euros, pagará de IRPF 4.795 euros en Madrid, por 5.102 euros en Cataluña o 5.042 euros en Aragón.
A su vez, un contribuyente con ingresos de 70.000 euros pagará 20.188 euros en Navarra y 19.820 en Extremadura, 19.624 euros en Comunidad Valenciana y 19.371 en Cataluña, mientras que en Madrid deberá abonar 18.835.
Para el Impuesto de Sucesiones, un soltero de 30 años que herede bienes paternos por valor de 800.000 euros, de los que 200.000 corresponden a vivienda habitual, tendrá que pagar 44.569 euros en Cataluña, frente a 1.586 euros de Madrid, según el panorama de fiscalidad de los economistas.
En lo que respecta a Donaciones, una de 800.000 euros a un hijo de 30 años tributará 200.122 euros en Castilla y León, 200.122 en Extremadura, 177.706 en Aragón y 176.70 en Asturias, por los 2.000 euros que se pagan en Madrid.
El Impuesto de Patrimonio se encuentra bonificado al 100% en Madrid desde 2008, por lo que los contribuyentes no lo pagan. En Aragón, en cambio, los patrimonios de 800.000 euros pagarían 1.164 euros; en Extremadura, 1.099 euros; por 909 euros en Comunidad Valenciana y 769 euros en Cataluña. A su vez, un patrimonio de cuatro millones paga 59.919 euros en Extremadura.
Estas cifras muestran que aunque el Impuesto de Sucesiones y Donaciones está bonificado al 99% en Madrid, esto no significa que no se pague. En el caso de Patrimonio, sí que está bonificado en su totalidad. Estos impuestos patrimoniales no existen en la mayoría de países europeos, salvo en tres excepciones y con tipos impositivos muy bajos.
En ITP, con una base imponible de 150.000 euros, en Cataluña, Cantabria, Comunidad Valenciana y Galicia se pagan 15.000 euros y en Madrid, 9.000. Y en Actos Jurídicos Documentados, con una base imponible de 150.000 euros, en Murcia se pagan 3.000 euros, en diez comunidades se abonan 2.250 euros y, en Madrid, 1.125 euros. A todo esto se suma, que Madrid es de las comunidades con menos impuestos propios, tres, por 19 que ha creado Cataluña.
En relación con la distribución de impuestos entre las necesidades y servicios del resto de la población, Madrid aporta el 68% del fondo de solidaridad de las comunidades autónomas, que se encarga de garantizar la calidad de los servicios públicos en toda España con independencia de su nivel de renta. Madrid recauda al año 84.000 millones de euros con los tres impuestos del grueso de la financiación autonómica, de los que 19.000 millones van dirigidos a la propia Comunidad y los 65.000 millones restantes van a financiar gastos de las comunidades autónomas. Con todos los impuestos más bajos, Madrid recauda 1.000 millones más al año que Cataluña.
EL IRPF SE DISPARA EN MUCHAS CCAA TRAS EL ALZA ESTATAL
En 2021, todos los marginales máximos del IRPF suben dos puntos por efecto del alza estatal. Comunidad Valenciana, La Rioja y Canarias aplican subidas adicionales. Cataluña lo hace a las rentas altas, pero no al marginal máximo. Andalucía y Murcia rebajan la tarifa. Los tipos más elevados los tienen Comunidad Valenciana (54%), Navarra (52%) La Rioja (51,5%), Canarias (50,5%), Cataluña, Asturias Cantabria (50%). Madrid sigue teniendo de lejos el IRPF más bajo, con un marginal máximo del 45,5%, seguida de Castilla y León (46%) y Castilla-La Mancha y Galicia (47%). Canarias y Madrid tienen el marginal mínimo más bajo, del 18,5%. Los más altos los imponen País Vasco (23%) y Cataluña (21,5%).
MADRID TIENE 3 IMPUESTOS PROPIOS, CATALUÑA 19
Las viviendas vacías, la caza, los activos de las empresas, el turismo, las bolsas de plástico, los centros comerciales, el impacto visual de los suministros de energía eléctrica y las redes de telefonía… las comunidades autónomas muestran una imaginación desbordante a la hora de crear su creciente puzzle de impuestos propios, que ya ascienden a 84 en 2021, y que suponen un quebradero de cabeza para las empresas y causan un alud de litigios.
Algunos impuestos están implantados en varias autonomías pero con diferencias entre hechos imponibles, bases o tipos de gravamen. En muchas ocasiones, la recaudación que se obtiene de las tasas, especialmente de algunos de carácter medioambiental, es tan exigua que no cubre los gastos de gestión. La litigiosidad que generan los impuestos propios no sólo afecta a las empresas, cada vez son más frecuentes los pleitos entre el Estado y las comunidades por el hecho imponible o por la inconstitucionalidad.
En 2021, se han creado el Canon sobre el vertido y la incineración de residuos en Baleares y el Impuesto sobre las viviendas vacías, en la Comunidad Valenciana. Cataluña con 19 impuestos propios -cuatro de ellos declarados inconstitucionales- es la autonomía con mayor número de tributos, pues durante 2020 aprobó el Impuesto sobre instalaciones que inciden en el medio ambiente.
En el otro extremo, se sitúa Madrid, con tres. Los impuestos propios representan solamente el 2,1% de la recaudación tributaria en 2019, por lo que siguen siendo una escasa fuente de financiación para las autonomías. Los Economistas alertan de que este rompecabezas atenta contra la unidad de mercado, dificulta el cumplimiento de la normativa a las empresas y llega a desincentivar la inversión.
Fuente: Expansión.com